El enfado de Jennifer Lopez: un invitado roba un vídeo personal de su boda

Semanas después, la boda de Jennifer Lopez y Ben Affleck sigue siendo noticia. Recordemos que la célebre pareja se dio el 'sí, quiero' ante sus familiares y amigos el pasado 20 de agosto en un enlace de tres días celebrado en la granja de más de 35 hectáreas ubicada en Savannah (Georgia) que es propiedad del actor. En realidad, esta era su segunda vez. Por sorpresa y a mediados del mes de julio, concretamente el día 16, Lopez y Affleck dieron el bombazo: una primera boda íntima en Las Vegas.

Con casi todo lo permitido, ya expuesto y analizado, desde los tres vestidos de novia de Ralph Lauren que lució la cantante, pasando por las instantáneas de la impresionante puesta en escena tomadas desde al aire, hasta los pequeños pero reveladores detalles de los festejos, todavía hay algo más que añadir.

Resulta que todos los asistentes a la boda tuvieron que firmar un contrato de confidencialidad que garantizase que lo que allí iban a ver y vivir no fuese publicado sin el consentimiento de los novios. Una forma de blindar su enlace al público y asegurarse de que tanto su privacidad como la de sus familiares, amigos y seres queridos no iba a quebrantarse en ningún momento.

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Esto no ha sido así. El 26 de agosto, el medio estadounidense 'TMZ' publicó un vídeo en el que se veía a Jennifer Lopez vestida de novia cantando una canción a su marido. Unas secuencias de apenas unos segundos en las que la intérprete estadounidense deleitaba con su voz a Ben Affleck. El actor permanecía atento a la actuación, sentado en una silla en primera línea.

Lejos de ser una publicación llevada a cabo por uno de los miembros de la famosa pareja, la actriz apunta directa a uno de sus invitados como ejecutor de este robo de imágenes personales para su filtración y muestra su enfado y rabia en las redes sociales por autorizar y vender un vídeo sin su consentimiento. "Fue grabado sin permiso. Punto. El que lo hizo se aprovechó de un momento íntimo. No sé de dónde lo estáis sacando porque todos los invitados firmaron acuerdos de confidencialidad y les pedimos que no compartieran nada de nuestra boda".

Una de las anécdotas más divertidas y románticas de la fiesta que la cantante hubiese preferido mantener en la intimidad o exponerlo "cuando estuviese lista", y que ahora ha desencadenado un turbio desenlace.

Asombrada e indignada a partes iguales, Jennifer Lopez añade que "lo que compartimos es nuestra decisión. Esto ha sido robado sin mi consentimiento y vendido por dinero". El escrito que la estadounidense ha compartido en las redes sociales finaliza con un emoticono de una cara triste. Una situación que, sin duda, está empañando su idílica y costosa luna de miel.