John Travolta vende su lujosa mansión de Maine con 20 habitaciones

John Travolta ha puesto en el mercado una de sus propiedades más grandes. Se trata de un lujoso caserón que el actor compró el mismo año que se casó con Kelly Preston, fallecida el pasado julio víctima de un cáncer de mama, tras una discreta lucha de dos años.

La idea del protagonista de 'Grease' era convertirlo en su destino vacacional familiar y así fue durante mucho tiempo. Ubicada en la isla de Isleboro (Maine, EE.UU), esta propiedad cayó en sus manos cuando según el 'Daily Mail', viajó a la zona junto a la actriz y ciencióloga Kistie Alley que ya tenía una casa en la parte sur.

El inmueble, que fue construido en 1903 para 'el vástago de una prominente familia de banqueros', está rodeado por más de 19 hectáreas que se alargan hasta la costa. Cuenta con 42 estancias y de ellas, veinte son habitaciones y siete son baños.

El periódico británico afirma que tras su venta, tiene todas las de convertirse en un hotel, ya que además de los numerosos dormitorios, posee un vestíbulo con áreas de descanso e incluso un bar como cualquier otro complejo turístico.

En cuanto a la decoración, el propio John Travolta fue quien se encargó de pedir al diseñador de interiores Christopher Boshears, un estilo clásico y repleto de detalles. La casa tiene además, un teatro completo con escenario, biblioteca y cuatro habitaciones temáticas; entre ellas, una de 'Peter Pan' y otra de princesas.

Ahora, está a la venta por más de cuatro millones de euros, pero se desconocen los motivos por los que el actor quiere desprenderse del que ha sido su refugio muchos veranos. La muerte de su esposa ha podido tener que ver en esta decisión al no poder volver a disfrutar de la finca junto a ella.

John Travolta sufrió un duro golpe cuando el pasado mes de julio su mujer, finalmente, le abandonaba. "Con gran pesar os informo que mi bella esposa Kelly ha perdido su batalla de dos años contra el cáncer de mama. Luchó una valiente batalla con el amor y el apoyo de muchas personas", dijo en aquel momento.

Si bien, la venta de este caserón no es el único movimiento financiero que ha llevado a cabo. Antes de que su esposa falleciese, adquirían una casa frente al mar en Florida. Más tarde, se hacían con una residencia de estilo mediterráneo en Los Ángeles y todavía mantiene su espectacular hogar familiar en Ocala (Florida) donde alberga su propia colección de aviones, una de sus grandes pasiones.