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Muere Daniel, el hijo de Paul Auster, seis meses después de la tragedia de su bebé
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TRAGEDIA

Muere Daniel, el hijo de Paul Auster, seis meses después de la tragedia de su bebé

Daniel Auster ha fallecido por sobredosis a los 44 años, mientras se encontraba en libertad bajo fianza por la muerte accidental de su hija de 10 meses, también por la misma causa

Foto: Paul Auster, en una imagen de archivo. (EFE/Carlota Ciudad)
Paul Auster, en una imagen de archivo. (EFE/Carlota Ciudad)

"Te preocupas más por tus hijos que por ti mismo. Pero, en cualquier caso, estamos solos en nuestras cabezas", escribió Paul Auster. Esa dualidad entre la entrega y la soledad que provoca la paternidad se acabó dividiendo de una manera radical en su relación con sus dos vástagos. Por un lado, la polifacética artista alternativa Sophie Auster, que desarrolló parte de su carrera en España (hasta fue columnista de 'Vanity Fair') y que es fruto de su gran amor y esposa desde 1982, la también escritora Siri Hustvedt. Por otro, el hijo con el que no se hablaba desde hacía 14 años, Daniel Auster, fruto de su breve matrimonio con Lydia Davis (entre 1974 y 1978). Una relación que resucitaba hace solo unos días y saltaba de nuevo a los titulares por el peor de los motivos imaginables: haber provocado involuntariamente la sobredosis de su hija de 10 meses. Solo diez días después, hay que volver a hablar de la relación, lamentablemente porque ya no se va a recuperar: Daniel Auster ha muerto a los 44 años mientras se encontraba en libertad bajo fianza por el fallecimiento de la pequeña.

Fue curioso ver cómo se cruzaban en el tiempo las trayectorias de Sophie y Daniel en los últimos días, pero también es reflejo de una divergencia que cuenta con años de trayectoria. Ella, de 34 años, volvía en marzo a la industria musical con la canción 'Hey Girlfriend' y anunciaba en los últimos días una gira por Europa (incluyendo Ibiza) en un simpático TikTok. Él fue detenido el 15 de abril con cargos de homicidio involuntario y homicidio negligente, después de que el 1 de noviembre, y tras consumir heroína, despertara con su hija de 10 meses inconsciente a su lado. Tras administrarle 'motu proprio' un potente fármaco para contrarrestar una sobredosis, la bebé perdió la vida y la autopsia corroboró que en el pequeño cuerpo había cantidad de heroína suficiente para inhabilitar a un adulto. Paul Auster declinó en el momento hacer cualquier declaración.

placeholder Paul Auster, en una imagen de archivo. (Reuters/Hannah McKay)
Paul Auster, en una imagen de archivo. (Reuters/Hannah McKay)

Por desgracia, lo que podría ser un trágico y desafortunado hecho puntual era en realidad la culminación de una vida que empezó a torcerse con la llegada a la edad adulta del hijo mayor del escritor. El autor de 'La trilogía de Nueva York' había sembrado tanto en Sophie como en Daniel la pasión por las artes de manera idéntica, pero con resultados opuestos. Un doloroso recordatorio de lo difícil y lo aleatorio que puede ser, a veces, educar a un hijo aun con la mejor de las intenciones.

Tanto Sophie como Daniel fueron embarcados en proyectos artísticos de su padre, sobre todo los referentes al cine. Daniel hizo un papel de joven ladrón de libros (irónicamente) en 'Smoke' (1995), escrita por su padre, y Sophie se convirtió prácticamente en su musa cinematográfica con un papel pequeño en 'Lulu on the Bridge' (1998) y otro de más relevancia, ya de adulta, en 'La vida interior de Martin Frost' (2007).

placeholder Sophie Auster, en una imagen  promocional. (EFE/Ellinor Stingle)
Sophie Auster, en una imagen promocional. (EFE/Ellinor Stingle)

