La nueva muerte de un joven cantante sacude el convulso mundo del K-Pop coreano

Con la extremadamente popular banda BTS a la cabeza –el primer grupo, tras The Beatles, en tener tres álbumes número uno en el listado de Billboard en el mismo año–, el mundo del K-Pop se está convirtiendo poco a poco en un ferviente fenómeno a nivel mundial, con multimillonarias cifras de ventas y seguidores en redes sociales.

Y aunque recientemente saltaron a los titulares cuando el grupo benéfico de recaudación de fondos One In An ARMY, formado por seguidores de BTS, lanzó una campaña para recaudar dinero en apoyo al movimiento Black Lives Matter, después de que el grupo donara un millón de dólares a la misma causa, tras los éxitos musicales se esconde una realidad más trágica.

El integrante de la banda TST, Kim Jeong-hwan, fallecía a los 28 años sin que su familia haya querido revelar la causa de su muerte, lo que ha desatado todo tipo de especulaciones.

El sello discográfico del grupo, KJ Entertainment, confirmaba el suceso diciendo: "Estamos tristes de transmitir la más desafortunada y triste noticia. El 16 de junio, el miembro de TST Yohan dejó este mundo. La familia del difunto está de luto".

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Pero esta es tan solo la última tragedia en golpear al K-Pop después del fallecimiento de otras tres jóvenes estrellas en los últimos nueve meses.

La cantante y actriz Cha In Ha, de 27 años, fue encontrada muerta en diciembre. Antes habían fallecido Goo Hara, de 28 años, en noviembre, y Sulli, de 25 años, que se quitó la vida en octubre. Ambas habían sido objeto de una violenta campaña de ataques online.

Pero esta serie de sucesos se remonta incluso más atrás. En 2015, la integrante del grupo de chicas Ahn So-jin murió tras caer desde el décimo piso de un edificio y el enormemente popular Kim Jong-hyun, miembro de la banda SHINee, se suicidó en 2017.