Alain Delon se moja: su muerte, la herencia y la difícil relación con sus hijos

Su filmografía es incontestable. Fue el actor fetiche de Luchino Visconti y solo por 'Rocco y sus hermanos' y 'El gatopardo', a las órdenes del ilustrísimo director italiano (padrino, por cierto de Miguel Bosé), o por ser el mejor Ripley que ha conocido el séptimo arte en 'A pleno sol' está más que justificada la Palma de Oro honorífica a toda su carrera que recibirá este domingo. Sin embargo, la vida de Alain Delon está lastrada por episodios y opiniones que le han granjeado la animadversión de una parte de la comunidad internacional que se ha escandalizado por este reconocimiento cinematográfico.

Melissa Silverstein, fundadora de la organización estadounidense Woman and Hollywood, ha hecho un resumen de los motivos por los que considera que no debería ser objeto de este tipo de reconocimientos: "Alain Delon ha admitido públicamente haber abofeteado la las mujeres. Ha apoyado al Frente Nacional (el partido de extrema derecha liderado por Marine Le Pen), un movimiento racista y antisemita. Ha afirmado que ser homosexual es contra natura. El Festival de Cannes está comprometido en la defensa de la diversidad. Homenajeando al señor Delon, Cannes está honrando sus valores odiosos".

Pierre Lescure, presidente del prestigioso certamen cinematográfico, ha justificado esa decisión: "Cannes cumple la misión de hablar de cine. Aún así, soy consciente de que hoy en día, en la sociedad en la que vivimos y especialmente desde hace algunos años, no podemos separar totalmente a un hombre o a una mujer de su obra. Pero este hombre de 83 años ha hecho cosas enormes en su vida, también ha expresado sus opiniones... Pero cuando le acusan, como esta mujer, que ha lanzado una petición, que seguramente es legítima, pero que está firmada por un 95% de americanos, le acusan de homofobia... Es, como poco, una persona que ha venerado a alguien como a Luchino Visconti (...) Y sobre todo es un actor extraordinario que ha marcado el cine francés de la segunda mitad del siglo XX, que sigue siendo, a día de hoy, una figura inmensa".

Alain Delon era ya plenamente consciente de las críticas que iba a suscitar y de la controversia que rodea su vida privada o la relación que ha mantenido a lo largo de los años con sus hijos, que en ocasiones no han escatimado las críticas contra él y no han seguido la máxima de que los trapos sucios se lavan en casa. Por eso no ha rehusado las preguntas sobre su pasado, presente y futuro, que publica en una suculenta exclusiva la edición francesa de la revista 'Gala'.

En un país en el que siguen conmocionados por la batalla campal que ha supuesto la herencia del rockero Johnny Hallyday, otro de los emblemas nacionales, Alain Delon ya tiene todo previsto para que no suceda algo parecido: "Es mi hija quien ejecutará el testamento. Ella lo sabe, aunque no le gusta que hable de estos temas. Será ella y nadie más. No solo tiene mi confianza y mi amor. También sabe lo que quiere y lo que hace, a sus 28 años".

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El protagonista de 'El silencio de un hombre', 'Borsalino' y 'El asesinato de Trotsky' también ha dejado muy claro que su decisión del destino de su patrimonio no ha estado regida por la reacción que puedan tener sus familiares: "Estoy haciendo todo lo posible para que no ocurra como los hijos de Hallyday. En en estos momentos lo estoy preparando y quedará resuelto antes de mi muerte, guste o no guste. Si no lo hiciera, sería terrible, estallaría una guerra entre ellos".

Una de las cuestiones más peliagudas es el futuro su mansión de Douchy, donde vive desde hace quince años, dicen que rodeado de nostalgia, y con la compañía de su inseparable perro. "Mi hija querría conservarla, pero se ha dado cuenta de que es imposible financieramente hablando". Así que de sus palabras inferimos que llegará el día en que la ponga a la venta y cambiará de domicilio.

Queda por determinar si se acuerda en el testamento de sus hijos Anthony (muy notorio en su juventud por su romance con Estefanía de Mónaco) y Alain Fabien, con quienes no ha tenido lo que se dice una relación fluida y cercana. Aun así, Alain concluye: "Soy feliz porque yo quiero a mis hijos".