Donatella Versace y su villa de 5 millones en la que durmieron Disney y Hemingway

La diseñadora Donatella Versace ha adquirido la Villa Mondadori, propiedad de la dinastía editorial en el Lago Maggiore y una de las fincas más renombradas y famosas de Italia. Situada en Meina, en el norte del país, la villa se ha vendido por alrededor de 5 millones de euros.

La finca fue comprada por la familia Mondadori en la década de 1920 y por ella han pasado desde entonces muchos nombres famosos como Walt Disney, George Simenon, Thomas Mann y Ernest Hemingway. Durante su estancia, algunos de los escritores más aclamados del siglo XX dejaron sus firmas en la pared sobre la chimenea. Allí permanecen hasta el día de hoy, como testimonio del glorioso pasado de la Villa Mondadori.

La propiedad, una gran residencia histórica de color rosa claro, se extiende por una superficie de 1.400 metros cuadrados y tiene vista directa al lago. Consta de 50 habitaciones, 20 de las cuales son dormitorios, y 12 baños, así como un jardín, un garaje y una piscina.

El Lago Maggiore, junto con el Lago di Como y el Lago di Garda, siempre han sido un destino muy solicitado. Durante años, la propiedad sirvió como un 'bed & breakfast' rústico donde los visitantes de la pintoresca localidad podían quedarse. Parte de su atractivo es su conexión con figuras icónicas de principios del siglo XX como los escritores Ernest Hemingway, Thomas Mann o el premio Nobel Eugenio Montale. Todos ellos se alojaron en su momento en Villa Mondadori y dejaron su firma en una chimenea que sirvió como libro de visitas.

También aquí es donde Walt Disney firmó un acuerdo con Mondadori en la década de 1930 para una serie infantil basada en los personajes conocidos de su factoría.

Historia de un imperio

La compra de esta magnífica villa tiene lugar después de que, a finales de 2018, la familia Versace decidiera desprenderse de la firma de moda de lujo que fue adquirida por el conglomerado norteamericano Michael Kors en una operación valorada en 1.800 millones de euros.

Tras la muerte de Gianni, muchos pensaron que ella nunca lograría mantener el nivel de su hermano y en 2004 la empresa incluso estuvo a punto de caer en la bancarrota, sumergida en unas deudas de 118 millones de euros. Unas críticas ante las cuales Donatella se defendió con determinación en numerosas entrevistas en las que sostuvo que, en verdad, había sido ella quien había administrado la empresa en los últimos dos años de vida de su hermano.