Kurt Russell: marido de Goldie Hawn, héroe de Tarantino y último pensamiento de Walt Disney

Sus ojos risueños, cara de pillo y expresión polivalente nos llevan acompañando años. Casi tantos como los 70 que cumple este miércoles. Kurt Russell nunca ha sido una gran estrella, pero puede presumir de estar en algunas de las películas que más han hecho disfrutar a los espectadores de medio mundo. Constante y selectivo con su trabajo, ha pasado de ser aquel jovencito de las películas Disney de los 60 y 70 a un macarra con aspecto de no haberse lavado en días en el cine de Tarantino. También en el héroe de ciencia ficción del rey de la serie B, John Carpenter.

En el terreno personal, Russell lleva años siendo la mitad de una de las parejas con más solera de Hollywood: la que forma junto a una reina de la comedia, Goldie Hawn. Hijo del actor Bing Russell y la bailarina Louise Julia Crone, su entrada en el cine parecía un paso completamente normal. 'Veinte docenas de hijos', cinta en la que interpretaba a uno de los retoños de Fred McMurray, fue su primer éxito para la factoría Disney.

Por aquella época, el adolescente Kurt desarrolló una gran amistad con el mismísimo Walt Disney; una relación que estuvo marcada por la muerte del padre de Mickey Mouse a finales de los años 60. Según el actor, siendo un crío llegó a jugar al ping-pong o a asistir a proyecciones privadas del magnate, que lo valoraba como si fuese su propio hijo.

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Sin embargo, la historia más sorprendente de este binomio es la que asegura que 'Kurt' y 'Russell' fueron las últimas palabras que escribió el genio del entretenimiento. "Me metieron en la oficina unos años después de que muriera, y una mujer -que no creo que fuera su secretaria, pero puede que lo fuera, no sé- me señaló algo que él escribió y me dijo: ‘¿Sabes de qué va esto?’, y le dije: ‘No, no lo sé’. Y me dijo: ‘Porque escribió algo después. Pero entonces volvió y escribió tu nombre. Es lo último que escribió’. Y le dije: ‘Oh Dios. No sé con qué se conecta", contó el propio Russell en un programa hace años.

Pero tan curiosa como su conexión con Disney es su atípica historia de amor con Goldie Hawn, a la que conoció en el rodaje de 'Una banda loca, loca' en 1968. Por aquel entonces, la actriz tenía 23 años y estaba a punto de casarse con el que acabó siendo su primer marido. Entre Hawn y Russell no sucedió nada más allá de la amistad hasta unos años después, cuando volvieron a coincidir en otro rodaje, el de 'Swing Shift'. En esa película, el actor interpretaba a un músico de swing. A Hawn se le ocurrió la genial idea de ir a bailar juntos esa música, en aras de preparar sus personajes. Y esa misma noche de principios de los 80 surgió la chispa del amor, aunque Kurt Russell tenía sus dudas al respecto. "Cuando conocí a Goldie estaba en un momento de mi vida en el que definitivamente iba a dar lo peor de mí en lo que a una relación sentimental se refiere. Creo que lo mostré y pensé: 'Si puedes manejar esto, tal vez haya alguna posibilidad de que estemos juntos", comentaba él años más tarde.

La actriz también se pensó eso de embarcarse en otra relación, ya que medio Hollywood sabía que Russell era todo un rompecorazones, uno de esos hombres que no devolvían la llamada el día después de la conquista. En cierta ocasión, la actriz lo acompañó en un paseo con su hijo Boston, fruto de otra relación con la actriz Season Hubley. Fue entonces cuando supo que sería una buena pareja para ella, tras sus matrimonios fallidos con Gus Trikonis y con Bill Hudson, padre de su famosa hija Kate.

Una vez dieron comienzo a su relación, también se pensaron mucho lo de tener a su propio hijo, que nació en 1986 y se llamó Wyatt. Ese mismo año, Russell consolidaba su fama de estrella favorita del rey de la serie B, John Carpenter, que ya le había dirigido en 'La cosa' y ahora lo hacía en 'Golpe en la pequeña China'. Nada más nacer su retoño, los dos actores se plantearon una boda que no ha llegado en los casi 40 años que llevan felizmente juntos. "Cuando llevábamos unos 10 años juntos, les preguntamos a nuestros hijos qué les parecería si nos casábamos. Y su respuesta fue tajante, nos dijeron: ‘No’. Les encantaba el tipo de relación que teníamos en ese momento, para ellos era perfecta y no querían que el matrimonio lo arruinara todo", dijo Goldie Hawn en una reciente entrevista. Y así es como han pasado cuatro décadas como uno de los matrimonios más consolidados y queridos de la meca del cine. De hecho, los dos parecen hechos el uno para el otro: simpáticos, con un punto algo gamberro y sin cortapisas a la hora de mostrarse naturales en una industria que se caracteriza justamente por lo contrario.

Tan acolplados están el uno con el otro que han vuelto a trabajar juntos en una reciente película familiar, la segunda parte de 'Crónicas de Navidad', producida por Netflix. El carácter gruñón y alocado del Santa Klaus que encarna Russell en la película es una nueva muestra de su sentido del humor canalla, que también ha exhibido en películas de Quentin Tarantino como 'Death Proof'. El personaje navideño, según Chris Columbus, director de la cinta de Netflix, podría ser el último de la carrera de Kurt Russell, que querría cerrar así un periplo en el que el séptimo arte ha sido su talismán y su forma de vida. Una variopinta carrera que, a poco que se repase, ha dado lugar a películas tan inolvidables como su pícara sonrisa, uno de sus sellos inconfundibles.