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60 años de '¿Qué fue de Baby Jane?': Bette Davis y Joan Crawford, historia de una guerra
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CLÁSICO CAMP

60 años de '¿Qué fue de Baby Jane?': Bette Davis y Joan Crawford, historia de una guerra

Las batallas entre las dos divas forman parte del imaginario colectivo. La película, de cuyo estreno se cumplen seis décadas, se ha encargado de mifiticar esa guerra aún más

Foto: Joan Crawford y Bette Davis, en '¿Qué fue de Baby Jane?'. (CP)
Joan Crawford y Bette Davis, en '¿Qué fue de Baby Jane?'. (CP)

Las guerras en Hollywood son un clásico tan viejo como la propia meca del cine. Allí no existen las bombas (solo las del cine de Michael Bay), sino las lenguas afiladas, los puñales por la espalda y buenas dosis de mala baba envueltas en glamour. Y si no, que se lo pregunten a Bette Davis o a Joan Crawford. O más bien, a esos fans que las sobreviven, ya que ninguna sigue ya en el mundo de los mortales para hablarnos de sus espadas en alto. A finales de este mes de octubre (coincidiendo con Halloween) se cumplen 60 años del estreno de '¿Qué fue de Baby Jane?', la película que enfrentó a las dos divas. El ya clásico del cine parodió la decadencia de las estrellas de Hollywood; nos contó la historia de dos hermanas que fueron astros de la pantalla y años después viven en un viejo caserón llenas de recuerdos y echándose sus miserias en cara. Más o menos lo que ocurría tras las cámaras del rodaje de la película de Robert Aldrich, una producción de Warner en la que pocos confiaban, tal y como nos contó 'Feud', la miniserie de Ryan Murphy dedicada a explorar el choque de trenes entre las dos actrices. 'Baby Jane' acabó convirtiéndose en un clásico 'camp' que sigue acumulando fans seis décadas después. Muchos de ellos siguen preguntándose por qué sus dos protagonistas parecían odiarse en la vida real.

Foto: Jessica Lange como Joan Crawford y Susan Sarandon como Bette Davis.

La historia de por qué David y Crawford se llevaban tan mal es una de las más apasionantes de Hollywood. Empezando por el concepto que se tenía de ambas. "¿Por qué soy tan buena interpretando a zorras? Creo que es porque no soy una zorra. Quizá esa es la razón por la que Joan Crawford siempre interpreta a damas", solía decir la protagonista de 'La loba'. Con frases como esta reforzaba la creencia generalizada de que ella era mejor intérprete que Crawford. Parte de razón tenía: la protagonista de 'Alma en suplicio' siempre fue más estrella que actriz en el imaginario colectivo y pese la estatuilla que consiguió (y que recibió en la cama, alegando enfermedad) por encarnar a la Mildred Pierce de la citada película.

placeholder Joan Crawford, recibiendo el Oscar en 1945 y 1962. (Cordon Press)
Joan Crawford, recibiendo el Oscar en 1945 y 1962. (Cordon Press)

Pero más allá de consideraciones cinéfilas, el germen de su odio podría estar, dicen, en un hombre: Franchot Tone. A mediados de la década de los 30, Davis triunfaba como reina de la Warner y Crawford como una de las grandes de Metro Goldwyn-Mayer. Por entonces, Tone y Bette iniciaron un amor que coincidió con su primer Oscar por 'Peligrosa' (1935). Crawford se acababa de divorciar de Douglas Fairbanks Jr. y protagonizó junto a Tone 'Today We Live' (1935). El amor surgió en aquel rodaje hasta el punto de que, tiempo después, los dos se convirtieron en marido y mujer. Según el cotilleo más machista de la época, Davis sintió que le habían robado al novio; que Tone había sido seducido por la actriz de MGM. 'La loba' jamás perdonó aquello a Crawford.

Años después, el destino quiso que las dos coincidieran en el mismo estudio. Tras ser despedida de Metro, Joan pasó años difíciles en paro hasta que, a mediados de los 40, fue recuperada por Warner para protagonizar la citada 'Alma en suplicio'. Aquel éxito coincidía con la absoluta decadencia de Bette Davis como reina del estudio. Así, mientras que la carrera de Bette en Warner languidecía, la de Crawford subía como la espuma. La actriz pasaba a ser un auténtico imán para los espectadores con éxitos del melodrama más desaforado, como 'Humoresque' (1946). Según la crónica hollywoodiense, la rivalidad entre ambas alcanzó uno de sus puntos más álgidos en aquellos años.

placeholder David en 1935, cuando era la reina de Warner Bros. (EFE)
David en 1935, cuando era la reina de Warner Bros. (EFE)

Cuando llegó el rodaje de '¿Qué fue de Baby Jane?', dos décadas más tarde, ninguna de las dos actrices estaba en su mejor momento. Los años de autógrafos, fotos firmadas y docenas de estrenos quedaban lejanos para ambas. Hasta el propio Jack Warner pensó que era mala idea unir en una misma película a dos viejas glorias de su estudio. Y la propia Davis le manifestó sus dudas al director de la cinta, Robert Aldrich. Como era costumbre en ella, lo hizo sin pelos en la lengua. "¿Te has follado a Joan? Porque si lo hubieses hecho, no serías justo con las dos", le soltó. Sea como sea, Crawford y ella aceptaron rodar la película e incluso aparecer más desaliñadas que de costumbre. Al fin y al cabo, interpretaban a dos hermanas peculiares: una exestrella infantil y una paralítica, que compartían penas y maltrato en su viejo caserón gótico, situado en Los Ángeles. Las fricciones entre ambas protagonizaron sonadas anécdotas durante el rodaje. Joan era la mujer del presidente de Pepsi Cola por aquel entonces. Como detalle para el equipo, instaló una pequeña máquina de refrescos de la firma en plató. Bette quiso fastidiarla e instaló una similar de la competencia, la Coca-Cola. La gracia hizo que ninguna de las dos se hablase durante días.

