EXCLUSIVA

Vanitatis pasa cinco horas en Londres con una reina:
Helen Mirren

Asistimos como invitados de lujo al estreno de 'Catalina la Grande' uno de los últimos trabajos de la actriz y a la gran fiesta para celebrarlo en la elegante Dartmouth House. La serie se estrena en exclusiva en Sky España el próximo 3 de octubre.

Texto: José Madrid
Diseño: Bolívar Alcocer
Desarrollo: Jorge Massanet
Fotos: Mike Marsland / WireImage / Getty 



El día se apaga en un Londres que cumple el cliché del cielo encapotado. Es jueves por la tarde, el frío de otoño se presiente a la vuelta de la esquina y en el Curzon Mayfair, un cine situado entre un enjambre de calles cercanas a la comercial Oxford Street, se celebra la première de 'Catalina la Grande'. Vanitatis es uno de los invitados de lujo del estreno de esta serie de Sky. Una première a la que sucede un coloquio con su protagonista, Helen Mirren, y varios de sus compañeros. Pero antes de que eso ocurra, llega la sorpresa. Miss Helen aparece en una litera del siglo XVIII transportada por cuatro hombres vestidos como en la Rusia Imperial. Poco importa que ya no esté caracterizada como Catalina… La 'reina' ha llegado.

Ciertamente, Helen Mirren demostró que para reinar en la pantalla también debía reinar fuera de ella. La estrella sonrió a sus fans, atendió pacientemente a los medios y manifestó esa ironía inteligente que caracteriza a Catalina y a muchos de sus personajes. Nada mejor que un ejemplo para demostrarlo: en un momento de la alfombra roja (que paseó con un collar de piedras que envidiaría la mismísima Elizabeth Taylor) descolgó su móvil para atender una llamada breve. ¿Qué otra 'star' es capaz de hacer algo así y provocar una sonrisa cómplice incluso en los fotógrafos que esperan aburridos para hacerle fotos? Muy pocas.

Helen Mirren

Helen Mirren a su llegada al estreno de 'Catalina la Grande' en Londres.

Catalina y Helen,
Helen y Catalina

Acabados ya los gritos de los fans (casi todos jovencísimos pese a que ella ya ha cumplido 72 primaveras muy bien llevadas), la actriz se rodeó de su partenaire en la serie, Jason Clarke; el guionista, Nigel Williams, y el director, Philip Martin, para protagonizar un panel de discusión. Mirren habló de sus similitudes con Catalina, aquella reina del siglo XVIII que derrocó a Pedro el Grande, su propio marido, y luchó con uñas y dientes contra aquellos que querían bajarla del trono. El primer parecido es el origen ruso de la estrella (en realidad se llama Helen Lydia Mironoff y es nieta de un coronel del viejo Imperio). El segundo es la "liberación sexual que representa. Las actitudes hacia el sexo en el siglo XVIII fueron, en muchos sentidos, más liberales de lo que lo son ahora. Pese a la revolución sexual de los 60, todavía vivimos en una cultura del victorianismo en muchos sentidos", confesó. Pese a todo, también dejó claro que ella y la mítica soberana son dos personas muy distintas en otros aspectos. Una reina de la pantalla también tiene que tener cierto misterio y no mostrar todas sus cartas. Y Helen lo sabe.

Helen Mirren


La actriz lucía un collar digno de una reina.

 

Minutos después, recalcó el carácter profundamente ruso del personaje, "el de la habilidad de ir absolutamente a por todas emocionalmente, sin ningún miedo. Y al mismo tiempo sin perder su carácter intelectual". En más de una ocasión, dejó ver su feminismo comprometido, inteligente y alejado de los clichés. Sobre todo, en la defensa de una reina que también fue mujer y tuvo que luchar contra mitos como aquel que asegura que murió mientras intentaba tener sexo con un caballo. "Es increíble la forma en la que la Historia ha tratado a las mujeres fuertes y poderosas. Tiene que destruirlas (…) Solo tuvo cuatro o cinco relaciones. Eso no es nada en la vida de una mujer contemporánea".

Durante el coloquio, Helen solo se mostró tibia en una ocasión: cuando apareció el tema del Brexit, una pregunta indispensable en cualquier entrevista que se haga estos días en Gran Bretaña. "La realidad supera a la ficción", se limitó a decir con esa media sonrisa que ha encandilado a medio mundo.

Helen Mirren

Helen Mirren y su compañero de reparto Jason Clarke.

Una fiesta imperial

Nada más finalizar el coloquio, un sinfín de extras caracterizados como cosacos iluminaron las calles aledañas para conducirnos a una gran fiesta celebrada en la elegante Dartmouth House, la sede de la Unión de Habla Inglesa. Caracterizada como un palacio imperial ruso, la céntrica mansión georgiana resplandecía como si fuese otro decorado más de 'Catalina la Grande'. Mirren volvió a estar en su salsa mientras muchachos con pelucones al más puro estilo María Antonieta servían caviar o stroganoff. Liberada ya del aparato promocional y compartiendo confidencias entre amigos, sonrió, bebió, hizo bromas y acarició sin parar ese collar que parecía más grande que ella. Demostró, una vez más, que para ser una reina del cine lo primero es creérselo. Alguno que pasaba por allí debió pensar: 'Dios salve a la reina Helen'.