Hollywood echa el cierre: la huelga de actores, explicada

Londres. Estreno europeo de uno de los títulos más esperados del año: 'Oppenheimer'. Cuando toda la prensa esperaba a un reparto estelar encabezado por Gillian Murphy y Emily Blunt, el director de la cinta, Christopher Nolan, aparecía en solitario sobre el escenario para anunciar que los actores no iban a intervenir en la promoción debido al inicio de la huelga. Este ha sido tan solo uno de los movimientos en el tablero de ajedrez de Hollywood que han puesto en jaque a la multimillonaria industria del entretenimiento.

Esta huelga de actores representa un momento histórico para las relaciones laborales en la meca del cine. SAG-AFTRA, el sindicato de intérpretes, no decidía cesar su actividad nada menos que desde 1980. Y hay que remontarse hasta 1960 para la última vez que guionistas (WGA) e intérpretes decidieron convocar una huelga conjunta.

Este paro se produce tras la ruptura de las negociaciones del sindicato de actores con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). SAG-AFTRA llevaba meses en conversaciones con la AMPTP sobre las condiciones para renovar su contrato con la patronal, que representa a muchos de los estudios más poderosos de Hollywood. Al igual que en la huelga de la WGA, cuestiones como el streaming, los residuales y la IA estaban sobre la mesa. Los actores entienden que la industria del cine y la televisión en Hollywood está cambiando, y estas conversaciones eran un intento de asegurar un futuro mejor para sus miembros. Pero parece que el telón se va a cerrar hasta que ambas partes puedan llegar a algún tipo de acuerdo.

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Cuando la SAG-AFTRA se declaró en huelga en 1980, lo hizo para conseguir condiciones contractuales para la televisión de pago y las cintas de vídeo. Ahora hay cambios mucho más importantes en liza. El sindicato de actores realizó una encuesta entre sus miembros a principios de junio, en la que el 98% votó a favor de la huelga. Los afiliados han firmado una carta dirigida a los dirigentes sindicales instándoles a lograr un importante "reajuste en nuestra industria".

Las negociaciones para un nuevo contrato ya se han prolongado más allá de su fecha límite, y la presidenta de SAG-AFTRA, Fran Drescher, la que fuera protagonista de 'La niñera', ha dicho que la actitud de la AMPTP ha sido "insultante e irrespetuosa con nuestras enormes contribuciones a esta industria".

Según la actriz, el sindicato está en huelga por cuatro cuestiones principales: "La justicia económica, los residuales, la regulación del uso de la inteligencia artificial y el alivio de las cargas del cambio de toda la industria a la autograbación".

¿Qué son los pagos residuales? Pues una cuestión que se ha convertido en un gran problema para actores y guionistas en el clima actual. Un pago residual se refiere al dinero que un actor, guionista o director puede recibir en función de los beneficios que obtenga una serie o película tras su estreno, normalmente en forma de ingresos publicitarios o ventas de DVD. Pero muchas plataformas de streaming no pagan los residuales de la misma manera, y ocultan sus datos de ingresos, lo que hace imposible determinar cuánto dinero debería recibir un profesional.

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En cuanto a la inteligencia artificial, SAG-AFTRA afirma: "En sus declaraciones públicas y en su labor política, las empresas no han mostrado el deseo de tomarse en serio los derechos básicos de nuestros miembros sobre nuestras propias voces y semejanzas". La IA ya se está utilizando para imitar las interpretaciones de los actores y por eso el sindicato está intentando establecer los términos en los que esta tecnología pueda utilizarse de forma justa.

Finalmente, las audiciones autograbadas son los vídeos que los propios actores hacen en casa y envían a un director de casting con la esperanza de conseguir un papel. La SAG-AFTRA dijo lo siguiente: "Demasiadas páginas, demasiado poco tiempo y unos requisitos poco razonables han convertido este tipo de audiciones en una carga enorme, diaria y no compensada en la vida de los intérpretes".

¿Qué pasará ahora? Pues cuando los guionistas empezaron a hacer huelga, se paralizó la producción de muchas series y películas que aún estaban en fase de escritura. Así que los estrenos pueden haberse paralizado, pero los espectadores podrían no darse cuenta hasta meses después. En el caso de una huelga de actores, las consecuencias son mucho más visibles.

Muchas producciones que se están rodando en la actualidad se paralizarán y cuando los actores se unan a la WGA en los piquetes, es probable que varios estudios cierren también. Como las negociaciones no llegaron a ningún acuerdo, la huelga se ha convertido en la única opción del sindicato.

Lo más probable es que los actores dejen de hacer apariciones públicas remuneradas. Esto incluye el marketing realizado para sus películas y programas de televisión e incluso podría significar que grandes eventos como los Emmy se retrasarían hasta enero. Los estrenos de películas podrían suspenderse, y en la Comic-Con de San Diego ya faltan algunas de las estrellas que se suponía que iban a aparecer allí.

También podríamos ver a grandes estrellas en los piquetes. Meryl Streep, Mark Ruffalo o Jennifer Lawrence ya se han declarado a favor de la huelga y prácticamente todo Hollywood podría paralizarse en las próximas semanas mientras actores y guionistas luchan con los productores por un trato justo en una industria cambiante.