El ex primer ministro holandés y su mujer mueren en una eutanasia conjunta a los 93 años

En ocasiones, la realidad supera a la ficción, y eso es lo que ha ocurrido con la historia de amor de Dries van Agt, ex primer ministro de los Países Bajos, y Eugenie Krekelberg, que, recién celebradas sus bodas de titanio y tras setenta años casados, han decidido acabar sus vidas como las vivieron: juntos.

Fransien van ter Beek, presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario (NVVE), ha sido quien ha comunicado la noticia de que la pareja falleció el pasado 5 de febrero en su residencia y “cogidos de la mano”. El estado de salud de ambos era muy delicado, en especial el del ex primer ministro, Dries van Agt, que tras sufrir un derrame cerebral en 2019 no había logrado recuperarse del todo.

Van Agt fue muy activo en la política de los Países Bajos, donde fue ministro de Justicia y de Exteriores, además de primer ministro de tres gabinetes. Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima han querido reconocer su contribución a la política del país en un comunicado.

La eutanasia es legal en Países Bajos desde el año 2002, pero conlleva una serie de condiciones muy estrictas y solo puede realizarse bajo supervisión médica. Los principales requisitos para poder solicitarla son tres: que la decisión “sea voluntaria y meditada”, que se tome “ante un sufrimiento insoportable y desesperado” y que “no haya alternativa razonable”.

Además, el médico a cargo debe informar de la situación y las perspectivas a las autoridades, y un segundo médico que se considere independiente ha de dar su opinión ratificando si es o no recomendable. En 2022 hubo cerca de 9.000 eutanasias en Países Bajos, y entre ellas, hubo 29 parejas que decidieron someterse a un proceso de muerte asistida. “No ocurre muy a menudo porque no es un camino fácil”, explicaba la presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario a la cadena de televisión Nos.

“Los médicos estudian la solicitud de una pareja como dos procesos individuales, y están sometidos a las mismas condiciones que cualquier otro caso”, explicaba. Además, en el caso de las parejas, se debe comprobar y tener la absoluta certeza de que no hay una “presión indebida” por parte de uno de los miembros de la pareja hacia el otro antes de autorizar la eutanasia conjunta.