Bar Refaeli, condenada a nueve meses de servicio comunitario por evasión fiscal

La top model israelí Bar Refaeli acudió, ataviada con camiseta, vaqueros blancos y mascarilla quirúrgica, a una corte de Tel Aviv para escuchar los términos del acuerdo pactado con la Fiscalía por evasión fiscal. La modelo se declaró culpable de un delito en el que también está involucrada su familia, por el que ella deberá efectuar nueve meses de servicio comunitario mientras que su madre, Zipi, será enviada a prisión durante 16 meses.

Ambas también deberán pagar una multa de 1,5 millones de dólares, además de hacer frente a otros diez millones adeudados al Estado, poniendo fin de este modo a un largo proceso judicial que ha empañado la imagen de todo un icono para el país.

El caso, construido en torno a los ingresos mundiales de la modelo y los intentos de su familia de restar importancia a sus vínculos con Israel, dañó su bien construida imagen pública como embajadora informal de su país.

Aun así, su imagen sigue estando omnipresente en las vallas publicitarias de las autopistas de todo Israel y el año pasado fue la anfitriona del certamen de Eurovisión que tuvo lugar en Tel Aviv.

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La clave de este caso se centra en dónde residió Refaeli durante los años en los que viajó alrededor del mundo realizando campañas de publicidad y desfiles de moda, una época en la que fue portada de la edición de trajes de baño de 'Sports Illustrated' y mantuvo un romance con Leonardo DiCaprio.

La ley fiscal israelí determina la residencia principalmente en función de si la persona pasó la mayor parte del año en el país o no, y así los fiscales la acusaron de proporcionar información tributaria incorrecta, asegurando que ganó unos 7,2 millones de dólares entre 2009 y 2012 mientras afirmaba residir en el extranjero para evitar el pago de los impuestos en su país de origen.

En apelaciones anteriores, un tribunal israelí dictaminó que la relación de Refaeli con una estrella de Hollywood no cumplía los requisitos para ser considerada una "unidad familiar" y, por lo tanto, no podía reclamar la residencia estadounidense de DiCaprio para evitar el pago de todos los impuestos que adeudaba.