Tilda Swinton, la nueva chica Almodóvar: dos maridos, dos gemelos… ¿y poliamor?

A Almodóvar no hay quien le tosa en lo que a éxito se refiere. La acogida del Festival de Venecia a su 'capricho' (así ha definido el mediometraje en el que adapta uno de sus grandes referentes teatrales, 'La voz humana', de Jean Cocteau) ha sido un éxito clamoroso. De la mano de la que es su primera musa internacional, una estilizada Tilda Swinton, el manchego presentó un cortometraje destinado a hacer historia. También aseguró que "la situación de esa mujer abandonada, sola y al borde de la locura, junto a un perro con quien comparte el duelo y un montón de maletas hechas, es una situación dramática que siempre me ha estimulado". Y tanto le estimula esa situación que también incluyó un fragmento de la obra en 'La ley del deseo' y concibió su célebre 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' como una adaptación libre y alargada de ese texto.

Swinton, por su parte, se mostró encantada de conformar "un nuevo amor" con el director, con el que siempre quiso trabajar pese a no hablar una palabra de español. La nueva chica Almodóvar lleva años asomándose a las pantallas de cine con una filmografía tan curiosa y diversa como lo es su propia vida personal. Guerrera en cuanto al uso indebido del cuerpo femenino en campañas publicitarias y en el cine, la andrógina Tilda también ha sido una habitual de las páginas que recaban anécdotas curiosas de las celebrities. En su caso, por haberse entregado, dicen, al poliamor.

Son muchas las publicaciones que aseguran que la protagonista de 'Las crónicas de Narnia' o 'Yo soy el amor', además de compartir domicilio con su pareja, Sandro Kopp, y con sus dos hijos, también tiene bien cerca al padre de sus propios hijos (los gemelos Honor y Xavier), John Byrne. Este, a su vez, mantiene una relación amorosa con otra mujer y también vive en el mismo hogar que la actriz. Entre todos han formado una gran familia que vive junta y revuelta. Cuentan que se quieren, se adoran y funcionan a la perfección con un modus vivendi que cada vez suele ser más habitual en el común de los mortales.

La propia Tilda aclaró (o medio aclaró) el asunto en 2014, cuando ofreció una entrevista a 'GQ'. Preguntada por el poliamor explicó que seguía estando muy cerca de John, su ex, y que la gente se sorprendería al saber que su vida no era tan movida. Poliamor o no, la estructura de su familia ha funcionado a las mil maravillas.

Sus hijos, educados en un centro de Escocia que potencia la vena artística de sus alumnos, no pueden estar más encantados con la forma de vida elegida por su madre. Honor, por ejemplo, la ha acompañado en varias alfombras rojas (la del estreno de 'Parásitos' en Cannes, por ejemplo) y ha iniciado su propia carrera como actriz participando en la película 'The Souvenir'. La joven confiesa que también ha heredado de su madre el ojo a la hora de apostar por proyectos arriesgados y diversificar lo más posible su carrera como actriz. Eso es, precisamente, lo que la ha acabado uniendo a Pedro Almodóvar.

Discreta en sus menesteres, elegante y algo gélida en apariencia, Swinton se ha convertido en la primera chica Almodóvar internacional. También en la primera que, al contrario que las raciales Carmen Maura y Penélope Cruz o la apasionada Marisa Paredes, tiene un aspecto glacial. Pero, aunque ella lo niegue, es probable que su propia vida sea tan intensa y apasionada como la mejor película de nuestro particular rey del melodrama.