El posado de gala de Manuel Filiberto de Saboya y Adriana Abascal, en Roma disfrutando de un concierto solidario

La noticia de su romance fue toda una sorpresa, puesto que ni siquiera se había anunciado oficialmente la separación de él. Pero marcha a muy buen ritmo y su presencia ya es habitual en numerosas citas sociales. Para la última, Manuel Filiberto de Saboya y Adriana Abascal se han vestido de gala para disfrutar de un concierto solidario en Roma.

No es raro verlos en Italia, escenario más frecuente para sus apariciones públicas, dados los lazos que unen al hijo de Víctor Manuel de Saboya, al que fuera aspirante al desaparecido trono, con el país. Recientemente asistieron al carnaval de Venecia, paseando su amor por calles y canales, y ahora es la capital el marco para una nueva cita de la pareja ante los medios de comunicación.

La excusa, asistir al cóctel y posterior cena de gala en el Palazzo Ruspoli, con motivo del 'Concierto por la paz', ofrecido por el compositor y pianista franco-libanés Omar Harfouch este martes en una de las salas del Parlamento italiano.

Una cita musical que, como decimos, tuvo dos partes, una más informal y otra con un gran despliegue de glamour, por lo que vimos a la mayoría de invitadas con dos looks diferentes, incluyendo a la propia Adriana Abascal. Entre los asistentes con las que compartió espacio, mesa y mantel, algunos miembros de la familia real de Kuwait o las actrices Valeria Marini y Alba Parietti.

Primero, vimos a la mexicana con un pantalón palazzo con fondo negro y estampados botánico en beige, sin miedo ninguno a combinar dos dibujos, ya que la gabardina también llevaba un estampado de flores. Camisa negra y unos salones en azul navy, junto con un clutch en tono nude, completaron su look de cóctal.

Más tarde, Adriana eligió un vestido en color negro de largo midi, con detalles calados, blonda en el bajo y detalles con volumen. Sobre los hombros, una chaqueta tipo torera en color blanco, decorada con puntilla negra tanto en el contorno como en los puños, creando un llamativo contraste. Quiso romper con el binomio blanco-negro con los stilettos, en ante y de color morado.

No podemos pasar por alto los enormes pendientes que lució junto a su flamante novio, con un enorme sol y demostrando así que los accesorios son muy importantes para ella y no están escogidos al azar. En su dedo corazón, la mexicana lucía un ojo turco, considerados por los más supersticiosos como un amuleto.

Han pasado apenas tres meses desde que Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya se dejaran ver en público por primera vez. Fue en Sevilla, durante la pasarela de moda We Love Flamenco, presumiendo luego de su recién estrenado noviazgo por las calles de la capital andaluza. Extrañó mucho entonces aquel romance, ya que no se sabía que el príncipe italiano había roto con su mujer, Clotilde Coureau, pero él mismo no tardó en confesar que llevaban un tiempo separados.

Con esta nueva aparición, la pareja demuestra que lo suyo avanza con paso firme. Amigos desde hace años, parece que fue en otoño de 2024 cuando Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya se dieron cuenta de que entre ellos no había solo una amistad y comenzaron una relación a distancia, con diferentes lugares de Europa como escenario para sus encuentros, tan frecuentes como sus agendas les permiten. El último, en Roma, de gala y en un concierto solidario.