10 datos y curiosidades que no conocías de Angela Merkel
Sus curiosas aficiones, sus mayores miedos y aquella vez que pudo ser espía: buceamos en los datos más sorprendentes de la enigmática canciller alemana
El 26 de septiembre, Alemania elegirá un nuevo Parlamento. Así, por primera vez en los últimos 16 años, Angela Merkel ya no será candidata. La que ha sido la primera mujer canciller se retira de la política. La era Merkel ha sido para su país un periodo de crecimiento, creación de empleo, exportaciones y reducción de la deuda, pero su legado económico también deja algunas sombras según los expertos en geopolítica.
Pragmática y camaleónica, la que fuera considerada como la mujer más poderosa del mundo por la revista 'Forbes' en 2015, ha asegurado que tras ceder el testigo político quiere por encima de todo descansar, tras seguir en el cargo hasta que se haya formado un nuevo gobierno. "Después trataré tal vez de leer, y se me cerrarán los ojos, porque estaré cansada. Entonces trataré de dormir un poco y luego veremos dónde aparezco", decía con buen humor a los reporteros en una reciente entrevista en Washington.
Merkel, que el 17 de julio cumplió 67 años, disfrutará de su retiro sin preocupaciones económicas, ya que, según informa el diario alemán 'DW', recibirá una pensión mensual aproximada de 15.000 euros, como estipula la legislación germánica en estos casos. Además de tener derecho a escolta, una oficina en el Parlamento y a un vehículo oficial con chófer. Hasta que llegue el momento de su dorada jubilación, vamos a conocer una decena de curiosidades sobre esta gran dama de la política europea.
Habla ruso con fluidez
El padre de Angela Merkel se trasladó junto a su familia desde Hamburgo a la Alemania Oriental controlada por los soviéticos seis semanas después de que Angela naciera en 1954, justo cuando muchos miles de alemanes huían en dirección contraria. Como otros niños que crecieron en la RDA, Merkel aprendió ruso en la escuela. Llegó a ser tres veces campeona del concurso de lengua rusa de Alemania Oriental. Como le ocurriera a José María Aznar con el catalán, rara vez habla el idioma en público.
Fue camarera en la universidad
Mientras estudiaba Física en la Universidad Karl Marx de Leipzig, Merkel trabajaba como camarera en discotecas de estudiantes. Con el dinero que recibía llegaba a pagarse casi todo el alquiler, según confesó en una entrevista. La política llegó a doctorarse en Berlín Oriental en 1986.
Es una científica consumada
Con Marie Curie como referencia, la primera mujer en ganar un Premio Nobel, Merkel se licenció en Química y Física Cuántica, y en su día fue la única mujer que ocupaba un puesto en la sección de Química Teórica de la Academia de Ciencias de Alemania Oriental.
Le ofrecieron un trabajo en la Stasi
A finales de la década de 1970, Merkel solicitó un puesto de profesora adjunta en una escuela de ingeniería. Como condición para conseguir el trabajo, le dijeron que tendría que informar sobre sus colegas a la Stasi, la temida policía secreta de Alemania Oriental. Merkel ha asegurado que se negó porque era demasiado parlanchina para ser una buena espía. Si hubiera llegado a acceder a la proposición, su futura carrera política podría haber sido imposible, ya que en la Alemania posterior a la reunificación cualquier asociación pasada con la Stasi era poco menos que un suicidio político.
Celebró la caída del Muro de Berlín en una sauna
El 9 de noviembre de 1989, la noche en que cayó el Muro de Berlín poniendo fin a cuatro décadas de gobierno comunista en Alemania del Este, una Merkel de 35 años visitaba una sauna. Luego cruzó la frontera para celebrarlo con una sola cerveza, antes de volver rápidamente a casa, porque tenía trabajo al día siguiente.
Le gusta imitar a otros líderes mundiales
No es una afición que encaje con la imagen seria que tenemos de ella, pero, según un perfil del 'New Yorker', es una gran aficionada a las imitaciones. En las conversaciones extraoficiales con periodistas alemanes, repite conversaciones enteras con otros líderes mundiales. Entre sus favoritos están Vladimir Putin, el rey Abdalá de Arabia Saudí o el papa Benedicto XVI.
Utiliza el apellido de su primer marido
Nacida Angela Dorothea Kasner, se convirtió en Angela Merkel cuando se casó con el físico Ulrich Merkel en 1977. El matrimonio duró tan solo cinco años. Después, en lugar de volver a su nombre de soltera tras el divorcio, Merkel decidió mantener el apellido de su primer marido desde entonces. El segundo esposo de Merkel, Joachim Sauer, es profesor de la Universidad Humboldt de Berlín y no le gusta demasiado estar en primer plano. Evita tanto las apariciones públicas que ni siquiera asistió a la toma de posesión de su mujer como canciller en 2005. Los medios alemanes le han apodado el Fantasma de la Ópera.
Ella también tiene su apodo
A pesar de que Angela Merkel no tiene hijos propios, los alemanes le han puesto el cariñoso apodo de Mutti, la palabra alemana para 'mami', ya que para sus compatriotas es la que los protege y hace desaparecer los problemas.
Le dan miedo los perros
Tras ser mordida por uno en 1995, Merkel desarrolló un miedo mortal a los canes. Se rumorea que el presidente ruso Vladimir Putin llevó en una ocasión a su enorme mascota perruna a una reunión conjunta en 2007 en un intento de intimidar a la canciller. Merkel dijo más tarde sobre el incidente que "entiendo que tiene que hacer esto para demostrar que es un hombre... Tiene miedo de su propia debilidad".
Es muy buena cocinera
Se dice que Merkel está muy orgullosa de sus habilidades culinarias y es especialmente famosa por su pastel de ciruelas. Es habitual verla comprando en los supermercados de Berlín, donde siempre paga sus compras en efectivo. Una vez dijo al expresidente nigeriano Goodluck Jonathan que todas las mañanas le prepara el desayuno a su marido.
Unas habilidades gastronómicas a las que seguro, al igual que al resto de sus hobbies, la canciller alemana puede dedicar más tiempo ahora que se retira de la política tras años de total dedicación.
El 26 de septiembre, Alemania elegirá un nuevo Parlamento. Así, por primera vez en los últimos 16 años, Angela Merkel ya no será candidata. La que ha sido la primera mujer canciller se retira de la política. La era Merkel ha sido para su país un periodo de crecimiento, creación de empleo, exportaciones y reducción de la deuda, pero su legado económico también deja algunas sombras según los expertos en geopolítica.