Barack Obama y las gachas de su 'abuelita Sarah'

"Mi familia y yo estamos de luto por la pérdida de nuestra querida abuela, Sarah Ogwel Onyango Obama, conocida cariñosamente por muchos como Mamá Sarah, pero conocida por nosotros como Dani o Abuelita. La echaremos mucho de menos, pero celebraremos con gratitud su larga y extraordinaria vida". Así se despedía en su cuenta de Twitter Barack Obama de su abuela, fallecida en un hospital de Kenia a los 99 años.

La señora Obama, la tercera y más joven esposa del abuelo de Barack Obama y a la que el expresidente llamaba cariñosamente 'abuelita Sarah', llegó a los titulares tras defender con vehemencia a su nieto durante la campaña presidencial de 2008, cuando sus rivales aseguraron que era musulmán y no había nacido en Estados Unidos.

Su casa se convertiría posteriormente en toda una atracción turística cuando fue elegido el primer presidente negro de Estados Unidos. La noticia de su fallecimiento en un hospital de la ciudad de Kisumu, al oeste del país, fue comunicada por su hija Marsat Onyango al periódico keniano 'Daily Nation'. Un portavoz de la familia dijo que la señora Obama había estado enferma durante una semana, pero que no tenía coronavirus

El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, aseguró por su parte en Twitter que la señora Obama era "una mujer fuerte y virtuosa" y "un icono de los valores familiares".

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Antes de que su nieto se convirtiera en toda una celebridad, Sarah Obama ya era conocida en su comunidad por las gachas calientes y los donuts que servía en una escuela local, según informa la agencia AFP. Durante décadas, dirigió una fundación en Kenia para ayudar a educar a los huérfanos y a las niñas, algo que le interesaba especialmente porque ella misma no sabía leer.

Se hizo más conocida cuando Barack Obama visitó Kenia en 2006. En aquel momento era senador por el estado de Illinois, pero ya todo un personaje muy popular en Kenia.

El esposo de Michelle Obama regresó al país en 2015, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en ejercicio que visitaba el país africano, y se reunió con la señora Obama y otros miembros de su familia en Nairobi. En 2108 visitó la casa de su abuela en el pueblo de Kogelo, tras haber dejado la Casa Blanca, bromeando que no había podido ir antes porque el avión presidencial era demasiado grande para aterrizar en el aeropuerto local.