En las secuencias más físicas, tanto la una como la otra tuvieron la oportunidad de fastidiarse. Cuando Jane (Davis) tiene que levantar en brazos a su hermana, la actriz advirtió a Crawford que no fuese un peso muerto, ya que tenía problemas de espalda. Joan hizo lo contrario. En otro momento, Baby Jane golpea con fiereza a su hermana Blanche, y cuentan que alguna de las patadas fue absolutamente real. Además de estas batallas diarias, la Davis criticaba los intentos de su oponente para parecer glamurosa incluso cuando, en la mayor parte del metraje, aparecía en una silla de ruedas. "En su vestuario había sostenes de tres tallas. En la famosa escena en la que aparece tumbada en la playa se puso uno de los más grandes. Seamos francos: cuando una mujer está tumbada boca arriba, por muy exuberante que sea, el busto no permanece erecto. En la escena yo me caía encima de ella. Casi me corta el aliento. Fue como caer sobre dos balones de fútbol", aseguró.

Pese a los contratiempos, '¿Qué fue de Baby Jane?' fue un rotundo éxito de taquilla. Meses después del estreno, Bette Davis estuvo a punto de ganar un tercer Oscar y Joan Crawford, que según la primera era "muy envidiosa", no pudo soportar no estar ni siquiera nominada. La actriz se las apañó para recoger la estatuilla en nombre de la ganadora de aquel año, Anne Bancroft, que lo obtuvo por su interpretación en 'El milagro de Anna Sullivan'. Cuando se anunció el nombre de Bancroft, Crawford se topó con Davis y cuentan que le soltó un "permiso, querida" que ya ha pasado a formar parte de la historia del cotilleo cinematográfico. Años más tarde, '¿Qué fue de Baby Jane?' sigue siendo un icono 'camp' y sus dos 'stars' siguen siendo imitadas en programas como 'Drag Race' y en todo tipo de espectáculos del colectivo LGTBI, quizá el que mejor ha sabido entender lo grandes que fueron por encima del exceso en el que cayeron sus respectivas imágenes.

placeholder Davis y Crawford, durante el rodaje. (CP)
Davis y Crawford, durante el rodaje. (CP)

En plena era del Me Too y tras el éxito de la serie 'Feud' hace cinco años, hay que estar ciego para no ver que, en el fondo, las dos divas tenían mucho más en común de lo que parece. Las dos fueron grandes estrellas en un mundo de hombres, lucharon por los mejores proyectos y tuvieron hijas que se acabaron enfrentando a ellas. Aunque, para los amantes del cosmos de Hollywood, su duelo de arpías sigue siendo un motivo de satisfacción. No hay más que recordar algunas de las frases que Bette le dedicó a Joan con el paso de los años: "No la mearía ni aunque estuviese ardiendo en llamas", por ejemplo. De estar vivas, seguro que a las dos les haría una gracia tremenda que sus nombres vayan unidos en una miniserie y en varios libros dedicados a narrar, más que su enfrentamiento, la cantidad de similitudes que compartían. Como dijo la proverbial Baby Jane, en el fondo podrían haber sido amigas. De hecho, grandes amigas.

Las guerras en Hollywood son un clásico tan viejo como la propia meca del cine. Allí no existen las bombas (solo las del cine de Michael Bay), sino las lenguas afiladas, los puñales por la espalda y buenas dosis de mala baba envueltas en glamour. Y si no, que se lo pregunten a Bette Davis o a Joan Crawford. O más bien, a esos fans que las sobreviven, ya que ninguna sigue ya en el mundo de los mortales para hablarnos de sus espadas en alto. A finales de este mes de octubre (coincidiendo con Halloween) se cumplen 60 años del estreno de '¿Qué fue de Baby Jane?', la película que enfrentó a las dos divas. El ya clásico del cine parodió la decadencia de las estrellas de Hollywood; nos contó la historia de dos hermanas que fueron astros de la pantalla y años después viven en un viejo caserón llenas de recuerdos y echándose sus miserias en cara. Más o menos lo que ocurría tras las cámaras del rodaje de la película de Robert Aldrich, una producción de Warner en la que pocos confiaban, tal y como nos contó 'Feud', la miniserie de Ryan Murphy dedicada a explorar el choque de trenes entre las dos actrices. 'Baby Jane' acabó convirtiéndose en un clásico 'camp' que sigue acumulando fans seis décadas después. Muchos de ellos siguen preguntándose por qué sus dos protagonistas parecían odiarse en la vida real.

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