La amante y 'madame' de Epstein, Ghislaine Maxwell, reclama su herencia

La historia de Jeffrey E. Epstein es de sobra conocida. Financiero estadounidense de gran éxito y enorme influencia política y social es descubierto y condenado por tráfico de menores en el mundo de la élite norteamericana y también por depredador sexual.

Comenzó su carrera laboral en Bear Stearns y acabó fundando su propia firma. Sin embargo, en 2005 la policía en Florida, tras la denuncia por acoso del padre de una chica de 14 años, le detuvo y fue condenado en 2008 por solicitar prostitución, y tentar a ello, a menores. Permaneció 13 meses en custodia con trabajo al salir, pero en ese periodo de tiempo se identificaron a 36 adolescentes más que habían sido acosadas por el pedófilo, así que fue arrestado de nuevo en julio de 2019.

Esta vez, los cargos fueron federales, por tráfico de menores en Florida y Nueva York. El financiero se suicidaba tan solo un mes después en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan.

Una historia, aparentemente cerrada con su muerte, se reabre al aparecer su amante, y presumiblemente ‘madame’, y reclamar lo que a su parecer es justo, hablando en plata, parte de la herencia del pedófilo fallecido.

Ghislaine Maxwell, británica hija de Robert Maxwell, poderoso y multimillonario magnate de medios, trabajó para Epstein al menos una década de su vida. Es durante este periodo cuando ella asegura que el financiero le prometió, mediante una carta, que seguiría “apoyándola financieramente”, base que utiliza su equipo legal para requerir parte de la herencia del ejecutivo bancario, que se presupone de alrededor de 600 millones de dólares.

Ghislaine se encuentra en paradero desconocido después de que se conociera que no solo fue novia del magnate acusado de pedofilia y prostitución de menores, sino que en muchos casos fue ella la que contrató a decenas de 'masajistas' en diferentes localizaciones a lo largo y ancho del mundo.

Sin embargo, esta mujer está siendo investigada actualmente para ver si, como se cree, formó parte de la red de tráfico sexual de su amante, ayudándole a reclutar a menores para 'entretener' y 'divertir' no solo ya a su pareja, sino a sus poderosos amigos; es decir, que de masajistas no tenían mucho las mujeres contratadas, más bien hablaríamos de víctimas, si se acaba confirmando esta información en la investigación.

La estrafalaria reclamación de la amante de Epstein se ha presentado ante el Tribunal Superior de las Islas Vírgenes de Estados Unidos. En ella exige parte de la herencia para hacer frente a los “costes legales de varias demandas, procedimientos e investigaciones” a los que se enfrenta, también para contratar un equipo de seguridad, ya que asegura que continúa recibiendo amenazas de muerte, y afirma que “no estaba involucrada ni tenía conocimiento de la supuesta mala conducta de Epstein”.