Los Globos de Oro 2023: un lavado de cara con Zelenski, Ryan Murphy y el reconocimiento a Spielberg

"Tu vida ya es un milagro", decía Angela Bassett cuando subió al escenario a recoger su Globo de Oro como mejor actriz de reparto por la secuela de 'Black Panther'. El suyo era el tercer premio de la noche. La palabra podría definir la propia gala. Porque resulta milagroso que los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood hayan remontado la crisis que casi acaba con ellos. Hagamos flashback y echemos la vista atrás justo un año. 2022: la polémica sobre la falta de diversidad de los votantes y los cohechos de los miembros desemboca en un boicot que convierte a la ceremonia número 79 de los Globos en una testimonial lectura de los premiados. Ni festejo ni retransmisión televisiva. Doce meses más tarde, los Globos han dado un golpe en la mesa; un golpe de efecto que se notó en los primeros minutos de la ceremonia. El presentador de la 80 edición, Jerrod Carmichael, bromeó sobre las suspicacias que podría levantar su color de piel (y la elección diversa de muchos de los premiados): "Estoy aquí por ser negro", dijo ante las risas del público. En el guion ya estaba presente, por tanto, lo que algunos debían pensar en sus casas: ¿queréis diversidad? Tomad tres tazas.

¿Tenían razón de ser las suspicacias sobre el barniz 'woke' de los premios, que ya vaticinaba el conductor de la gala? Los receptores del premio a mejor actor y mejor actriz de reparto fueron un asiático, Ke Huy Quan, por 'Todo a la vez en todas partes', y una leyenda de la música afroamericana, Angela Bassett, por la secuela de 'Black Panther'. Esas suspicacias no restan mérito a ninguno de los dos, cuyo talento está más que demostrado. Tampoco su valor emocional para varias generaciones. Fue especialmente entrañable, por cierto, que Huy Quan agradeciese su premio a Steven Spielberg, receptor del premio como mejor director por 'The Fabelmans', por darle su primera oportunidad como actor infantil en la icónica 'Indiana Jones y el templo maldito'. Aunque Huy Quan no se cortó a la hora de dejar entrever el drama del olvido de los actores pezqueñines una vez les cambia la voz y se convierten en adultos, seguro que más de un fan de 'Indy' y de 'Los Goonies' saltaba en su casa de alegría.

Más diversidad: el premio a la mejor canción fue para la india 'Naatu Naatu', de 'RRR'; la mejor actriz de comedia o musical fue una esplendorosa Michelle Yeoh por 'Todo a la vez en todas partes', y Zendaya fue premiada por su increíble actuación en 'Euphoria', aunque no pudo acudir a recogerlo. Más allá de lo diverso, la ceremonia también nos proporcionó la ocasión de ver, por ejemplo, la victoria de Colin Farrell. Toda una sorpresa para los que han visto la montaña rusa que ha sido la carrera del actor. Para los más olvidadizos, hagamos repaso: del actor de 'Alejandro Magno' existe hasta vídeo porno filtrado, prueba de que es uno de los enfants terribles del último Hollywood. En los últimos años, no siempre era la estrella favorita para este tipo de galardones. En 2023, sin embargo, está en racha gracias a 'Almas en pena en Inisherin', que le hizo alzarse con el premio al mejor actor en la categoría de drama. Antes de agradecer su premio no se olvidó de compartir bombos mutuos con una sonriente Ana de Armas, que fue quien le entregó el premio, por su actuación en 'Blonde'. La actriz sigue siendo, por cierto, la encarnación de ese glamour del Hollywood de siempre que pervive en jóvenes estrellas como ella. Y de otros como Austin Butler, que ganó como mejor actor de comedia o musical por encarnar a Elvis Presley y proclamó que "nunca" lo olvidaría. Un premio cantado, nunca mejor dicho.

Pese a Farrell, a rostros de siempre como Sean Penn, el premio a un titán como Spielberg o la presencia de veteranas como Jamie Lee Curtis, los verdaderos protagonistas fueron, justamente, aquellos que nunca han sido protagonistas. "Aquí hay muchos héroes", dijo Ryan Murphy al recibir el Premio Carol Burnett. En lugar de hablar de sí mismo, el creador y productor, uno de los grandes renovadores de la televisión de los últimos años con su estilo apabullante y esteticista, mencionó a sus actores. "Siempre dicen que tienes que ocultar quien eres para conseguir algo. Yo le ofrezco este premio a mis actores", dijo, repasando la vida de aquellos que, como Pray Tell o Matt Bomer, siempre han reivindicado quiénes eran sin esconderse.

Pero todo lavado de cara tiene un límite, y en este caso, dicho límite quizá estaba en la presencia virtual del presidente Zelenski. En su vídeo, recordó que la guerra en Ucrania aún sigue su curso, lanzó una proclama victoriosa ("no va a haber Tercera Guerra Mundial") y mostró, nuevamente, unas paradójicas ganas de chupar cámara, también sorprendentes para un país que sigue sufriendo el acoso de Rusia. Aún duele aquel reportaje para una revista de moda; toda una frivolidad en tiempos de guerra. Su presencia en la gala ha sido, para algunos, otra salida de tiesto importante. Como la broma del presentador sobre el lugar en el que se celebraba la gala, el Beverly Hilton; el sitio "donde mataron a Whitney Huston". Un recuerdo macabro y de mal gusto que también fue recibido con uñas en las redes.

Quizá el mejor ejemplo de que, pese a su reactivación, los Globos de Oro siguen albergando paradojas dentro de sí es que el premio a la trayectoria profesional (que este año se llevó Eddie Murphy) se llama Cecil B. DeMille. Y aunque el revisionismo histórico, tan de moda en estos años, es casi siempre injusto, no está de más decir que el pionero del cine y director de 'Los inconquistables' (donde los indios eran malos malísimos) que da nombre al galardón no se caracterizaba por su carácter progresista precisamente. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y, para bien y para mal, Hollywood sigue siendo Hollywood y los Globos de Oro siguen siendo los Globos de Oro. Unos premios renovados e inclusivos en los que el gran triunfador fue, sin embargo, una apuesta segura como Steven Spielberg, cuya película, 'The Fabelmans', se llevó el (por otra parte merecido) premio a la mejor película dramática.