Brujería, insultos y fútbol: la guerra a tres bandas entre Icardi, su mujer y su hermana

Hace unos días la mediática Wanda Nara realizó unas declaraciones contra Luciano Spalletti, entrenador del Inter de Milán, que le hicieron perder la capitanía a su pareja y representado, el delantero pretendido por el Real Madrid, Mauro Icardi.

Pero esta guerra va más allá de los terrenos de juego y las escaramuzas tienen lugar en las redes sociales. Wanda y la hermana del futbolista, Ivana, llevan semanas inmersas en un cruce constante de insultos.

"Psicópata", "estúpida", "loca desquiciada" o "superficial" son algunos de los calificativos que Ivana ha empleado contra su cuñada, a la que acusa de estar acabando con la carrera de su hermano, de alejarle de su familia, de hacer brujería y de impedir su fichaje por el club español, entre otras cosas.

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El último capítulo en esta batalla digital ha llegado por sorpresa con la intervención del propio futbolista, que en Twitter respondió a su hermana con dureza diciendo: “¡Preocúpate en ocupar el tiempo que desperdicias en Twitter con pavadas en trabajar! Ya que tus intenciones no van a conseguir ningún beneficio. Acordate de ver a tus otros 6 hermanos también, ya que nunca pediste por ellos en Twitter. ¡¡Chauu!!".

La respuesta de la argentina no se hizo esperar: "No me hace falta pedir por ellos porque a cualquiera de los que les hable me responden al teléfono, no tienen una víbora atrás que les hace macumbas y se ve que hace magia también para que se parezcan a ella. ¡Dejá de ser tan tonto y abrí los ojos!”.

Aunque Ivana guardó algo de munición para seguir disparando contra su cuñada: "Después me mandan a trabajar a mí. Para hacer un trabajo del que no tengo ni fucking idea mejor me quedo en mi casa trabajando con las redes sociales. Al menos no dejo en ridículo a nadie".

Por su parte, Wanda pidió ayer entre lágrimas en el programa de televisión italiano 'Tiki-Taka' que Mauro Icardi siga en el Inter de Milán. "Está sufriendo, verdaderamente está muy mal. Le mandé un mensaje al presidente Moratti y le pedí que me echara una mano para hacerlo jugar", declaró antes de ponerse a llorar.

Pese a todo, la continuidad en el equipo milanés del delantero, que ha estado en la grada supuestamente lesionado por segundo partido consecutivo, se antoja complicada ya que incluso los seguidores del Inter repartieron panfletos contra él antes del encuentro con el mensaje “Respeto a los colores, los mercenarios se van”.