Muere Françoise Gilot, la pintora que rompió el corazón a Picasso: 2 hijos, el MoMA y una autobiografía millonaria
La pintora francesa ha fallecido con 101 años en un hospital de Manhattan. Sometida en su relación con Picasso, consiguió dejarle y su trabajo triunfa en museos de todo el mundo
Pese a la sentencia que Pablo Picasso lanzó sobre Françoise Gilot cuando esta le dejó, el éxito de la pintora fue tal que ni el artista malagueño podría negar que Gilot logró dejar su huella e impronta en el mundo del arte, más allá de ser la amante y madre de dos de sus hijos.
Cuando Picasso espetó a la que había sido su pareja que “si creía que la gente va a interesarse por ella” más allá de ser conocida por él, quizá no era consciente de su talento o, simplemente, era una persona dolida por el desamor. Sea como fuere, la artista francesa, que ha fallecido a los 101 años en un hospital de Manhattan, ha logrado que su trabajo sea expuesto en algunos de los museos más famosos del mundo como el MoMA o el Centro Pompidou de París.
Cuando Gilot conoció a Picasso, ambos tenían pareja y ella tenía 21 años. El famoso pintor, que ya había estado casado anteriormente, contaba con 61. Cuarenta años de diferencia entre ellos, un romance de diez años y dos hijos después, lo cierto es que en el caso de Gilot parece que se cumplió aquello que dicen sobre que “las mujeres buscan a hombres muy similares a su padre".
Françoise nació en el seno de una familia parisina acomodada, con un padre empresario y una madre acuarelista. Aunque fue de su madre de la que heredó su talento y su interés por el arte, desde el inicio de su vida se vio sometida por los deseos de un hombre. Podría haber sido este el destino de Gilot, el de no hacer lo que quisiera por dar gusto a un hombre (Picasso o su padre), si no fuera porque, lejos de contentar a su progenitor, decidió no estudiar ciencias o derecho como este deseaba y seguir los pasos de su madre.
Se mudó con su abuela a vivir y comenzó a pintar. Sin embargo, el hecho de conocer a uno de los más famosos pintores de todos los tiempos no resultó todo lo beneficioso que quizá la joven hubiera deseado. Si bien es cierto que pintor y artista mantuvieron un idilio de 10 años en el que nunca se casaron, pero sí tuvieron dos hijos, Claude y Paloma, la losa de ser 'la pareja de' fue un gran peso que soportar para Gilot.
Una losa de la que, una vez abandonó al pintor español, comenzó a deshacerse. Sus quehaceres como crítica de arte, sus obras y su trabajo llegaron a tener el reconocimiento que siempre había merecido. Su obra 'Paloma con una guitarra', de 1965, se vendió por 1,3 millones de dólares en una subasta en Sotheby’s. Además, si en algo tuvo éxito, eso fue a la hora de contar su historia de amor con Picasso.
La artista publicó 'Mi vida con Picasso' en 1964 y la autobiografía fue todo un éxito. A raíz de la publicación, Picasso dejó de hablarla a ella y a sus dos hijos en común, y con las ventas Gilot se dedicó a conseguir que sus hijos formaran parte legítima de la herencia del malagueño. A pesar de que Fraçoise fue muy condescendiente a la hora de relatar su relación, el pintor se la tuvo guardada.
Es más, una de las cosas a las que se dedicó Picasso fue a pasearse por delante de Gilot junto a sus amantes para darle celos. Tanto es así que el pintor manifestó que el ver a su antigua pareja pelear físicamente se convirtió en uno de sus más preciados recuerdos.
Con Picasso o sin él, Françoise Gilot demostró que la mujer se puede deshacer del peso del hombre autoritario del brazo. Primero con su padre y luego con su pareja, consiguió triunfar por sí misma y su arte. Y habiendo alcanzado los 101 años, será recordada por mucho más que ser la 'amante de'.
Pese a la sentencia que Pablo Picasso lanzó sobre Françoise Gilot cuando esta le dejó, el éxito de la pintora fue tal que ni el artista malagueño podría negar que Gilot logró dejar su huella e impronta en el mundo del arte, más allá de ser la amante y madre de dos de sus hijos.