Novedades en la muerte de Matthew Perry, de 'Friends': el médico que le suministró ketamina se declara culpable y se enfrenta a 40 años de cárcel

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Han pasado más de 30 años desde el estreno de 'Friends', pero el tiempo parece haberse parado para siempre en la mítica (pero ficticia) cafetería Central Perk de Nueva York. Disponible en la plataforma Max y de manera recurrente en Neox, esta serie sigue siendo historia de la televisión, reuniendo a una legión de fans por todo el mundo. Un aura eterna que parece hacer olvidar que Matthew Perry, el mítico Chandler, falleció hace más de un año.

El 28 de octubre de 2023 se encontró el cuerpo sin vida del actor en su mansión de California, en un caso que generó una gran expectación. No solo por el cariño de millones de espectadores hacia el intérprete, sino también por la investigación policial que rodeaba el caso, con una investigación oficial abierta sobre su muerte, con cinco detenidos por su implicación en el caso.

Bajo la acusación de sobredosis de ketamina que recayó sobre los acusados, como su ayudante Kenneth Iwamasa; poco a poco se van conociendo las diferentes estrategias legales de los implicados. Así, como han informado desde el juzgado de Los Ángeles donde se lleva la investigación, Salvador Plasencia, uno de los médicos implicados en la muerte de Matthew Perry, ha aceptado declararse culpable de suministrar ketamina al actor.

Aunque aún no ha hecho la confesión oficial, sí ha remitido unos documentos al mencionado juzgado donde asegura que lo hará en unos días. Así, se declara culpable por vender 20 viales de ketamina, cápsulas y jeringuillas, a Matthew Perry y a su asistente, Iwamasa.

Ahora, a la espera de que ratifique su confesión, Salvador Plasencia ha admitido en su escrito que su conducta estuvo por debajo "del nivel adecuado de atención médica" y que la venta de los viales de ketamina al actor no tenían una finalidad médica legítima. Una actividad delictiva, a uno de los cabecillas de esta trama, que podría costarle una condena a 40 años de cárcel.

A lo que se suma que alteró y falsificó documentos importantes para la investigación de la muerte del actor, junto al otro facultativo implicado. De hecho, hace unos meses se hicieron públicas varias conversaciones entre ellos, donde hablaban sobre "¿cuánto más va a pagar este imbécil por la droga?". De hecho, según la investigación policial, en los dos meses previos a su muerte, Matthew Perry les pagó por la droga 55.000 dólares.