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La historia (y el mensaje) que esconde el famoso lunar de Cindy Crawford
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UN ICONO DE LA MODA

La historia (y el mensaje) que esconde el famoso lunar de Cindy Crawford

La supermodelo ha confesado en una entrevista a Naomi Campbell el motivo por el cual defendió y siempre mantuvo intacta esta seña de identidad única

Foto: Cindy Crawford. (Reuters)
Cindy Crawford. (Reuters)

Hablar de Cindy Crawford y de Naomi Campbell es hablar de dos de los grandes mitos que nos dio la moda allá por la década de los 90. Junto a Linda Evangelista y Claudia Schiffer, conformaban el cuarteto mágico de supermodelos que marcó un antes y un después en el mundillo, tanto es así que su reinado y su belleza (más madura, pero casi intacta) se mantienen inalterados en el tiempo y ellas siguen desprendiendo moda por cada poro de su cuerpo.

Aunque han conservado su vinculación con este sector, cada una de ellas ha explorado nuevos caminos profesionales. Prueba de ello es el programa que Naomi Campbell tiene en marcha en su canal de YouTube. En 'No filter with Naomi', que así se llama este talk show, la modelo entrevista a algunas de las personalidades más relevantes de la moda y Cindy Crawford ha sido uno de sus últimos objetivos.

De esa entrevista virtual a dos hemos rescatado la historia y, lo que es más importante, el mensaje positivo que esconde el famoso lunar de Cindy Crawford, contado, obviamente, por la propia protagonista.

Corrían los años 80 cuando la modelo comenzó a hacer sus pinitos en el sector. Ahí fue cuando tomo la decisión estética que marcaría un antes y un después en su carrera, pero también en el mundo de la moda, convirtiendo su lunar en una marca legendaria. “Cuando estuve en mi primera agencia de modelos en Chicago me avisaron que tenía que quitarme el lunar si quería encontrar trabajo. Era una agencia muy pequeñita, ni siquiera me acuerdo de cómo se llamaba. Cuando se lo conté a mi madre, ella me dijo que hiciera lo que yo quisiera, pero que me lo pensara bien porque no sabía si eso iba a dejarme cicatriz y, sobre todo, porque esa era una marca que me hacía especial”, revela la supermodelo.

"De niña odiaba ese lunar; mi hermana decía que era feísimo", pero aun así, Cindy siguió el consejo de su madre y mantuvo intacta su seña de identidad. Primero, porque todos debemos queremos tal y como somos y apreciar esos pequeños detalles que nos hacen únicos. Y segundo, porque Crawford pensó que a quien no le gustara siempre lo podía borrar o disimular de alguna forma.

placeholder Naomi Campbell, Linda Evangelista, Tatjana Patitz, Christy Turlington y Cindy Crawford, fotografiadas por Peter Lindbergh en 1990. (EFE)
Naomi Campbell, Linda Evangelista, Tatjana Patitz, Christy Turlington y Cindy Crawford, fotografiadas por Peter Lindbergh en 1990. (EFE)

Es más, ella misma confiesa que en los primeros trabajos que realizaba como modelo en Japón "lo eliminaron retocando las fotos de manera digital". Hasta que llegó 1986 y con él su primera portada para la edición americana de 'Vogue' como protagonista absoluta. “No sabía si iban a borrar el lunar; finalmente no lo hicieron, y cuando vi que eso podía aparecer en la portada de una revista de esa categoría dejó de ser un problema para siempre”, explica orgullosa.

Cindy Crawford además asegura que esa primera portada ayudó a muchas mujeres a sentirse cómodas con su aspecto. “Hay miles de personas con lunares que después de ver el mío en aquella portada cambiaron su opinión sobre ellos”, le contaba a Naomi Campbell en la entrevista.

placeholder Cindy Crawford. (EFE)
Cindy Crawford. (EFE)

Al final, Cindy aprendió a querer y apreciar esa pequeña imperfección hasta tal punto que su lunar pasó de ser un rasgo denostado de su físico a su aliado en una carrera repleta de éxitos. Un mensaje que viene a decirnos no solo que debemos aceptarnos tal como somos, también que el concepto de lo bello depende de los ojos con los que miremos esa belleza.

Hablar de Cindy Crawford y de Naomi Campbell es hablar de dos de los grandes mitos que nos dio la moda allá por la década de los 90. Junto a Linda Evangelista y Claudia Schiffer, conformaban el cuarteto mágico de supermodelos que marcó un antes y un después en el mundillo, tanto es así que su reinado y su belleza (más madura, pero casi intacta) se mantienen inalterados en el tiempo y ellas siguen desprendiendo moda por cada poro de su cuerpo.

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