Djokovic en España: jet en terminal privada, mansión en Marbella y entreno en su club
El tenista serbio estuvo en Nochevieja en Marbella, donde posee una mansión. La ciudad no tiene aeropuerto y para llegar se debe aterrizar en el Pablo Picasso de Málaga
¿Un extranjero puede entrar en España sin el certificado de vacunación? ¿Hay aeropuerto en Marbella? ¿Es Novak Djokovic residente español? Son muchas las preguntas sin respuesta que rodean al culebrón con el que hemos empezado el año. El número uno de las listas ATP, uno de los mejores tenistas de la historia, se ha convertido en mártir y verdugo en tiempos de pandemia.
Su intención de jugar el Open de Australia, los errores cometidos y admitidos para poder entrar en el país oceánico y su lucha contra las vacunas han hecho del serbio el protagonista de un novelón al que parece que le quedan todavía muchos capítulos. Uno de ellos es el episodio español.
El Gobierno de nuestro país ya ha encargado a la Policía que investigue el paso de Nole Djokovic por España antes de volar a Australia. Desde Vanitatis hemos intentado reconstruir su viaje y estancia en Marbella, donde el serbio tiene una mansión y donde suele preparar sus pretemporadas.
El 31 de diciembre, ya pasada la cuarentena obligatoria por su positivo en covid del 18 del mismo mes, el tenista cruzaba nuestras fronteras. Djokovic vuela en jet privado desde hace años, cuando firmó un contrato con NetJet, empresa que le proporcionó su aeronave. En Marbella no hay aeropuerto, así que su aterrizaje tuvo que ser en el Pablo Picasso de Málaga, donde hay una terminal para vuelos privados.
La misma que suelen usar Antonio Banderas, Julio Iglesias y cualquier vip que viaje hasta este punto caliente de la ruta ‘celebrity’ veraniega. Una vez en Málaga, los vips suelen usar un helicóptero para trasladarse a Marbella, donde hay helipuerto. La cuestión en este caso concreto es que una vez en tierra española, para Djokovic ya era fácil moverse.
Terminal privada
Una terminal privada en un aeropuerto dependiente de AENA funciona como cualquier otra instalación oficial: se deben presentar los papeles en regla. Y según la ley, para entrar en España en esas fechas se debía mostrar un certificado de vacunas, del que Djokovic carece porque está en contra de la vacunación. Según se registró en el BOE en septiembre de 2021, “solo se permitirá entrar en España a aquellos residentes en Serbia que dispongan del certificado de vacunación completo o autorización especial”.
Dentro de esta norma, hay varias excepciones, como la de “trabajadores altamente cualificados cuya labor sea necesaria y no pueda ser pospuesta o realizada a distancia, incluyendo los participantes en pruebas deportivas de alto nivel que tengan lugar en España. Estas circunstancias se deberán justificar documentalmente”. Y aunque podría parecer que el tenista entra en este grupo, no queda claro puesto que no tenía ninguna cita de alto nivel en nuestro país.
Nochevieja en Marbella
Sabemos que estuvo en Marbella porque varios fans se lo encontraron el día de Nochevieja entrenando en el hotel Puente Romano Beach Resort & Spa, donde hay un club de tenis al que siempre acude el serbio. Allí lo vieron algunos fans, entre ellos muchos niños, que quisieron tomarse fotos con él y después se colgaron en las redes sociales. Él mismo contó el día 4 de enero que se disponía a volar a Australia desde un aeropuerto, sin especificar cuál.
Desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con Puente Romano y nos dicen que se trata de información privada de uno de sus clientes que no nos pueden facilitar. Sí que nos informan de que esa noche se celebraron varias fiestas en el recinto, aunque no detallan si Djokovic participó en alguna.
No le hacía falta, porque en Marbella cuenta con su propia residencia, tal y como hemos relatado en estas páginas. La casa, que no se sabe si es comprada o alquilada, es espectacular, como se aprecia en las fotos que el tenista estuvo publicando durante toda la primera cuarentena en su perfil de Instagram. Llama la atención el inmenso salón de la vivienda, con suelos de mármol blanco (muy típico de este tipo de villas en Marbella) y paredes blancas lisas, con un inmenso ventanal que da a la terraza por el que entra muchísima claridad.
Esta estancia, eje principal de su día a día, está dividida en dos por un arco en el techo. Por un lado, está el salón, con sofás de cuero igualmente blancos; por otro, la casa cuenta con un comedor para 10 comensales. También dispone de una amplia terraza que se atisba desde el salón y que es también maravillosa: como decíamos, desemboca en un porche con vistas al jardín decorado con muebles negros con cojines también blancos. Un auténtico remanso de paz donde les hemos visto disfrutar de una tradición tan española como la siesta.
Su hermano Marko
Con todo, ni Djokovic ni su mujer e hijos son residentes en España porque tienen su residencia en su país, como consta en la prensa internacional estos días, que repasa todos los detalles de la vida del serbio. Quien sí es residente en España es Marko Djokovic. Porque la presencia de Nole en Marbella no es casual, puesto que su hermano vive en una de las zonas residenciales más exclusivas desde hace una década. Además, como decíamos, las pistas de tenis de Puente Romano se han convertido en una de sus preferidas para entrenar.
Marko y su presencia en Marbella han sido decisivas para Nole, quien dejó a Boris Becker como entrenador y decidió cambiar de vida. Fue por Pepe Imaz, tenista, psicólogo y gurú del serbio, quien había tratado a Marko cuando quiso entrar en el tenis de élite.
El lema de este logroñés es sencillo: “A través del amor uno puede alcanzar la verdadera felicidad. Nuestro entrenamiento de tenis se basa en esta creencia”. Y con esa idea del amor, la vida sana y alejada del ruido (también de las vacunas), el número uno del tenis mundial se ha convertido en la estrella del culebrón más absurdo de este año 2022.
¿Un extranjero puede entrar en España sin el certificado de vacunación? ¿Hay aeropuerto en Marbella? ¿Es Novak Djokovic residente español? Son muchas las preguntas sin respuesta que rodean al culebrón con el que hemos empezado el año. El número uno de las listas ATP, uno de los mejores tenistas de la historia, se ha convertido en mártir y verdugo en tiempos de pandemia.