Su castillo francés y los viñedos, nuevo motivo de disputa entre Brad Pitt y Angelina Jolie
El Château Miraval fue testigo de los años de amor de la pareja formada por Pitt y Jolie, antes conocida como Brangelina, pero ahora están en una eterna batalla legal
Fue el escenario de su boda en 2014 y el lugar que la familia eligió para que sus hijos pudieran escapar al menos una temporada del acoso mediático hollywoodense. Pero ahora el Château Miraval se ha convertido en el penúltimo amargo episodio de la batalla judicial entre Brad Pitt y Angelina Jolie en un divorcio que parece no tener fin.
En una petición presentada por la actriz ante el tribunal, Jolie acusó a Pitt de impedirle vender la villa y la bodega francesa que compraron en 2008 por 67 millones de dólares. En su escrito solicitaba al juez que retirara una orden de alejamiento automática sobre su divorcio de Pitt. La conocida por sus siglas en inglés como ATRO es una orden que impide a cualquiera de las partes de una pareja tomar decisiones financieras que puedan perjudicar al otro en medio del proceso de divorcio.
Jolie y Pitt, que se separaron en 2016, fueron declarados legalmente solteros en 2019, pero no han finalizado un acuerdo de liquidación o de custodia en su divorcio todavía.
Según documentos obtenidos por la revista 'US Weekly', los abogados de la protagonista de 'Maléfica' afirman que ha encontrado un comprador externo para su parte del negocio vinícola, pero no puede concretar la venta porque su exmarido no ha consentido en levantar dicha orden de alejamiento, lo que significa que, a menos que un juez acceda a la petición de Jolie, no podrá vender su porción de Miraval.
Antes de realizar esta última solicitud, la intérprete presentó una petición de emergencia para eliminar la orden de restricción el pasado 30 de junio, para que el comprador no tuviera tiempo de echarse atrás en la venta. Sin embargo, el juez denegó su solicitud y dictaminó que el equipo legal de Jolie no había demostrado que hubiera "peligro inmediato, daño irreparable, pérdida inmediata o daño a la propiedad".
En los documentos legales, Jolie también alegó que la propiedad era únicamente suya para empezar, ya que fue comprada seis años antes de que ella y el oscarizado actor pasaran por el altar.
En 2020, Pitt llevó a su entonces novia, Nicole Poturalski, al Château Miraval, un hecho que según publicaron varios medios estadounidenses en su momento "enfureció" a su ex cuando se enteró de que había invitado a su pareja a la finca donde se casaron.
El viaje de Pitt y Poturalski también se produjo alrededor de la fecha de su antiguo aniversario de boda. "Está furiosa y totalmente sorprendida de que Brad haya caído tan bajo", dijo una fuente a la revista 'People'. "Le asquea que él esté retozando por Europa tan públicamente con esta chica, en lugar de mantener de forma privada y digna su vida amorosa", añadía la información del medio antes de concluir de forma contundente: "El hecho de que aparentemente la haya llevado al domicilio conyugal de ella está más allá de lo hortera e inapropiado, sea como sea que Brad quiera contarlo".
El castillo dispone de 35 dormitorios, spa, jacuzzi, varios gimnasios, un lago y una enorme piscina. Además hay un viñedo de 30 hectáreas en las que se produce vino rosado, por lo que es un lugar de trabajo muy importante para algunas personas de la localidad.
Precisamente uno de sus caldos, el champán rosado Fleur de Miraval, era declarado el año pasado como uno de los mejores del mundo con una puntuación de 95 puntos sobre 100 según el prestigioso sumiller campeón del mundo Andreas Larsson.
Fue el escenario de su boda en 2014 y el lugar que la familia eligió para que sus hijos pudieran escapar al menos una temporada del acoso mediático hollywoodense. Pero ahora el Château Miraval se ha convertido en el penúltimo amargo episodio de la batalla judicial entre Brad Pitt y Angelina Jolie en un divorcio que parece no tener fin.