Las claves sobre la última polémica de Woody Allen

Con cuatro episodios dirigidos por Amy Ziering y Kirby Dick, nominados al Oscar por 'La guerra invisible', el documental recién estrenado en HBO 'Allen vs. Farrow' indaga en la herida nunca cerrada en la pareja. Sus cuatro episodios ponen especial atención al testimonio de Dylan Farrow, hija adoptiva del matrimonio que acusó a Woody Allen de abuso sexual en 1992.

Además de declaraciones de los dos principales protagonistas, la docuserie presenta extensas entrevistas ante las cámaras con Ronan Farrow y varios testigos, expertos y amigos de la familia. Asistimos al repaso del conflicto a través de películas caseras, documentos judiciales, pruebas policiales y cintas de audio inéditas. Pero todo desde el punto de vista de la actriz, a la que se realiza un lavado de imagen en lo que muchas críticas al documental han calificado como una meditada venganza contra el cineasta.

La relación entre Allen y Farrow

El director y la actriz mantuvieron una relación sentimental durante doce años, que abarcó toda la década de los 80, y trabajaron juntos en numerosas películas como 'Hannah y sus hermanas' (1986).

A través de vídeos caseros, 'Allen v. Farrow' trata de recrear la vida de la pareja con sus siete hijos y la posterior ruptura en 1992, cuando el cineasta se enamoró de su hija adoptiva Soon-Yi en plena pelea por la custodia –perdida a posteriori– del resto de los hijos y con las acusaciones de abuso de trasfondo. "Es de lo que más me arrepiento en mi vida", sostiene la intérprete sobre su relación con el director de 'Manhattan' en el documental.

El testimonio de Dylan Farrow

La inclusión y el protagonismo de Dylan Farrow es una de las principales claves del documental. En una carta abierta publicada en 2014 en el diario 'The New York Times', la ahora escritora desvelaba el sufrimiento que ha padecido por haber sido víctima de presuntos abusos sexuales por parte de su padre.

En el escrito relataba cómo en 1992, cuando Dylan tenía siete años, le contó a su madre que Allen la llevó al ático y abusó de ella. Según el relato de Dylan, su padre le susurró que era una buena chica y le prometió llevarla a París algún día. Este abuso explícito fue seguido a años de comportamientos inapropiados por parte de Allen, que fueron desde obligar a Dylan a chuparse el dedo hasta apoyar la cabeza en su cuerpo desnudo. Más o menos en la misma época en que Dylan le contó a su madre sobre los abusos, Allen, ya cincuentón, admitió estar enamorado de Soon-Yi, la hijastra de Farrow en edad universitaria.

Ronan sí, Moses no

Todo un niño prodigio, Ronan Farrow ingresó a la universidad a los 11 años y a los 15 ya estaba graduado en Filosofía. Figura clave en el movimiento #MeToo, antes de cumplir los 30 obtuvo el Premio Pulitzer por sus investigaciones sobre las violaciones cometidas por Harvey Weinstein. Siempre ha apoyado a su hermana y a su madre en las denuncias de abuso contra Allen.

El documental omite sin embargo el testimonio de Moses Farrow, que sí ha defendido a Woody Allen de las acusaciones de abuso sexual contra Dylan, asegurando que el director nunca estuvo solo con ella aquel 4 de agosto de 1992. También ha vinculado la muerte de tres de sus hermanos al comportamiento tóxico de su madre.

Woody Allen se defiende

"Como se sabe desde hace décadas, estas acusaciones son categóricamente falsas. Varias agencias las investigaron en ese momento y descubrieron que, independientemente de lo que le hayan hecho creer a Dylan Farrow, nunca se produjo ningún abuso", declaró Allen a través de un comunicado remitido a 'The Hollywood Reporter'.

"Lamentablemente, no es sorprendente que la cadena que emite esto sea HBO, que tiene un contrato de producción y una relación comercial con Ronan Farrow. Si bien esta pieza de mala calidad puede llamar la atención, no cambia los hechos", concluyó.

Además, el equipo del cineasta ha acusado al documental de infringir derechos de autor por incluir algunos minutos del audiolibro 'Apropos of nothing' (su biografía) sin pedir permiso.