Aislado y vigilado 24/7: así es la vida en la cárcel de Harvey Weinstein
El productor de cine espera en la prisión neoyorquina de Rikers una sentencia que puede ser de hasta un máximo de 29 años
Aunque no sea tan conocida como las de Alcatraz o Sing Sing, la cárcel de Rikers en Nueva York seguro que le suena a los aficionados a las series policiacas. Y allí es donde estará internado el que fuera todopoderoso productor Harvey Weinstein, como mínimo hasta que este miércoles se conozca su sentencia por violación en tercer grado y asalto sexual en primer grado.
Según informa el portal 'Page Six', Weinstein fue trasladado a la unidad de enfermería de la prisión el jueves pasado tras someterse a cirugía cardiaca en el hospital Bellevue. En su nuevo alojamiento cuenta con atención médica las 24 horas del día y un médico de guardia, para prevenir otro incidente como el de Jeffrey Epstein, el depredador sexual de menores que se quitó la vida en agosto en su celda. Una información de última hora apunta que habría sufrido una caída en la que habría resultado herido en la cabeza.
Aislado y vigilado las 24 horas del día, el resto de sus 'privilegios' son los de cualquier preso común. Tiene una hora de patio al día, acceso a la biblioteca y a los servicios religiosos. En cuanto a su dieta, tiene opciones adecuadas para su enfermedad del corazón en el desayuno, comida y cena.
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Por su parte, la Fiscalía de Nueva York ha pedido al juez del caso que la sentencia contra el productor refleje "la gravedad de sus acusaciones" y "la falta de remordimiento por el daño que ha causado".
En un escrito dirigido al juez James Burke, la fiscal que dirigió la acusación contra Weinstein insiste en que la sentencia debe también ser necesaria para "evitar que él y otros cometan más crímenes" como los relatados durante el juicio, tras el cual podría ser sentenciado entre un máximo de 29 años de cárcel y un mínimo de 5.
La fiscal principal que llevó el caso, Joan Illuzzi-Orbon, presentó un texto de once páginas que "muestra una vida de abusos contra otros, tanto sexuales como de otro tipo".
Así, más allá de la violación a la aspirante a actriz Jessica Mann en 2013 y el asalto sexual a la ayudante de producción Mimi Haley en 2006, o los testimonios presentados por otras cuatro mujeres durante el juicio, Illuzzi pide al togado que tenga en cuenta su historial de abusos y asaltos a lo largo de más de cuatro décadas para dictar su sentencia.
