Bill Murray cumple 70: marmotas, 'maría', Sanfermines y una hermana monja

En 2014, el escritor Gavin Edwards escribía ‘Cómo ser Bill Murray’, un libro que recogía la filosofía vital de este actor norteamericano que cumple ahora 70 años, gran parte de ellos dedicados al cine y un porcentaje muy alto a hacernos reír con películas como ’Cazafantasmas’, ‘El día de la marmota’ o la agridulce ‘Lost in Traslation’, su favorita de todas las que ha protagonizado.

Ese libro, que parte desde la admiración del periodista por el artista, describe a un personaje divertido e impredecible. Como cuando roba patatas fritas de los platos de los desconocidos y si le pillan les contesta: “Nadie te va a creer cuando lo cuentes". O cuando le cogieron en el aeropuerto de Chicago con cinco kilos de marihuana. O como cuando se coló en una fiesta de estudiantes escoceses y, como no llevaba ninguna botella, se puso a fregar los platos.

La lista de cosas extraordinarias relacionadas con Bill es interminable: hay gente que fabrica dólares con su cara, estudió Filosofía e Historia en la Sorbona (nada menos), se perdió en la jungla balinesa, contrató una asistenta sordomuda mientras rodaba ‘Atrapado en el tiempo’… Aunque probablemente una de las más chifladas sea que despidió a su representante y puso en marcha un contestador automático para que dejaran el mensaje. Eso y lo de matarle online cada cierto tiempo.

La hermana Murray

Nacido en Illinois, en una familia humilde, su padres tuvieron nueve hijos que, para poder pagarse el colegio, trabajaron como caddies en un club de golf. Tal vez por eso, el actor sea un excelente golfista y haya participado en competiciones profesionales. De su extensa familia, tal vez la más antagónica sea su hermana Sor Nancy, que ingresó en la orden dominica en 1966 y pasó varios años viajando por distintos países (Filipinas, Vietnam, Perú, Italia...) interpretando a Santa Catalina de Siena. Sí, actriz y monja: “La gente encuentra en ella el fuego y la chispa que necesitan, y esto comienza a resonar en todo el mundo”.

Lo de venir de familia numerosa también le ha marcado, porque en sus dos relaciones estables ha tenido seis hijos: dos con su primera pareja, Margaret Kelly, y cuatro con Jennifer Butler, con la que estuvo once años. Después, ella solicitó el divorcio “debido al adulterio del acusado, a su adicción a la marihuana y al alcohol, a su conducta y abusos físicos, a su adicción al sexo y al frecuente abandono", según recogía la demanda presentada entonces. En el texto se indica que Jennifer adujo que la conducta "violenta, abusiva y errática" de Murray hacia ella "destruyó la relación marital entre ambas partes, y la demandante no se siente segura estando en presencia del acusado".

De San Fermín a San DeNiro

La periodista cordobesa Marta Jiménez es la autora de ‘Yo, Bill Murray’, la primera obra escrita en castellano sobre el actor, en la que recopila cientos de anécdotas del actor. “Decidí incluir en el libro solo las que estuvieran contrastadas, periodística o audiovisualmente, y dejar en el tintero las que no. Y te aseguro que esa ha sido la decisión más dolorosa. Porque había cada historia de Murray en los Sanfermines…”, contaba la autora en una entrevista para 'La Voz de Almería'. Lo del actor en los encierros pamplonicas se ha convertido en una leyenda urbana en la que muchos aseguran haberle visto tirado por algún portal agarrado a una botella de Soberano o corriendo delante de los cabestros. Incluso llegó a haber algún vídeo en el que se le veía (supuestamente) por las calles de la capital navarra.

“Creo que Bill Murray es de las pocas celebrities que existen de las que todo lo que se cuenta de ellas es susceptible de que sea verdad. O no, pero qué más da”, explicaba Marta en el mismo diario andaluz. Donde sí estuvo fue precisamente en Almería hace más de una década para participar en ‘Los límites del control’, de Jim Jarmusch.

También está probado y demostrado que Bill es de los pocos humanos sobre la tierra que puede ‘presumir’ de haberle partido la cara al mismísimo Al Capone, al propio Vito Corleone, al solitario, deprimido e inquietante Travis Bickle (‘Taxi Driver’). “Le rompí la nariz a Robert De Niro durante el rodaje de 'La novia del gángster'. ¡Esta vez fue sin querer!”.