INVERSIONES

El soltero de oro británico cumple 30 más enamorado de Madrid que nunca: los datos

La inmobiliaria de Hugh Grosvenor, séptimo duque de Westminster y cabeza de una de las familias más ricas de Reino Unido, acaba de comprar un edificio de oficinas en la capital. Tiene seis proyectos en marcha

Texto: Cote Villar
Fotos: Agencias
Diseño: Bolívar Alcocer




"Nació con la cuchara de plata más grande que alguien pueda tener, pero no puede pasarse la vida chupándola". Esta frase, atribuida al padre del actual duque de Westminster, define bastante bien el espíritu que mueve a esta familia de millonarios británicos que controlan una fortuna estimada en 10.100 millones de libras esterlinas. Grosvenor Group tiene más de 1.500 propiedades en 60 países. En Londres, posee el 50 por ciento de Mayfair (incluidas la embajada estadounidense, el hotel Beaumont y la galería Gagosian) y más de 120 hectáreas de Belgravia. La imponente casa familiar, Eaton Estate, se encuentra en Cheshire, aunque el clan atesora otro 'refugio' en Abbeystead, en Lancashire. También cuentan con propiedades en Escocia, prácticamente reconstruyeron el centro de la ciudad de Liverpool, tienen intereses en decenas de centros comerciales de todo el mundo, en Tokio, en gran parte de Silicon Valley o en la isla Annacis, cerca de Vancouver. Por no mencionar la gran finca cinegética española, La Garganta (Ciudad Real), que controlan a través de su Family Office.

¿Apabullante? Estos datos han convertido a Hugh Grosvenor, que hoy cumple 30 años, en un objetivo irresistible para la prensa internacional. Las revistas especializadas le han bautizado como el soltero de oro de Reino Unido, aunque el tipo trabaje (en la empresa familiar), lleve una vida discreta y haya huido durante años de lo que significaba ser quien es. Un ejemplo. Grosvenor se convirtió en el primer duque de Westminster en ostentar un título universitario. Cuando la revista 'Tatler' interrogó a sus compañeros sobre cómo había sido estudiar con tamaño personaje, todos contestaron que no tenían ni idea de que era el heredero del ducado de Westminster. Lo había mantenido en secreto.

A la izquierda, el primer duque de Westminster. A la derecha, Gerald Grosvenor, sexto duque y padre de Hugh.


Lo cierto es que Hugh se quedó con el ducado, pero tanto él como sus tres hermanas reciben exactamente las mismas rentas del grupo familiar. En los años 50, la familia Grosvenor colocó sus principales activos en una serie de fideicomisos "para proteger el patrimonio de herederos derrochadores, divorcios desastrosos y otras amenazas". Esto implica que el duque y su familia no pueden vender propiedades si el resto de los fideicomisarios no está de acuerdo. La fórmula ha funcionado como en otras familias europeas, dejando la gestión del patrimonio en manos de profesionales. Actualmente hay seis fideicomisarios (entre los que se encuentra el propio Hugh) liderados por el fideicomisario ejecutivo, Mark Preston.

Se sabe poco de cómo es Grosvenor en la intimidad. En el currículo que el grupo tiene colgado en su web, se destaca que le gusta disfrutar del campo y es "un gran jugador de críquet". Se graduó en la Universidad de Newcastle en junio de 2013, con una licenciatura en Gestión de Tierras, y en septiembre de 2013 se unió al programa de posgrado internacional de Grosvenor Estate. Hoy la fortuna de la familia se articula en tres grandes ramas: la inmobiliaria, la inversora (sobre todo en empresas alimentarias y agrícolas) y el Family Office, que gestiona las fincas rurales de la familia Grosvenor en el Reino Unido y España, sus actividades filantrópicas a través de la Fundación Westminster y otras actividades fundamentalmente centradas en la conservación y divulgación de su patrimonio. Hugh ha trabajado en las tres ramas. Antes de la universidad probó suerte "en una granja de ovejas en Nueva Zelanda y una finca rural en Northumberland".

Duque de Westminster

Están emparentados con la familia real británica por lazos de amistad y cariño. El padre de Hugh fue preceptor del príncipe Guillermo y el actual duque es uno de los padrinos del futuro rey de Inglaterra, el príncipe George. Su amistad perdura entre generaciones y pasa, como en la mejor tradición de la nobleza, de padres a hijos. Además de su relación con los duques de Cambridge, se le ve cada año veranear con su familia en Portofino, y cada invierno practicar la caza en su finca de Ciudad Real. De su novia intermitente Harriet Tomlinson, no hay noticias últimamente. Los movimientos de Hugh son tan discretos como los de cualquier otro millonario 'de los de verdad', por eso sorprendió en plena pandemia cuando el joven mandó un comunicado para anunciar la espectacular donación de 10 millones de libras de su fortuna privada para apoyar al servicio de salud británico.