Pero mientras Sophie saltaba a la escena de la música indie con éxito con discos como 'Red Weather' o, sobre todo, 'Dogs and Men' -que recibió unas críticas muy entusiastas por parte del 'New York Times'- y más recientemente ha aparecido en series como 'Mozart in the Jungle', Daniel, con apenas 18 años, coqueteaba con las drogas y pequeños hurtos, y en 1996 se vio involucrado en el turbio asesinato de un traficante de drogas llamado Andre 'Ángel' Meléndez. Dos años más tarde, fue declarado culpable de haber aceptado 3.000 dólares a cambio de su silencio por parte del asesino, el promotor de fiestas Michael Alig, y fue condenado a cinco años de libertad condicional.

Así, poco a poco, su vida se fue yendo por el sumidero, detenciones menores se sucederían en el año 2008, 2009 y 2010 por posesión de drogas, y se convirtió en un antimuso para su padre -en su libro 'La noche del oráculo' (2003) usó como narrador a un escritor cuyo hijo es drogadicto-, pero también en el de Siri Hustvedt, quien retrató los devastadores efectos del abuso de sustancias en 'Todo lo que amé' (2004). Ambos llevan años rechazando cualquier pregunta respecto a su relación con Daniel.

placeholder Siri Hustvedt, recogiendo el premio Princesa de Asturias. (EFE)
Siri Hustvedt, recogiendo el premio Princesa de Asturias. (EFE)

Sin embargo, no sorprenderá a nadie que quien mejor captó la trágica situación fue su madre, Lydia Davis, que ya para entonces era considerada una maestra del relato corto. En uno de ellos, titulado 'Egoísta' y publicado en 2002, desgranaba de manera terrible la complicada relación de una madre con un hijo como Daniel: “Si no has sido lo suficientemente egoísta”, se decía a sí misma, “cuando estén metidos en líos sufrirás, aunque mientras sufras seguirás, por pura costumbre, siendo egoísta y dirás: estoy destrozada, mi vida no tiene sentido, ¿cómo voy a seguir adelante?”. A día de hoy, ninguno de estos tres maestros de las letras ha tenido palabras para describir lo sucedido ni para apoyar, rechazar o expresar lo que sintieron por la muerte de la pequeña.

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Daniel Auster. (Redes)

Trabajaba de manera no muy estable como DJ y como fotógrafo, pero en el barrio aseguraban que los veían pasear el carrito de la bebé y llevar una vida agradable y aparentemente normal. Y, según testimonios recogidos por el 'New York Times', los más cercanos no fueron conscientes de la muerte de la bebé hasta que vieron en la acera del edificio en el que vivían cajas con la ropa, los libros y los juguetes de la niña. Incluso Smith, la única que ha hablado, lo hizo para asegurar que aquel fatídico 1 de noviembre, al irse ella a trabajar y dejar a la hija con su padre, todo estaba bien. Ahora, la viuda y la familia de Daniel tienen que enfrentar una nueva tragedia.

"Te preocupas más por tus hijos que por ti mismo. Pero, en cualquier caso, estamos solos en nuestras cabezas", escribió Paul Auster. Esa dualidad entre la entrega y la soledad que provoca la paternidad se acabó dividiendo de una manera radical en su relación con sus dos vástagos. Por un lado, la polifacética artista alternativa Sophie Auster, que desarrolló parte de su carrera en España (hasta fue columnista de 'Vanity Fair') y que es fruto de su gran amor y esposa desde 1982, la también escritora Siri Hustvedt. Por otro, el hijo con el que no se hablaba desde hacía 14 años, Daniel Auster, fruto de su breve matrimonio con Lydia Davis (entre 1974 y 1978). Una relación que resucitaba hace solo unos días y saltaba de nuevo a los titulares por el peor de los motivos imaginables: haber provocado involuntariamente la sobredosis de su hija de 10 meses. Solo diez días después, hay que volver a hablar de la relación, lamentablemente porque ya no se va a recuperar: Daniel Auster ha muerto a los 44 años mientras se encontraba en libertad bajo fianza por el fallecimiento de la pequeña.

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