Neverland, el rancho maldito de Michael Jackson, no se vende ni regalado

Hubo una época que Neverland, el rancho en el que vivió Michael Jackson hasta el fin de sus días, parecía un sueño para cualquiera. Tan excéntrica como su dueño, en su interior existía un parque de atracciones, un tren e incluso un zoológico. Hoy es la casa maldita a la que todo el mundo vincula con abuso infantil.

Jackson compró la finca de más de 100 hectáreas en 1987 por 19,5 millones de dólares (unos 17,7 millones de euros) y vivió allí durante más de quince años.

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Cuando el cantante tuvo problemas financieros, el administrador de activos Colony Capital Inc se hizo cargo de la mansión y trató de aplicar un lavado de cara a la misma y una estrategia comercial para lograr venderla. La compañía gastó millones en renovar la infraestructura. También le cambiaron el nombre. Neverland era una etiqueta inevitablemente vinculada al rey del pop, por lo que pasó a llamarse Sycamore Valley Ranch.

El precio de salida fue de 100 millones de dólares (alrededor de 90,6 millones de euros), una cifra que no logró convencer a potenciales compradores.

Nuevos comerciantes de Coldwell Banker fueron contratados para lograr vender el rancho. Lo primero que hicieron fue rebajar el precio a 67 millones de dólares (60.7 millones de euros), pero nada cambió, por lo que aplicaron una segunda rebaja, dejando un precio final de venta en 31 millones de dólares (alrededor de 27,3 millones de euros).

Mientras en el sector inmobiliario se empleaban todos los esfuerzos en intentar vender la casa, el documental 'Leaving Neverland' veía la luz. Los testimonios de presuntas víctimas de Jackson que se pudieron escuchar en él convirtieron la imagen de Neverland en una casa del terror.

Después de cinco años de intentos reiterados por vender la mansión, Neverland ha sido retirado del mercado inmobiliario.