Roger Federer se relaja con su familia en Mallorca
El tenista llegó el martes a la isla balear en compañía de su mujer, sus cuatro hijos y la familia de Tommy Haas
El que está considerado como el mejor tenista de la historia en hierba está pasando unos días de relax en la isla balear, a la que llegó en jet privado el martes, en la mejor compañía: con su mujer, sus cuatro hijos y la familia del también tenista Tonny Haas.
Hace unos días podíamos ver al tenista junto a su mujer en el torneo de Wimbledon, donde la pareja coincidió con Kate Middleton, con la que charlaron animadamente. El mes pasado, el tenista suizo y la princesa de Gales disputaron un partido en el marco de la previa del torneo, gesto con el que Middleton, apasionada del deporte, quiso destacar la labor de los recogepelotas en cada torneo.
Roger Federer se casó en 2009 con la tenista Mirka Vavrinec, a la que conoció en los Juegos Olímpicos de Sídney, en el año 2000. Allí mismo, el último día de los juegos, se dieron el primer beso.
El tenista suizo y su mujer tienen nada menos que cuatro hijos, dos pares de gemelos: las gemelas Myla y Charlene, que nacieron en 2009, y los gemelos Leo y Lenny, que llegaron al mundo en 2014.
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Los seis miembros de la familia Federer pasarán las vacaciones junto a la familia de Tommy Haas, gran amigo del suizo, que llegó con su mujer, Sara Foster, y sus dos hijas a la isla.
Las dos familias llegaron al beach club de la isla y se acomodaron en las tumbonas de la primera línea de playa, frente al mar. Una vez ubicados y bien protegidos del sol, se dispusieron a bañarse en las aguas del Mediterráneo, y las hijas de ambas parejas alquilaron un velomar. Las cuatro jóvenes se llevan muy bien y se divirtieron de lo lindo en su travesía.
Las dos leyendas del tenis (Federer tiene en su poder 20 títulos de Grand Slam, y Haas, que es director del torneo de Indian Wells, llegó a ser número 2 del mundo) disfrutaron a lo grande de su jornada en la playa con total discreción, sin que nadie se percatara de su presencia. No hubo selfies con fans ni autógrafos, algo que Roger Federer, que es extremadamente celoso de su vida privada, agradecería sin duda.
Tras bañarse en las aguas turquesa de Mallorca, las dos familias se dirigieron al restaurante del beach club, donde comieron todos juntos antes de volver a refrescarse en el Mediterráneo a media tarde. Después, los dos amigos visitaron el club de tenis Mallorca Country Club, en Santa Ponsa.
Aún no se ha cumplido un año desde que Roger Federer dijera adiós al tenis profesional en un partido histórico junto a Rafa Nadal en septiembre de 2022, tras jugar más de 1.500 partidos a lo largo de 24 años.
El que está considerado como el mejor tenista de la historia en hierba está pasando unos días de relax en la isla balear, a la que llegó en jet privado el martes, en la mejor compañía: con su mujer, sus cuatro hijos y la familia del también tenista Tonny Haas.