Mon Laferte, la mujer que conquistó el mundo y ahora solo busca la tranquilidad: “Soy una simple mortal que cuenta su realidad”
La cantautora chilena confiesa que ser madre le ha cambiado la vida y sigue afrontando muchos miedos en los cuidados de su hijo Joel
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El pasado otoño, la gala de los Latin Grammy tuvo lugar por primera vez fuera de Estados Unidos. La ciudad de Sevilla acogió la ceremonia donde centenares de artistas se reunieron para celebrar la música en español. La sorpresa la dio Rosalía cuando cantó ‘Se nos rompió el amor’, la canción de desamor de Rocío Jurado que Manuel Alejandro compuso. Y es que el repertorio de la chipionera no solo ha inspirado dentro de nuestras fronteras, también ha sido fuente de creación para multitud de personas.
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Una de ellas es Norma Monserrat Bustamante Laferte, conocida artísticamente como Mon Laferte. De origen chileno, pero afincada en México desde 2007, la cantautora se ha convertido en una de las voces más importantes en Latinoamérica, acumulando más de 10 millones de oyentes mensuales en plataformas como Spotify. Su éxito ha sido de tal envergadura que le ha llevado a ser la chilena con más nominaciones en los Grammy Latinos.
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Tras más de 20 años sobre los escenarios, Mon ha apostado por un sonido más urbano en su último disco, ‘Autopoiética’, en el que asume su transformación profesional y personal. En 2001, se convirtió en madre junto a su manager, Joel Orta, y eso ha sido un punto de inflexión de sus letras. Hace unas semanas, visitó España con motivo de su última gira y coincidió con el estreno su propio documental en Netflix, titulado ‘Mon Laferte, te amo’. Entre concierto y concierto, Laferte conversó con Vanitatis para repasar el frenesí de su carrera y la tranquilidad que ahora busca en su vida familiar.
Tras anunciar una primera fecha en Madrid, tuviste que sacar una segunda. ¿Te lo esperabas?
Mi madre estaba segura de que íbamos a hacer dos, y yo dije, bueno, si tú lo dices. Entonces, con ello, me encanta ir creciendo cada vez, venir y avanzar un poquito más.
Echando la vista atrás, ¿te imaginaste que tus éxitos podrían llegar a cruzar el charco?
La verdad es que no lo había pensado. Más bien, cuando empecé fuerte en la industria y fue el momento de venir a España, me pareció increíble. Tocar ya son como palabras mayores porque ves a la gente real, que escucha tu música y no solo números.
Tu último álbum se llama Autopoiética en referencia al proceso biológico. ¿Cómo describirías el viaje en tu carrera para mantenerte a ti misma?
Soy autopoiética, porque tengo la capacidad de autorepararme y autocrearme. Veo cada álbum como una oportunidad de crecimiento, de aprendizaje, donde intentó desafiarme a mí misma.
Has apostado por sonidos más urbanos, dando un nuevo giro a tu música. ¿Qué inspiraciones has tenido para ello y que te ha llevado hasta aquí?
Tengo una playlist que compartí, muy ecléctica, porque hay desde neoperreo hasta salsa.
¿Hay algún sonido español?
Rosalía es una de mis inspiraciones con su álbum ‘Motomami’ o con el disco ‘Los Ángeles’ también. También cantantes como Rocío Jurado o Rocío Dúrcal, ya que siempre han sido inspiración para mí. Mi madre escuchaba esa música y siento que algo de mi canto tiene que ver un poco con ellas.
En tus letras sigues apostando por mostrar la diversidad de la calle. ¿Hace falta ser políticamente incorrecto en la música?
El arte en general no puede ser políticamente correcto, sino dejaría de ser arte. Por ahí hay quien piensa que tiene que hacer música políticamente correcta o adoctrinar a alguien, pero la idea no es adoctrinar, sino expresarse a través del arte. En un mundo polarizado, yo no intento ser un ejemplo para nadie, porque soy una simple mortal que cuenta su realidad y cómo veo el mundo a través de mis ojos.
¿Alguna vez te has sentido abrumada por qué la gente te vea como un ejemplo a seguir?
Cuando recién me hice más popular, sí, me sentí al principio bastante abrumada, pero ya estoy más tranquila. Ahora, lo llevo mejor y no me siento para nada un ejemplo. De hecho, ojalá que nadie siga mi ejemplo.
¿Qué te ayudó a que te tomases en tu carrera de manera más tranquila?
Llevo muchísimos años cantando y haciendo música. Entonces, en algún momento, creo que había que tomarse la vida más calmada.
En el documental, que se estrena el próximo 1 de agosto, hablas del hambre y de la maternidad. ¿Qué te ha dado más miedo?
La maternidad definitivamente, porque antes yo no quería ser madre. Tenía mucho miedo de ser una mala mamá. Todavía cargo un poco con ese miedo de culpa que está ahí, inmerso en nuestra sociedad. Ha sido un viaje hermoso, pero al principio tenía mucho temor.
¿Alguna vez te han preguntado cuándo ibas a dar el paso de ser madre? ¿Sentiste esa obligación?
Mi mamá era la que me preguntaba y me decía ‘¿Cuándo me vas a dar un nieto o una nieta?’, y yo le decía ‘nunca’ (ríe). Sin embargo, ahora, entiendo que así es cuando te preguntan si vas a ser madre.
¿Crees que tu hijo, Joel, escuchará tu música para entender cómo eras tú?
Sí, en algún momento, cuando esté grande recordará las locuras de su mamá y se preguntará en qué estaba pensando. Lo esencial es que pueda darle una buena educación en casa y mucho amor para que pueda tener una mente amplia y pensamiento crítico para que pueda verme, no solo como su madre, sino como una mujer.
Después de todos estos años, ¿cómo mantienes la fuerza para seguir adelante y seguir apostando por tu carrera?
Encuentro magia y poesía en todo porque no es difícil hallar la fuerza para seguir creando. Ahora más que soy madre porque mi hijo me inspira mucho. Veo su carita y digo: ‘Ok, esto es la vida’.
Ha cambiado mucho la forma de ser artista con la llegada de las redes sociales. ¿Cómo lo vives?
Lo bueno es que la gente se puede expresar. Como artista, tienes el contacto directo con la gente que te escucha, pero también hay mucho odio, porque cómo te pueden decir cosas buenas, también te dicen cosas que por ahí no te gustan tanto. Creo que hay que intentar verlo con distancia, no tomarte tan en serio ni lo tan malo ni lo tan bueno.
¿Ha sufrido alguna vez algún comentario?
Cuando era más joven, sí. Yo soy milenial y a nosotros nos tocó descubrir que era Internet. Al principio, no entendía mucho y de repente me llegó a afectar, pero ya me lo tomo bastante bien.
El pasado otoño, la gala de los Latin Grammy tuvo lugar por primera vez fuera de Estados Unidos. La ciudad de Sevilla acogió la ceremonia donde centenares de artistas se reunieron para celebrar la música en español. La sorpresa la dio Rosalía cuando cantó ‘Se nos rompió el amor’, la canción de desamor de Rocío Jurado que Manuel Alejandro compuso. Y es que el repertorio de la chipionera no solo ha inspirado dentro de nuestras fronteras, también ha sido fuente de creación para multitud de personas.