Así fue la romántica boda de la hija de Sting: en el pueblo de ‘The White Lotus’ y en la villa donde se casaron Chiara Ferragni y Fedez

Como padre, ver a un hijo o hija casarse es uno de los recuerdos más bonitos de la vida, y Sting, el cantante y músico británico conocido por ser vocalista del grupo ‘The Police’, acaba de vivirlo este segundo fin de semana de julio. El artista ha llevado hasta el altar a una de sus hijas, Fuschia Kate Sumner, que se dio el ‘sí, quiero’ con Max Wright en una boda de tres días en un enclave único, en Noto, Sicilia, un lugar con mucha historia, especialmente contemporánea.

Las celebraciones comenzaron ya el viernes 11 con una preboda al más puro estilo italiano. Los novios se reunieron por primera vez en una fiesta callejera en el pueblo de Noto. Esta localidad, ubicada en el sur de Sicilia, es conocida más recientemente por ser el escenario de la segunda temporada de la serie ‘The White Lotus’. Por sus calles transcurrió la fiesta amenizada por una banda de música durante la que los invitados disfrutaron de la gastronomía local. Ya por la noche, los novios tenían preparada una representación de la ‘Serenata’ en italiano en el Teatro Comunale Tina di Lorenzo.

Para este primer evento, Kate -como le llaman sus amigos y seres queridos- llevó un vestido de la maison Valentino confeccionado con encaje blanco, corte de sirena, cuello halter y espalda abierta.

El sábado 12 fue el día de la ceremonia principal, la gran boda. El enclave fue también único, muy especial y, sobre todo, un viejo conocido para muchos. Se trata de villa Dimora delle Balze, un enclave único a unos 21 kilómetros del centro de Noto, y que en 2018 acogió la boda más importante del año en Italia: la de Chiara Ferragni y Fedez, por aquel entonces la gran historia de amor en el país de la bota que contó con millones de espectadores en todo el mundo.

El novio, antes de la ceremonia, sufrió un pequeño percance con su look para su gran día: solo tenía unos cordones negros para las deportivas de Prada que llevaría con su traje en color crudo. Tal y como ha contado Erica Cloud, amiga de la novia y, lo más importante, estilista, le consiguió hacer unos cordones crudos gracias al cordón de la bolsa de los zapatos de Phoebe Philo que ella misma iba a llevar.

Para la ceremonia, la hija de Sting lució un vestido de princesa total. Contaba con -valga la redundancia- escote princesa confeccionado en tul con detalles bordados sobre un corsé palabra de honor ajustado. La falda, como no podía ser de otra forma, confeccionada en el mismo tul, contaba con muchos, muchos metros para conseguir mucho volumen que terminaba también en una pequeña cola.

Tras este pequeño ‘traspiés’, todo siguió con normalidad. La ceremonia se celebró en el mismo enclave en el que vimos casarse a los ‘Ferragnez’ en 2018 y algunos de los detalles también se replicaron: la emotiva lectura de los votos y un final de la ceremonia impresionante gracias a las bengalas rosas, verdes y azules que coronaron el romántico beso de la pareja.

Fue luego, en el cóctel, el momento más bonito y emotivo de Sting, padre de la novia, pronunciando unas especiales palabras. El músico quiso recordar también cuando conoció al novio, Max, aquel chico que tanto le gusta a su hija, y él se preguntaba por qué, sin poder decir si le gustaba o no. Pero con el tiempo se lo ganó y vio que era “un tipo encantador” y el hombre perfecto para estar al lado de Kate.

El tercer día, el domingo, los novios y los invitados disfrutaron de una barbacoa de despedida que sumó mucho más recuerdos especiales al evento, especialmente recordando cómo había sido el día anterior. “¡Lo conseguimos! Los tres días más divertidos de nuestras vidas. Pronto habrá ‘spam’ sobre la boda, una vez que hayamos dormido al menos 12 horas”, escribía Kate en su Instagram para despedir el fin de semana.