Es noticia
Menú
El príncipe Harry y Eugenia de York, juntos y rodeados de estrellas en la Super Bowl
  1. Celebrities
ESPECTÁCULO

El príncipe Harry y Eugenia de York, juntos y rodeados de estrellas en la Super Bowl

El hijo de Carlos de Inglaterra y su prima han escenificado su nueva sintonía familiar en las gradas del evento deportivo más popular de los Estados Unidos

Foto: Dr. Dre y Snoop Dogg actúan en el descanso de la Super Bowl 2022. (Rob Carr/Getty Images)
Dr. Dre y Snoop Dogg actúan en el descanso de la Super Bowl 2022. (Rob Carr/Getty Images)

Seamos honestos: el espectáculo musical del intermedio de la Super Bowl (el llamado halftime show) siempre había sido diseñado para congregar a toda la audiencia a la que le importara un pimiento el partido de fútbol americano. Es por eso que había sido siempre el paraíso de las divas (Katy Perry, Madonna, Lady Gaga, Beyoncé o el combo latino de Jennifer López y Shakira) y de los reyes del pop (del original, Michael Jackson, o los más recientes Bruno Mars y The Weekend) que expandieran las cifras de audiencia hasta los espectadores menos “deportivos”. Aun abusando del estereotipo, era el espacio de oxígeno para el público femenino u homosexual en el evento televisivo más popular de Estados Unidos.

Este año, sin embargo, este sector de la población se ha quedado un poco huérfano en la actuación musical de Dr. Dre, Snoop Dog, Mary J. Blige, 50 Cent, Kendrick Lamar y Eminem. El espectáculo de 2022, que daba un merecidísimo espacio al rap y al hip hop, triunfó en lo musical, en lo político y lo dio todo sobre el originalísimo escenario. Pero más allá de las buenas críticas, lo cierto es que ofreció poca carnaza para el imaginario pop. Por fortuna, el hecho de que la final de la Super Bowl se celebrara cerca de Los Ángeles, en el SoFi Stadium de Inglewood, trajo un buen puñado de estrellas del cine, la música e incluso la realeza tanto al estadio como a los millonarios anuncios que jalonan la retransmisión.

placeholder Dwayne 'The Rock' Johnson actúa en la Super Bowl. (Getty)
Dwayne 'The Rock' Johnson actúa en la Super Bowl. (Getty)

Todo empezó con The Rock, que hizo una épica introducción demostrando que tiene músculos hasta en las cuerdas vocales, pero los grandes momentos se vieron en las gradas. El príncipe Harry dejó a Meghan, a Archie y a Lilibet en casa y vivió un gran encuentro con su prima, la princesa Eugenia, que viajó desde Inglaterra para acompañarle en su primera Super Bowl desde que se mudó a California y partió peras con la Casa Real británica. ¿Un buen escenario para el acercamiento? Desde luego, fue lo más parecido a un palco real en este evento tan popular.

Kanye West apareció con su cada vez más habitual máscara total (o pasamontañas irrespirable), mientras otro rey del hip hop, Jay Z, acudió con su hija Blue Ivy, pero sin Beyonce. Otro palco presa de los paparazzi fue el de las dobles parejas formado por Justin Bieber-Hailey Baldwin y Kendall Jenner-Devin Booker, o el de Portia de Rossi y Ellen DeGeneres.

Pero los anuncios compitieron con tan ilustre presencia en directo. Sabiendo que el espectáculo musical no era como otros años y como las grandes marcas nunca desperdician un público que busca aferrarse a un clavo ardiendo, hubo café para todos. El imposible anuncio de Dolly Parton y Miley Cyrus anunciando teléfonos T-Mobile fue una fantasía camp dedicada a esa rara comunión entre la América blanca más recalcitrante y el colectivo gay que solo la música country consigue.

Pero quizá fue superado por otra pareja de relumbrón riéndose de sí misma: la formada por Arnold Schwarzenegger y Salma Hayek interpretando a Zeus y a Hera para un anuncio de BMW. Las piernas en sandalias del “governator” y los modelos de diosa griega de doña Pinault no pasaron desapercibidos para nadie.

placeholder Portia de Rossi y Ellen DeGeneres, en el palco del SoFi Stadim. (Getty)
Portia de Rossi y Ellen DeGeneres, en el palco del SoFi Stadim. (Getty)

Entre medias quedaron el “revival” de Jim Carrey interpretando de nuevo el personaje de 'Un loco a domicilio' a tope de tinte en el pelo pero con las muecas muy en forma a sus 60 años, y, para el colectivo amante de los superhéroes de Marvel, el momento más viral fue el estreno del tráiler de la nueva entrega de la familia, 'Doctor Strange in the Multiverse of Madness', con Benedict Cumberbatch.

placeholder Mary J Blige, durante su actuación. (EFE)
Mary J Blige, durante su actuación. (EFE)

¿De verdad no hay nada que contar de la actuación musical? ¡Por supuesto! Eminem (el único blanco del plantel de artistas) sirvió la polémica al desobedecer a la organización y arrodillarse como símbolo de desacato a la NFL, acusada de racismo sistémico. Mary J. Blige apareció llena de “brilli brilli” y con pelucón emparentado con Beyonce, y 50 Cent apareció colgado patas arriba cual murciélago y generó algún que otro comentario que lo conectó con el reciente encontronazo que tuvo en las redes con Madonna al acusarla de hacer cosas impropias de su edad…

placeholder Eminem, en el descanso de la Super Bowl. (EFE)
Eminem, en el descanso de la Super Bowl. (EFE)

Mientras que Kendrick Lamar generó los grandes momentos coreográficos y hasta hubo algún meme gracioso comparando el atuendo de Snoop Dog con la alfombra de Aladdín. Pero, en líneas generales, los amantes del petardeo que caracteriza este macroevento, los que esperábamos un pezón de metal al estilo Janet Jackson o una barra de striptease con Jennifer López luciendo cuerpazo a los 50, tuvimos que buscar la carnaza en otro lado. Aunque fuera en la propia J.Lo, que estuvo también presente como espectadora, aunque más bien discreta, al lado de Ben Affleck.

Seamos honestos: el espectáculo musical del intermedio de la Super Bowl (el llamado halftime show) siempre había sido diseñado para congregar a toda la audiencia a la que le importara un pimiento el partido de fútbol americano. Es por eso que había sido siempre el paraíso de las divas (Katy Perry, Madonna, Lady Gaga, Beyoncé o el combo latino de Jennifer López y Shakira) y de los reyes del pop (del original, Michael Jackson, o los más recientes Bruno Mars y The Weekend) que expandieran las cifras de audiencia hasta los espectadores menos “deportivos”. Aun abusando del estereotipo, era el espacio de oxígeno para el público femenino u homosexual en el evento televisivo más popular de Estados Unidos.

Príncipe Harry