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Ira de Fürstenberg, "una mujer trotamundos" vista por sus amigos: de Luis Ortiz a Tomás Terry
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OBITUARIO

Ira de Fürstenberg, "una mujer trotamundos" vista por sus amigos: de Luis Ortiz a Tomás Terry

La princesa sufrió la muerte de un hijo y fue una mujer de mundo, según recuerdan algunos de sus amigos en exclusiva para Vanitatis

Foto: Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. (Gtres)
Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. (Gtres)

Ira de Fürstenberg falleció el lunes a los 83 años en su residencia de Roma, tras sufrir un accidente doméstico. Una noticia que ha impactado a la familia y a los íntimos, que esperaban reencontrarse con ella en la finca de Ronda o en cualquier otra parte del mundo. Así lo contaba Luis Ortiz, que se enteró de la tragedia por su exmujer Gunilla von Bismarck: “Está en Suiza y me llamó para contarme lo que había sucedido con nuestra amiga, a la que queríamos mucho. La considerábamos de nuestra familia”.

“Era una mujer abierta, generosa y divertida que hacía su vida sin importarle lo que dijeran de ella, le importaba poco lo que la gente pensara de ella. La verdad es que lo hemos sentido. La muerte de su hijo Kiko en Tailandia la marcó. Ella pasaba tiempo en Ronda, aunque no era de echar anclas en ningún lado”.

placeholder Ira de Fürstenberg, junto a Aznar y Ana Botella en una de sus apariciones marbellíes. (Cortesía)
Ira de Fürstenberg, junto a Aznar y Ana Botella en una de sus apariciones marbellíes. (Cortesía)

En esta definición de mujer trotamundos coincide Tomás Terry, que no recuerda exactamente la primera vez que se vieron: “Lo que sí te puedo decir es que fue hace muchos años. Lo mismo pudo ser en Madrid, en Marbella, París o en Gstaad, que era donde se iba en aquella época dorada de viajes y fiestas. Era muy amiga mía y una de las veces la invité a la feria del caballo en Jerez y le encantó. Cuando estaba en España nos solíamos ver bastante. La última vez fue en su cumpleaños, en el palacio de Liria, cuando le organizaron una fiesta. Le gustaba celebrar su aniversario. Recuerdo sus sesenta, que los celebró en Belgrado”.

En realidad, dicho festejo tenía que haber tenido lugar dos años antes, pero no se pudo hacer por la pandemia: “La encontré estupenda y me contaba que estaban teniendo mucho éxito las joyas que diseñaba y que vendía en Mónaco, en los países del Este, en Hong Kong, en Rusia y, en estos últimos tiempos, en los países árabes. Era una mujer muy creativa, vitalista, divertida, con amigos por todo el mundo. Lo que más le gustaba era viajar”.

placeholder Ira de Fürstenberg, en el Festival Starlite. (Cortesía)
Ira de Fürstenberg, en el Festival Starlite. (Cortesía)

Poseía las casas de Roma y la de Madrid, que compró al decorador Pinto Coelho. Y también la de Ronda. Las Brujas era la finca de Alfonso Hohenlohe que heredaron sus dos hijos. Cuando murió Christopher, al que todos llamábamos Kiko, esa herencia pasó a Hubertus y a la hija de Kiko. Se enteró de que había sido abuela de su primogénito. "Esa noticia la sorprendió mucho”, recuerda.

Cuenta Tomás Terry que Ira se hizo cargo de Las Monjas, que así se llama el campo del príncipe Alfonso: “Invirtió en la finca, la arregló y se quedaba allí porque le gustaba mucho. Dado su espíritu inquieto, lo más que pasaba era una semana. Después desaparecía y así hasta la próxima vez. Era una mujer que recorría el mundo quedándose en hoteles o en las casas de sus amigos, que la invitaban aunque no le hacía falta”.

La aristócrata italiana presumía de haber nacido en Venecia cuando la realidad era que su madre, Clara Agnelli, hermana del que fue presidente de Fiat, había dado a luz en Roma. Curiosidades de una mujer que tuvo una vida intensa, una familia poderosa e inquietudes culturales y sociales importantes.

Una vida de cine

Se casó a los 15 años con el príncipe Alfonso Hohenlohe, tuvo a sus dos hijos, se separó y su matrimonio fue anulado. Después llegaría Baby Pignatari, un millonario brasileño con el que no tuvo descendencia. Y seguidamente el supuesto romance con Rainiero de Mónaco, años después de la muerte de la princesa Grace. Tuvo amores variados, pero nunca perdió la cabeza. Javier Rigau coincide con las definiciones de Tomás Terry, Luis Ortiz y, por extensión, Gunilla von Bismarck. La recuerda como una mujer amable, mundana y llamativa.

placeholder Junto a Javier Rigau. (Cortesía)
Junto a Javier Rigau. (Cortesía)

“Mi abuelo era muy amigo de Alfonso Hohenlohe y, de hecho, le presentó a Kim Novak al príncipe. Fue amabilísima con mi madre cuando coincidimos en Mónaco. Creo que su vida cambió totalmente con la muerte de su hijo en Tailandia. Ya fue otra, pero solo puedo decir cosas buenas”, rememora.

Era una mujer de buen carácter y mantuvo una excelente relación con sus maridos y sus novios. “Era olvidadiza con los malos momentos de su vida amorosa y eso hacía que no tuviera rencores hacia algunos de ellos”.

Los blasones provenían de su padre, el príncipe Tassilo von Fürstenberg, y el dinero por la familia materna. Al fallecer su madre, Ira heredó una gran fortuna y continuó con su vida errante. Además, era amiga del príncipe Carlos y fue el enlace con la familia Colonques.

Ira de Fürstenberg falleció el lunes a los 83 años en su residencia de Roma, tras sufrir un accidente doméstico. Una noticia que ha impactado a la familia y a los íntimos, que esperaban reencontrarse con ella en la finca de Ronda o en cualquier otra parte del mundo. Así lo contaba Luis Ortiz, que se enteró de la tragedia por su exmujer Gunilla von Bismarck: “Está en Suiza y me llamó para contarme lo que había sucedido con nuestra amiga, a la que queríamos mucho. La considerábamos de nuestra familia”.

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