Quién es el Dibu Martínez, el otro gran héroe del Mundial: infancia humilde y un amor de película
El portero de la selección albiceleste, que jugó brevemente en España, fue fundamental para que los suyos levantaran por primera vez el trofeo desde 1986
Cuando Argentina se impuso en la tanda de penaltis a Francia para hacerse con el Mundial, todos los ojos estuvieron puestos en Leo Messi, autor de dos goles y capitán de la selección albiceleste. Pero otro jugador había sido un pilar básico en la consecución del triunfo con sus paradas, sobre todo una atajada milagrosa en la prórroga. Emiliano Martínez, el Dibu, emocionaba al planeta con sus lágrimas tras conquistar un título que se les resistía a los suyos desde que Diego Armando Maradona levantara la copa en 1986.
"No puede haber un Mundial que haya soñado tanto", decía el guardameta de 30 años entre lágrimas tras el partido. "Es un momento que siempre tengo que dar a mis compañeros, otra vez me patearon tres veces y me hicieron tres goles, pero después hice todo bien", añadía justo antes de recibir el Guante de Oro de la FIFA que premia al mejor portero de este polémico Mundial de Qatar.
¡EL DIBU! 🧤
— TyC Sports (@TyCSports) December 18, 2022
¡VAMOS VAMOS SELECCIÓN!
¡VAMOS ARGENTINA!
La palabra del arquero de la Selección habló tras la histórica consagración.
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Nacido en una familia trabajadora de Mar del Plata, su madre limpiaba casas y su padre cargaba mercancías en el puerto. "Éramos humildes, pero muy felices. Por eso no nos da vergüenza decir de dónde venimos. Más allá de las complicaciones, a los chicos nunca les faltó un plato de comida en la mesa. Les dimos todo lo que pudimos", aseguraba Beto, el padre del futbolista, en una entrevista.
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Su llamativo apodo le viene desde su infancia y tiene que ver con el personaje de una serie de televisión de los años noventa. Al parecer era muy parecido a Dibu, protagonista de la ficción animada 'Mi familia es un dibujo', sobre todo por las pecas que tenía en su rostro y el cabello pelirrojo. Cuando el programa se emitió en Argentina, él tenía cuatro añitos y ya se le quedó el apelativo para siempre.
Su vida desde niño hasta sus éxitos deportivos actuales la narra el libro 'Dibu Martínez. Pasión por el fútbol', que ha visto disparadas sus ventas desde este Mundial de Qatar. La obra nos cuenta cómo descubrió su pasión por el fútbol desde que jugaba a pelota en la playa con sus amigos y cómo desarrolló su carrera en este deporte que vuelve locos a todos los argentinos.
El hombre que luce la camiseta 23 del equipo nacional, cuando no juega en la selección argentina lo hace en el Aston Villa de Inglaterra, tras una larga carrera en el fútbol inglés y un excelente pero breve tiempo como cedido en el Getafe. "Mirá que te como, hermano" fue la célebre frase de este carismático arquero que todos repetían en su país después de la tanda de penaltis, otra más, contra Colombia en la última Copa América.
Quienes sin duda han vivido su último triunfo de una forma muy especial son su mujer y sus hijos. Al amor de su vida, Mandinha, la conoció en 2013 mientras esperaba el autobús que le llevaba a entrenar cada día con el Arsenal londinense. Se casaron cuatro años después y ahora tienen dos pequeños, Santi y Ava.
Con el impulso que tuvo su carrera en los últimos años, Dibu no tiene ya que coger el autobús y en cambio se puede permitir tener en su garaje algunos de los coches más caros del mundo, en una colección que hace sombra a la del propio Cristiano Ronaldo. Gran aficionado al motor, se le ha visto paseando por Londres conduciendo su Ferrari California. Aunque ahora su gran debilidad es un rapidísimo y carísimo Corvette modelo 2015.
También destaca el arquero argentino por haber normalizado el cuidado de la salud mental en los futbolistas. "Siempre fui fuerte, pero se trabaja. Empecé con un psicólogo hace cuatro años. Me cambió mucho. Me prepara para cada partido", aseguró en una entrevista con 'El País'. "Mi cabeza está más centrada que nunca, gane o pierda. Con lo que exige el fútbol a nivel mundial, creo que todo jugador necesita un psicólogo", asegura convencido.
Cuando Argentina se impuso en la tanda de penaltis a Francia para hacerse con el Mundial, todos los ojos estuvieron puestos en Leo Messi, autor de dos goles y capitán de la selección albiceleste. Pero otro jugador había sido un pilar básico en la consecución del triunfo con sus paradas, sobre todo una atajada milagrosa en la prórroga. Emiliano Martínez, el Dibu, emocionaba al planeta con sus lágrimas tras conquistar un título que se les resistía a los suyos desde que Diego Armando Maradona levantara la copa en 1986.