La herencia millonaria de Robert Durst, el asesino múltiple que fue cazado gracias a la televisión
Los problemas sucesorios se agravan en el caso de Robert Durst, que ha fallecido en un hospital de California, donde le habían llevado desde la cárcel tras sufrir un paro cardiorrespiratorio
A lo largo de la historia hemos sido testigos de cómo las herencias pueden traer numerosas disputas entre familiares. Así, aunque muchas se resuelven sin problemas, recientemente hemos visto los enfrentamientos en los juzgados de la familia Medinaceli o la batalla legal de la actriz María Isasi con sus hermanos.
Problemas sucesorios que se agravan en el caso de Robert Durst, el conocido asesino que ha fallecido en un hospital de California, donde le habían llevado desde la cárcel tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Interpretado en el cine por Ryan Gosling, el galán cool por excelencia, en la película basada en su historia real 'Todas las cosas buenas', no es de extrañar que Hollywood se fijara en la vida de este criminal que escapó de la justicia durante décadas.
Hijo de una acaudalada familia de Nueva York, él y sus tres hermanos crecieron marcados por el supuesto suicidio (no se cerró si había sido premeditado o un accidente) de su madre. Una infancia de lujo, pero con el carácter de un padre autoritario y ausente.
"Descomposición de la personalidad"
A los 10 años, Robert Durst ya visitaba psiquiatra por presuntos problemas psicológicos tras la muerte de su madre. El profesional afirmó que el niño padecía de "descomposición de la personalidad y posiblemente esquizofrenia", como revela el documental que HBO le dedicó: 'The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst'
Sin embargo, su vida personal pareció estabilizarse cuando conoció a Kathie McCormack, tras acudir a la universidad a estudiar Económicas. La ayudante de dentista, que posteriormente consiguió ser pediatra, y el heredero del imperio inmobiliario se conocieron en la década de los 70 cuando Durst acudió a pedir el cobro del alquiler a McCormack.
Un flechazo digno de comedia romántica que pronto tornó en película de miedo. Tras casarse comenzó una vida donde todo parecían lujos, pero que estaba marcada por el carácter violento de Robert Durst.
Aunque no existen pruebas de entonces, los amigos de Kathie McCormack declararon a la policía que ella le tenía miedo, que quería separarse y que después de una paliza ella había perdido el bebé que esperaba el matrimonio.
"Tengo miedo de lo que haga Bobby"
Así, el 31 de diciembre de 1981 cuando llegó a una fiesta con amigos les contó antes de marcharse: "Tengo miedo de lo que haga Bobby". Un augurio que desgraciadamente parece que se cumplió, ya que un mes después, desde la madrugada del 1 de febrero de 1982 Kathie McCormack se encuentra desaparecida oficialmente, aunque su marido tardó 4 días en denunciarlo, como recogían los periódicos de la época.
A pesar de ser investigado, no se pudo probar nada contra Durst. Especialmente por la coartada y defensa que hizo de él su gran amiga Susan Berman. Se conocían desde la universidad, ella era hija de un reconocido gánster a cargo de los hoteles más lujosos de Las Vegas y su madre también se había suicidado cuando era pequeña.
Pasaron los años, mientras el imperio de Robert Durst y su familia continuaba creciendo, hasta que en el año 2000 la policía reabrió el caso de Kathie McCormack. Entonces, el empresario decidió ocultarse durante varios meses disfrazado de mujer y como vagabundo, bajo el alias Dorothy Ciner.
Una época en la que su amiga Berman era su gran apoyo, enviándole cheques en numerosas ocasiones. Sin embargo, Durst se volvió a convertir en sospechoso de asesinato cuando Berman apareció muerta con un disparo en la nuca en su casa de Los Ángeles. Solo unos días después de que ella hubiera vuelto a ser interrogada por la desaparición de Kathie McCormack. Lo que parecía confirmar las sospechas de que Durst la había asesinado por miedo a que desbaratara su coartada.
Juzgado por su tercer crimen
No hubo pruebas en esta ocasión tampoco, por lo que Durst volvió a ser libre hasta el asesinato de Morris Black, de quien había sido vecino durante su huida de la vida pública. Se encontró su cadáver descuartizado en la bahía de Galveston, Texas, y esta vez sí se pudo juzgar a Durst en 2003.
Aunque, para sorpresa de todos, fue absuelto. Dado que explicó que Black se coló en su casa para robarle y él se había defendido en un forcejeo. Disparándose el arma por accidente. Sin embargo, por las investigaciones que ya había habido sobre él tuvo miedo y optó por deshacerse del fallecido. Quedando en libertad y creando un escándalo por el posible trato de favor como en el caso de Ted Kennedy y Mary Jo Kopechne.
Una historia que acaparaba una gran atención mediática, por lo que HBO decidió hacer un documental con Robert Dust. El empresario multimillonario accedió, realizando entrevistas, mostrando sus papeles privados, recuerdos y fotografías. Un intento de limpiar su imagen que no resultó como esperaban. Durante una de las grabaciones, Durst acudió al baño con el micrófono abierto. Un descuido del que no fue consciente, ya que empezó a hablar consigo mismo frente al espejo y a decir: "Los maté a todos, por supuesto".
Así, finalmente se pudo condenar gracias a esta revelación a Robert Durst, aunque solamente del asesinato de su amiga, la escritora Susan Berman. Un juicio aplazado en numerosas ocasiones por su salud y por la pandemia tras el que le condenaron a cadena perpetua. Aunque solo ha cumplido 4 meses por su fallecimiento. Un adiós tras el que son muchos los que se preguntan qué pasará con su inmensa fortuna.
Más de 65 millones de dólares
A pesar de haber sido eliminado de la empresa familiar en 1994 -su padre eligió a su hermano Douglas-, su dedicación a los negocios a lo largo de su vida le había hecho amasar una importante cantidad de dinero. Sin hijos y con un testamento desconocido, todo parece indicar que pasará a dividirse entre sus hermanos y sobrinos. Aunque no mantenía buena relación con ellos. De hecho, su hermano Douglas declaró en su juicio: "Le gustaría asesinarme".
La revista 'Forbes' calculó en verano de 2021 que la fortuna de la familia Durst era de 8.100 millones de dólares y que la del propio Robert personal ascendería a más de 65 millones de dólares. Sospechoso del asesinato de su mujer, liberado por el asesinato de su vecino y condenado por el de su mejor amiga, lo que sí está claro es que el multimillonario legado de Durst le quita el puesto a la familia Cantora como 'la herencia envenenada'.
A lo largo de la historia hemos sido testigos de cómo las herencias pueden traer numerosas disputas entre familiares. Así, aunque muchas se resuelven sin problemas, recientemente hemos visto los enfrentamientos en los juzgados de la familia Medinaceli o la batalla legal de la actriz María Isasi con sus hermanos.