"En nombre de mi familia y de todos en Grosvenor Estate, quiero agradecer enormemente a todo nuestro increíble personal del NHS y a todos los que están en primera línea. Todos nos sentimos honrados e increíblemente agradecidos de que esten trabajando incansablemente para mantenernos a salvo y mantener el funcionamiento del país. El personal del NHS y los trabajadores clave no trabajan de forma aislada. Tienen niños y familias cuya salud y bienestar también se verán muy afectados por esta crisis. Mientras nos mantienen a salvo, quiero ayudar a brindarles tanto apoyo como sea posible a ellos y a sus familias", explicó. Días antes había donado otros dos millones y medio de libras más.

Duque de Westminster

Los inmuebles

MBOne, 22.000 m2 en el parque empresarial de La Moraleja.

Titán, 8. Edificio de oficinas en Méndez Álvaro, sede de Enagas y Nozar.

General Arrando con Santa Engracia. 18 apartamentos de alto nivel.

Jorge Juan, 53. Un oasis en el barrio de Salamanca. Seis viviendas exclusivas y plazas de parking.

Modesto Lafuente, 26. Un edificio de oficinas reconvertido en 12 pisos de lujo.

García de Paredes, 4. Diecisiete apartamentos exclusivos y sostenibles en Chamberí.



Probablemente, Hugh Grosvenor habría pasado desapercibido para nosotros si no fuera por su especial vinculación con España a través de La Garganta y de su inmobiliaria. El grupo Grosvenor está presente en 60 países, pero últimamente tiene una especial querencia con Madrid, donde han decidido invertir con entusiasmo. La compañía tiene actualmente cinco proyectos en marcha y acaba de anunciar la compra de un sexto edificio de oficinas en la capital. Es la ciudad europea en la que más invierten.

Si su padre falleció en 2016, es a partir de 2017 cuando los Grosvenor retomaron el apetito por impulsar su negocio madrileño. En estos años han invertido casi 300 millones de euros para poner en marcha cuatro promociones residenciales de lujo (una en el barrio de Salamanca y otras tres en el barrio de Chamberí). Pero sus últimas incursiones han tenido más que ver con el mercado de oficinas. En abril de 2019, Grosvenor adquirió el edificio MBOne de La Moraleja, conocido por ser la sede de Citibank, por 80 millones de euros. Hace apenas unas semanas, en diciembre de 2020, se dio a conocer su último 'capricho': otro edificio de oficinas en la zona de Méndez Álvaro, la actual sede de Enagás y Nozar.

La inmobiliaria del duque de Westminster compra estos edificios, luego contrata a prestigiosos estudios de arquitectura y los convierte en objeto de deseo residencial. Jorge Juan, 53, por ejemplo, es "un concepto residencial único en el corazón del exclusivo barrio de Salamanca de Madrid". Han convertido "un edificio de cemento" en "seis viviendas exclusivas y un jardín mediterráneo privado que abarca 640 metros cuadrados". Para ello, contaron con la colaboración del arquitecto y paisajista Jesús Moraime.

Es el mismo 'modus operandi' que en Modesto Lafuente, 26, donde han transformado un antiguo edificio de oficinas en pisos de lujo; en García de Paredes, 4, o en la esquina de General Arrando y Santa Engracia, de donde han sacado 18 apartamentos también de alto nivel.

Hugh Grosvenor y el príncipe Guillermo, en la inauguración de un edificio en 2019.


Es poco probable que el joven Grosvenor tenga algo que ver en estas operaciones inmobiliarias. Es más fácil verle (o lo era antes de la pandemia) en el aeropuerto de Ciudad Real que en el de Barajas. Cuando el coronavirus se lo permitía, era habitual que el duque pasara muchos fines de semana cazando en La Garganta, alguna vez acompañado por los príncipes Guillermo y Harry, invitados habituales de los Grosvenor en sus fines de semana cinegéticos en Ciudad Real. La familia posee esta finca a través de su Family Office, aunque la gestiona una empresa española (de accionariado alemán). Considerada el mayor latifundio de España y una de las grandes reservas de caza de Europa, sus 15.000 hectáreas están enclavadas en el parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.

La finca se explota con fines cinegéticos, agrícolas y forestales. Dispone de diferentes pabellones para albergar a los cazadores y los gestores la cuidan con mimo, manteniendo la fauna salvaje, actualizando las instalaciones cuando hace falta y manteniéndolo "casi como un paraíso natural". Los Grosvenor se han implicado siempre "personalmente" y de manera especial en el desarrollo de la zona. Según datos de la empresa que la gestiona, emplean a una media de cincuenta personas al año y no es especialmente rentable (perdió un millón de euros en 2019). Fue en La Garganta, por cierto, donde el rey Juan Carlos conoció a Corinna Larsen.

Hugh Grosvenor cumple hoy 30 años. Cuando llegó a los 21, su padre le organizó una gran fiesta que costó una indecente cantidad de dinero. Pero todo ha cambiado tanto desde entonces...