Aretha Franklin y el misterio de su doble y millonario testamento

Parafraseando su canción más conocida, los hijos de Aretha Franklin están aprendiendo cinco años después de la muerte de su madre lo que la palabra r-e-s-p-e-t-o significa para ella. Un juicio que acaba de comenzar será el que determine finalmente cuál de sus dos testamentos manuscritos –uno de los cuales fue encontrado en un cojín del sofá y otro en un mueble bajo llave– determine cómo se gestiona su jugosa herencia, que se calcula que ascendía a 18 millones de dólares en el momento de su fallecimiento.

La calificada como la reina del soul, que nos dejó en agosto de 2018 a causa de un cáncer de páncreas a los 76 años, murió sin dejar un testamento oficial y mecanografiado. Así que son los dos documentos escritos a mano que aparecieron en la casa de Franklin en los suburbios de Detroit los que dictaminarán en última instancia quién se queda qué. La ley del estado de Michigan establece que estos testamentos, aunque tengan garabatos, tachaduras y fragmentos difíciles de leer, pueden utilizarse para determinar sus últimas voluntades.

En un nuevo caso de disputa familiar por la herencia tras la muerte de un famoso, como acabamos de ver entre Priscilla Presley y su nieta Riley Keough tras fallecer Lisa Marie Presley y aunque sea en la ficción, también en la exitosa serie 'Succession', los cuatro hijos de Aretha Franklin son los contendientes en esta batalla por su testamento que no se presenta fácil de decidir.

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Ted White II, conocido profesionalmente como Teddy Richards, sostiene que los papeles fechados en 2010 deben ser la guía de la herencia de su madre, mientras que Kecalf y Edward Franklin apoyan un documento posterior con fecha de 2014. El benjamín, Clarence, que sufre una enfermedad mental y está bajo tutela legal, ha llegado a un acuerdo extrajudicial para recibir un porcentaje no revelado del patrimonio y no formará parte de esta disputa legal.

En uno de los aspectos que más nos remiten a la serie de HBO, los herederos de la cantante llevan años discutiendo si la carita sonriente junto a la palabra 'Franklin', incluida en uno de los dos testamentos manuscritos, constituye o no una firma legítima.

La intérprete de 'I Say a Little Prayer', que tuvo un funeral a la altura de su leyenda y repleto de estrellas con discursos de Ariana Grande, Bill Clinton o Stevie Wonder después de que su ataúd, chapado en oro de 24 quilates, fuera transportado en un coche fúnebre Cadillac de 1940, tuvo como albacea a su sobrina, Sabrina Owens. Sin testamento, los cuatro hijos de Franklin tendrían que repartirse sus bienes, incluidos cuatro casas, vestidos, abrigos de piel, discos de oro y cualquier derecho de autor futuro.

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Durante los últimos cinco años, su amplio patrimonio ha sido manejado por tres ejecutivos diferentes en diferentes momentos, mientras que Owens como albacea renunció en 2020 debido a una "desavenencia" entre los hermanos, según informó en aquel momento Associated Press. Le sucedió Reginald Turner, un abogado de Detroit que también fue presidente del Colegio de Abogados de Estados Unidos.

Hay que destacar que, tras la muerte de la cantante, la familia de Aretha Franklin creía que la división de su patrimonio sería una tarea sencilla y que sus bienes se distribuirían equitativamente entre sus cuatro hijos. A la vista está que no ha sido así, ya que el litigio entre ellos ha sido constante.

"Creo que todos desearían que esto se hubiera resuelto una semana después de que ella falleciera", asegura en un artículo del 'New York Times' el abogado de uno de los hijos de la cantante. "Pero no están culpando a nadie, es lo que es".

El jurado también podría decidir que ninguno de los documentos es un testamento legítimo, volviendo a una división equitativa de los bienes de la cantante entre sus hijos, según estipula la ley de Míchigan. También existe una posible solución combinada en la que se tendrían en cuenta elementos de ambos documentos. Aunque también entra en liza aquí un supuesto tercer testamento que habría estado preparando con otro abogado, como ha quedado reflejado en varios mensajes de voz de la propia cantante. En ellos se afirmaba por ejemplo que deseaba que sus pianos fueran subastados en Sotheby's.

Otro punto caliente en esta batalla legal es quién se hace cargo de los cuantiosas obligaciones fiscales sin pagar de la artista. Actualmente, Aretha Franklin tiene pendientes de abonar hasta 8 millones de dólares en impuestos federales. Entre los testigos en el juicio, que se espera que dure menos de una semana, probablemente veamos a algunos de sus hijos, además de expertos en caligrafía y la antigua albacea del testamento.