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Exclusiva: Los días de amor y playa de Jack Dorsey, cofundador de Twitter, en Formentera
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Una de la mayores fortunas del mundo

Exclusiva: Los días de amor y playa de Jack Dorsey, cofundador de Twitter, en Formentera

En camiseta, con la cabeza afeitada y una larga barba, uno de los hombres más ricos del planeta ha elegido la isla balear para relajarse y disfrutar del sol en buena compañía

Foto: Jack Dorsey y su acompañante, en Formentera. (Gtres)
Jack Dorsey y su acompañante, en Formentera. (Gtres)

Este verano de 2022, Ibiza y su hermana pequeña, Formentera, han recuperado el esplendor de años prepandémicos, y todo el mundo (hemos dicho 'to-do-el-mun-do') se está dejando caer por las islas baleares para disfrutar del sol, el mar, la playa y la fiesta como en aquellos tiempos en los que la mascarilla solo se veía en los quirófanos. En ese largo listado de vips seducidos por el encanto mediterráneo no podía faltar Jack Dorsey, cofundador de Twitter y uno de los hombres más ricos del planeta.

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El que fuera durante años consejero delegado de la red social del pajarito se ha dejado ver estos días por el paraíso balear en modo ‘Supervivientes’ y en muy buena compañía. Con un look muy relajado (camiseta tipo imperio que elevó a la categoría de icono estilístico Bruce Willis en ‘La jungla de cristal’), bermudas, pies descalzos y botella de licor en mano.

placeholder Dorsey, junto a su acompañante en la isla balear. (Gtres)
Dorsey, junto a su acompañante en la isla balear. (Gtres)

El estilismo de su compañera en esta aventura de yate y playa iba muy en la línea a los que nos tiene acostumbrados Lara Álvarez: un total look negro de dos piezas, elaborado en crochet o punto (una de las tendencias de la temporada), compuesto por un top clásico de bajo rematado en puño y una falda de tiro alto y bajo asimétrico. Un look con inspiración boho, un estilo muy acorde al espíritu de la isla. Para acompañar a este estilismo 100% playero, la acompañante de Dorsey protegía sus ojos con gafas de sol rectangulares y portaba en la mano una bolsa de plástico verde que, mucho nos tememos, escondía alguna vianda por si apretaba la gazuza.

placeholder La pareja, sufriendo el terreno rocoso de Formentera. (Gtres)
La pareja, sufriendo el terreno rocoso de Formentera. (Gtres)

Sonrientes, divertidos, los dos cogidos de la mano (que cantaba Alejandro Sanz) y (probablemente) echando de menos unos buenos escarpines (el terreno rocoso de algunas zonas de Formentera lo recomienda), la pareja se ha acercado a una zodiac que ha servido de lanzadera para llevarlos a bordo de un yate donde pasaban la jornada tomando el sol; y en caso del magnate, dormitando.

placeholder Subiendo a la zodiac que les llevaría al yate. (Gtres)
Subiendo a la zodiac que les llevaría al yate. (Gtres)

El descanso del guerrero

Más allá de los excesos festivos que haya podido protagonizar la pareja la noche anterior (ya sabemos que durante el verano Ibiza y Formentera son islas que nunca duermen, especialmente la primera), el sueño reparador de Dorsey está más que justificado. A pesar de que hace un año decidió abandonar el puesto de consejero delegado de la red social Twitter, designando como máximo ejecutivo a Parag Agrawal, Jack siguió formando parte de la cúpula directiva de la compañía que ayudó a fundar en 2006. Al mismo tiempo, fundaba Square, una empresa de pagos electrónicos que, por cierto, desembarcó en España a principios de año.

placeholder Las muestras de cariño entre ellos, más que evidentes. (Gtres)
Las muestras de cariño entre ellos, más que evidentes. (Gtres)

Total, que entre unas cosas y otras (por ejemplo, que vendiera hace un año el primer tuit de la historia como NFT por 2,9 millones de dólares), a este empresario prematuro, que a los 15 años ya había vendido su primer software, se le calcula una fortuna en torno a los 11.800 millones de dólares. Por cierto, que para que vean que también tiene su lado solidario, Dorsey decidió donar las ganancias de la venta de su primer mensaje en redes (“Just setting up my twttr” / “Configurando mi cuenta Twttr”, publicaba en marzo de 2006) a un fondo destinado a África. No era la primera vez que compartía parte de su fortuna: en abril de 2020, con el coronovarius haciendo estragos, donó el 28% de su dinero para ayudar a combatirlo. "Una vez hayamos vencido esta pandemia, el fondo se centrará en la salud y educación de las niñas y los ingresos universales básicos. Funcionará de forma transparente, por lo que todos sus movimientos podrán ser seguidos aquí", explicó entonces.

Tres relaciones conocidas

De ascendencia italiana, Dorsey nació el 19 de noviembre de 1976 en San Luis, una ciudad de Misuri. Su madre era ama de casa y su padre, ingeniero. El primer Macintosh llegó a su casa cuando tenía 8 años. De pequeño tocaba el violín y los mapas de información sobre trenes.

Aunque empezó en la universidad de su Misuri natal y luego se trasladó a la de Nueva York, no logró terminar sus estudios. En el año 2000 llevó a cambo un prototipo de lo que luego sería su gran aportación al siglo XXI, aunque aún tendría que esperar hasta 2006 a que se materializase.

placeholder La pareja, descansando a bordo del yate. (Gtres)
La pareja, descansando a bordo del yate. (Gtres)

Aunque tiene dinero para comprarse el barco que quiera, Dorsey es conocido en el mundo de los multimillonarios como el magnate austero. De hecho, el yate en el que le vemos no es especialmente ostentoso para lo que estamos acostumbrados a ver tanto en Ibiza como en Formentera, que cada año ven atracados en sus puertos los yates más exclusivos. Tampoco la vida privada del empresario parece demasiado extravagante: según ha contado en alguna entrevista, se levanta a las cinco de la mañana, procede después a un ritual de frío-calor durante 15 (sauna, seguida de baño de agua helada) y escucha podcasts de camino al trabajo.

placeholder Descansando, mecidos por las aguas del mediterráneo. (Gtres)
Descansando, mecidos por las aguas del mediterráneo. (Gtres)

También practica yoga y meditación y toma champán con sus amigos para relajarse. Tiene varios tatuajes, algún piercing y es fan de Beyoncé. Aunque ha declarado que su ciudad favorita del mundo es París, no nos extrañaría que tras su paso por las islas baleares cambiara de opinión. Y no solo por los espectaculares paisajes y las aguas cristalinas, sino por la compañía. A sus 45 años, Dorsey ha tenido tres relaciones conocidas: en 2010 empezó a salir con Kate Greer, con la que ha roto y vuelto a lo largo de una década; en 2013 empezó una relación con modelo británica Lily Cole; y en 2017, con la influencer Raven Lyn.

Este verano de 2022, Ibiza y su hermana pequeña, Formentera, han recuperado el esplendor de años prepandémicos, y todo el mundo (hemos dicho 'to-do-el-mun-do') se está dejando caer por las islas baleares para disfrutar del sol, el mar, la playa y la fiesta como en aquellos tiempos en los que la mascarilla solo se veía en los quirófanos. En ese largo listado de vips seducidos por el encanto mediterráneo no podía faltar Jack Dorsey, cofundador de Twitter y uno de los hombres más ricos del planeta.

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