La primera dama de Corea del Sur, Kim Keon-hee, un precioso bolso de Dior y un golpe de Estado fallido

El autogolpe de Estado fallido protagonizado por el presidente de Corea del Sur ha puesto en el foco la tensa situación política de este país estratégico para Occidente. Desde su escueta victoria electoral en 2022, la gestión del presidente Yoon Suk Yeol ha estado marcada por una serie de controversias y enfrentamientos políticos que han provocado un derrumbe en su popularidad. Entre los factores que más han contribuido a erosionar su imagen se encuentra la gestión económica, su deriva autoritaria, el bloqueo legislativo o el tema que aquí nos ocupa: su esposa, Kim Keon-hee. Ella ha sido acusada de ser la María Antonieta de este antiguo fiscal que encarcelaba a los políticos corruptos hasta que las acusaciones de corrupción llamaron a su puerta. Veamos.

Kim Keon-hee, de 51 años, "no es la típica primera dama de la patriarcal Corea del Sur", ilustra un perfil publicado por CNN sobre ella. Se casaron en 2012, cuando Yoon era fiscal y no se había metido aún en política. Ella tenía 39 años y una empresa relacionada con las exposiciones de Arte, Covana Contents. Al parecer se conocían desde hace tiempo, pero la relación no se transformó en romántica hasta pasados unos años. La pareja no tiene hijos, pero cría perros y gatos cuyas fotografías ocupan un lugar destacado en la oficina presidencial de Yoon.

A diferencia de sus predecesoras, que en su mayoría mantuvieron un perfil a la sombra de sus maridos, Kim es una mujer de carrera que tiene su propio club de fans y parece cómoda siendo el centro de atención: ha sido una ávida promotora de la cultura coreana, ha criticado abiertamente el comercio de carne de perro y se ha convertido en un glamouroso escaparate de la moda nacional en sus viajes al extranjero con Yoon.

En la cumbre de la OTAN de 2022 que tuvo lugar en Madrid, lo más comentado en la prensa surcoreana fue una nota facilitada por la agencia estatal Yonhap sobre "el flechazo" entre Kim y la reina Letizia. "Eres muy famosa y popular en Corea del Sur como estrella de la moda", le dijo la surcoreana a la Reina, a lo que doña Letizia le respondió –diplomáticamente– que cuando visitó el país en 2019 "compró muchos productos de belleza" por el favorecedor resultado que había observado en las "hermosas mujeres surcoreanas".

El alto perfil de la primera dama la ha puesto siempre en el foco, incluso antes de que su marido ganara las elecciones. En este tiempo, ha tenido que disculparse o defenderse (según el tema) de acusaciones variopintas como haber inflado su currículum, haber plagiado textos académicos o haber manipulado el precio de unas acciones en el pasado. El año pasado, el Gobierno descartó un proyecto de autopista en Seúl al alertar la Oposición de que su construcción beneficiaría a la familia de Kim, dueña de unas tierras aledañas.

Aunque la polémica más palpable es la que tuvo que ver con un precioso bolso de mano, un Lady Dior de piel azul clara que le regaló un pastor coreano-estadounidense, Choi Jae-young, durante una visita privada que le hizo recién elegido su marido como presidente, en 2022. Lo sabemos porque la escena fue grabada en secreto por el pastor para, según él, demostrar las prácticas corruptas de la primera dama. En él no se ve a Kim recibiendo el bolso -de hecho, le dice que no es necesario que le traiga regalos- aunque sí se aprecia posteriormente la bolsa de Dior colocada sobre una mesa mientras continúan su conversación.

El vídeo fue publicado en noviembre de 2023, más de un año después de los hechos, por 'Voice of Seoul', "un canal de YouTube de tendencia izquierdista conocido por ser muy crítico con el Gobierno conservador de Yoon", explican en la CNN. El canal fue también quien patrocinó la compra del bolso Dior, según el testimonio del propio pastor, y de otros regalos con los que se había acercado antes a la primera dama. “Esto es claramente un truco político", vociferó el presidente en una entrevista con la emisora ​​pública KBS, en la que también señaló la oportunidad de difundir las imágenes justo antes de unas elecciones. Ya era tarde. La primera dama había caído en una burda trampa.

La ley anticorrupción de Corea del Sur prohíbe a los funcionarios públicos y sus cónyuges recibir regalos por valor de más de 750 dólares en relación con sus deberes públicos. El bolso costaba 2.200. En este punto, no se puede alegar desconocimiento por parte de la primera dama. Estamos hablando de una mujer de mundo.