¿Impeachment también a Melania Trump? El lado oculto de la primera dama

Aunque tiene muy pocas posibilidades de que le condenen, por no decir casi ninguna, el hecho de que Donald Trump se haya convertido en el tercer presidente de la historia de Estados Unidos que se enfrenta a un juicio político en el Senado ha puesto a su administración contra las cuerdas y su figura está más en entredicho que nunca.

El 'impeachment' del mandatario estadounidense puede empañar seriamente su carrera a la Casa Blanca, que emprenderá por segunda vez en 2020, aunque previsiblemente tendrá el mismo final que el de Andrew Johnson en 1868 y el de Bill Clinton en 1999: será absuelto por la Cámara alta. Aún así, las encuestas siguen dándole un voto de confianza y su popularidad no se ha visto erosionada. Más bien al contrario.

Su mujer, Melania Trump, también ha estado en el punto de mira desde la llegada al poder del magnate y se ha especulado mucho sobre su vida personal. Cada uno de sus gestos ha sido estudiado al milímetro, si le daba la mano, si le retiraba, si esquivaba un beso... Sea como fuere, parece ser que la primera dama estadounidense no vive preocupada particularmente por lo que se dice o se publica sobre ella. O, como rezaba en la chaqueta de Zara que tanta controversia generó cuando la lució para visitar un centro de niños inmigrantes: "No me importa, ¿a ti?".

Una biografía no autorizada

Aunque por el lugar que ocupa está sometida a una gran exposición mediática, son pocos los que conocen de verdad a Melania y mucho menos cómo es su día a día en la Casa Blanca. Por eso, se ha recibido con gran expectación el libro 'Free, Melania', una biografía no autorizada escrita por Kate Bennett, periodista política que ha cubierto la agenda del matrimonio Trump en los tres años de mandato.

La corresponsal de CNN ha concedido una reveladora entrevista a 'The Cut' en la que desvela detalles que solamente se pueden apreciar en las distancias cortas, como, por ejemplo, el perfume que usa, una mezca muy particular de canela y jazmín, que, al parecer, se ha creado ex profeso para ella.

Lo más llamativo del título del libro es que es un juego de palabras del hashtag que se creó en Twitter #freemelania, al que han añadido una coma que transforma su significado, del inicial "liberad a Melania" a "libertad, Melania". La periodista, por cierto, no considera que la primera dama esté prisionera metafóricamente hablando en la Casa Blanca ni mucho menos.

"Por eso he puesto la coma en el título, porque es probablemente la persona más libre en el mundo de Trump. En términos de si te gusta o no, hace lo que quiere, estés de acuerdo o no. Ella no tiene realmente ninguna plataforma (para publicitarse), no va a ningún evento y no tiene que hacer campaña si no quiere. Literal y posiblemente es la primera dama más moderna y libre que hemos visto".

Por eso la periodista considera que Melania no ha hecho méritos para que tuviéramos que hacerle un 'impeachment' metafórico: "Es una mujer que mete a los niños en jaulas y eso es horrible y también una persona real, una mujer de quien, fuera de su reino, todo el mundo dice cosas fabulosas de ella".

Son muchas las cuestiones que el libro no consigue desvelar, pero la autora tiene muy claro de dónde viene Melania y cómo es su vida actual como inquilina de la Casa Blanca: "Esencialmente la suya es la vida de una mujer acomodada y eso es lo que era antes básicamente: una madre adinerada, ama de casa, con tres hogares. Y pensando: '¡Oh Dios! Ya es agosto, tenemos que empezar a pensar en los arreglos de mesa para Acción de Gracias. Para ella eso es un día de trabajo muy real".

Más allá de lo que se desvela en 'Free, Melania', está lo que la autora podría haber contado, pero ha preferido no hacerlo: "Hay cosas que hubieran sido muy jugosas, pero debido a que su mundo es muy pequeño, hubiera sabido quién me lo ha contado. Y yo ni quiero ni puedo destrozar la vida o la amistad de alguien, incluso su trabajo. Ella solo tiene tres personas a su alrededor".

La vida de Melania Trump fue exhaustivamente analizada por las periodistas Mary Jordan y Emily Hell en un artículo publicado por 'Washington Post' en mayo del año pasado y titulado 'Dentro de la complicada vida de Melania Trump en la Casa Blanca: agendas separadas, diferentes prioridades'. En él, se describía pormenorizadamente el día a día de la primera dama, que comienza mucho más tarde que el de su marido, que suele levantarse sobre las 5 y media de la mañana (duermen en habitaciones separadas) y que lo primero que hace es ponerse las principales cadenas de información y empezar a tuitear (con el peligro que en su caso conlleva).

La prioridad por las mañanas de Melania es su hijo Barron, a quien prepara para ir al colegio y, según el artículo, se asegura que lleve los deberes hechos y en la mochila, pero, como queda de manifiesto en la biografía no autorizada, y en cualquier otro artículo que se ha publicado en los últimos años, son pocos los detalles que trascienden de su vida: "Es una persona muy digna, muy privada, que considera que su vida personal no es asunto de nadie", desvelaba el año pasado su amiga Stephanie Winston Wolkoff.

Al parecer, los Trump suelen pasar gran parte de su tiempo de ocio por separado, incluso cuando se van a Mar-a-Lago, el complejo que el presidente posee desde 1985 en Palm Beach y que fue construido en los años 20 con la idea de convertirlo en el lugar para que los presidentes disfrutaran de sus vacaciones de invierno. Melania 'desaparece' mientras su marido se va a jugar el golf o a cenar con políticos, altos ejecutivos y periodistas. "Pasan entre poco y nada de tiempo juntos", declaró a 'Washington Post' uno de los amigos del presidente.