La novia de Jamal Khashoggi, el periodista asesinado por los saudíes, rompe su silencio

“Espérame aquí. No tardaré mucho”. Hatice Cengiz, la joven turca novia del periodista Jamal Khashoggi, recuerda que estas fueron sus últimas palabras antes de entrar el 2 de octubre del año pasado en el edificio del que nunca regresó. Lo cuenta en una entrevista exclusiva con 'Paris Match'.

Cengiz vive bajo vigilancia. No sale a la calle sin guardaespaldas y evita los lugares más concurridos de Estambul. Son muchas las incógnitas que quedan por resolver sobre el asesinato del hombre que entró en el consulado a por una licencia de matrimonio para casarse con ella. Y quizá nunca se conocerá la verdad. ¿Dónde está el cadáver de Khashoggi? ¿Quién le mató? ¿Quién o quiénes dieron la orden?

“Él no sabía que estaba amenazado”, afirma la joven durante una conversación en el hotel Four Seasons de Estambul, que ha elegido especialmente por el prestigio de su servicio de seguridad. “Lo que temía, sin embargo, era que si iba al consulado, le confiscarían su pasaporte. Para un periodista, es muy valioso. También podrían haber intentado enviarlo de vuelta a Arabia, pero era poco probable porque habría necesitado el acuerdo de las autoridades turcas”.

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“Encontramos la dirección del consulado saudí y tomamos un taxi. Allí, no se me permitió regresar. A él le recibieron calurosamente. Estaban felices de verlo”, continúa su relato Cengiz, hablando sobre las mismas personas que, supuestamente, después le descuartizaron vivo en una de las salas del consulado para luego introducir sus restos en varias bolsas de basura. “Una hora después, comencé a preocuparme. Pero pensé que tal vez él estaba hablando con ellos... ¡Se le veía tan feliz!”.

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Precisamente, uno de los principales sospechosos de estar implicado en este crimen, el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salman, acaba de ser noticia tras caminar el pasado martes sobre el techo de la Kaaba, el edificio en forma de cubo que se encuentra en el lugar más sagrado del Islam, La Meca, algo que ha enfurecido a los sectores más críticos en su contra.

Estados Unidos sigue insistiendo en que Bin Salman acepte parte de la culpabilidad por el asesinato del periodista, pero de momento el país ha resistido la presión de tomar medidas incluso contra Saud al-Qahtani, asesor del príncipe heredero y principal orquestador del crimen.