Paul McCartney y su fortuna a los 80: la relación con el dinero del niño que no tenía nada

80 redondos y fructíferos años son los que cumple este 18 de junio Paul McCartney, uno de los artistas más importantes de la historia de la música. Lo hace convertido en el músico más rico del Reino Unido e Irlanda, según la lista que elaboró el año pasado 'The Sunday Times'. A pesar de la desaparición de los Beatles, McCartney ha continuado a lo largo de su vida amasando y engordando su gran fortuna, que se estima que alcanza los 1.200 millones de dólares, una cifra superior a la de otros grandes como Elton John, Ed Sheeran o los miembros de la banda U2.

La riqueza que posee hoy McCartney ha sido lograda después de una exitosa carrera de 50 años en la que, además de la venta de discos, se han sumado otros factores, como el poseer el derecho de canciones propias y ajenas, así como la inversión en diferentes empresas y en propiedades.

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El punto de partida de todo ello comienza de cero, cuando siendo aún niño, en Liverpool, supo lo que era no tener nada. Así lo confesó él mismo en una entrevista concedida hace dos años a 'The New York Times': “Cuando era niño en Liverpool, solía escuchar las conversaciones de la gente. Recuerdo a un par de mujeres que hablaban de dinero: “Ah, mi marido y yo siempre discutimos sobre dinero”. Y recuerdo que pensé muy conscientemente: “Ok, lo resolveré; intentaré tener dinero”. Eso me puso en el camino de “no tengamos demasiados problemas con el dinero”.

La falta de recursos económicos en el hogar durante su niñez le hizo desarrollar una relación con el dinero y con el valor de las cosas que aún perdura, a pesar de poseer una riqueza que enloquecería a cualquiera. “Lo que pasó fue que, al no tener mucho dinero, cuando entraba algo en casa era importante. Era importante cuando se me entregaba mi cómic semanal. O era un gran acontecimiento cuando llegaba la carta de mi amigo por correspondencia —tenía un amigo por correspondencia en España, Rodrigo—. Cuando venían regalos en los cómics, con pequeñas chucherías, las guardaba todas. Algunos dirían que es un instinto de acaparamiento, pero el no tener nada cuando era niño ha hecho que esa actitud se me haya quedado en lo que respecta al dinero. Estoy un poco loco. Mi esposa no lo está. Ella sabe que puedes deshacerte de las cosas que no necesitas. Pero yo soy un conservador. Si voy a algún sitio y me dan lo que he comprado en una bonita bolsa, querré quedarme con la bolsa. Mi razonamiento es que tal vez mañana quiera poner mis sándwiches en ella. Mientras que Nancy dice: 'Conseguiremos otra bolsa'. Por lo tanto, mi actitud hacia el dinero no ha cambiado tanto. Es el mismo instinto de conservación”.

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Centrándonos en lo puramente económico, podemos analizar con cifras, cómo el ex-Beatle ha logrado amasar su fortuna. Lo haremos comenzando por una obviedad. Junto a John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, McCartney logró su gran fama mundial como bajista y uno de los cantantes de The Beatles, la banda más popular e influyente en la historia de la música moderna que batió todos los récord de ventas. Tan solo en Estados Unidos se registraron ventas de 183 millones de discos. Fueron más de 600 millones en todo el mundo.

Pero las ventas de discos continuaron más allá de los Beatles. Después de la separación de la banda, continuó su carrera musical en solitario y formó Wings con su primera esposa, Linda, y Denny Laine.

En 2021, por ejemplo, McCartney lanzó 'III Imagined', el décimo noveno álbum de su trabajo en solitario, que de inmediato entró en el top de las listas de los más vendidos en todo el mundo.

Además de las ganancias por las ventas de discos, el músico posee una impresionante cartera de derechos de canciones propias y ajenas. El final de The Beatles supuso un nuevo comienzo para Paul McCartney en este sentido. Fundó el holding McCartney Productions Limited (MPL). Gracias a esta compañía, empezó a adquirir los derechos de autor de grandes artistas como Buddy Holly, Jerry Herman, Frank Loesser, Meredith Willson, Harold Arlen y otros.

Este holding genera a McCartney hasta el día de hoy decenas de millones provenientes del copyright. Se estima que la mitad de su inmensa fortuna corresponde a las ganancias adquiridas de MPL.

Otra fuente incesante de ingresos es la de sus giras de conciertos, con los que logra una media de 50 o 60 millones de dólares al año. Desde 1972, McCartney no ha cesado de ofrecer espectáculos en directo a su legión de fans. Con 72 años protagonizó la gira mundial 'Out There', con la cual visitó veinte países alrededor de todo el mundo y ofreció 80 conciertos. En 2019 la suma ascendió en 100 millones, y en 2020 sus ganancias superaron los 37 millones de dólares.

Al de Liverpool también le gusta invertir en empresas. Ha confiado su dinero a marcas como Jaunt (una desarrolladora de software) y Magex (una compañía de servicios de comercio electrónico que fue finalmente comprada por BankServ). Además, su esposa, Nancy Shevell, posee un exitoso negocio familiar de camiones en Estados Unidos en el que Paul también ha invertido desde 2011.

Y por último, están sus propiedades. La compra de casas le ha hecho poseer un patrimonio inmobiliario valorado en 150 millones de dólares. En el año 1984 construyó una casa frente al museo MoMa de New York valorada en 1.88 millones y en 1998 invirtió casi medio millón en una casa en East Hampton. Así como también posee casas en Long Island, Beverly Hills y muchos otros lugares más.

A las casas hay que sumar su colección de coches de lujo. Un Aston Martin DB5, un Lamborghini S2 Espada, un Chevrolet C5, un Corvette o un Lexus LS 600h, valorado en 73.000 dólares, son algunos de sus favoritos.

Para McCartney, lo mejor de poseer una inmensa fortuna como la que él tiene, lo confesó el mismo en 'The New York Times': "Una de las grandes cosas es lo que puedes hacer con ese dinero. Si mi familia y amigos tienen algún problema médico, puedo decir: 'Voy a ayudar'. Lo mejor de tener dinero es que puedes ayudar a la gente”.