Muere Robert Redford, una de las últimas grandes estrellas de Hollywood, a los 89 años

Uno de los grandes ídolos de la historia del cine, Robert Redford, además de director y activista, ha fallecido este martes a los 89 años de edad.

Galán entre galanes, eterno compañero de Paul Newman en películas como 'Dos hombres y un destino' y 'El golpe', el intérprete ha fallecido "plácidamente" en su casa de Utah, según un comunicado de Cindi Berger, directora ejecutiva de la agencia de publicidad Rogers & Cowan PMK. La ejecutiva ha afirmado que falleció "mientras dormía" pero no ha especificado la causa.

El intérprete, que también fundó el festival de Sundance y mostró su faceta más creativa como director en 'Gente corriente' (1980) o 'El río de la vida' (1992), anunció que se retiraba de la actuación en 2018. Su lógica era matemática: había comenzado a actuar en el cine a los 21 años y merecía un descanso.

En los últimos años, el protagonista de comedias como 'Descalzos por el parque' e historias de amor como 'Habana', pasaba sus días en su rancho, ajeno a entrevistas o glorias pasadas y deshaciéndose de sus viejas propiedades.

En junio de 2021, por ejemplo, puso a la venta uno de sus terrenos de Utah por 4.9 millones de dólares. Se trataba del rancho llamado 'El hombre que susurraba a los caballos', título que hacía honor a otra de las películas que dirigió y que tuvo el honor de dar a conocer a una jovencísima Scarlett Johansson.

Actor de belleza indiscutible (como su colega y amigo Newman), a Redford le costó demostrarle a Hollywood que era mucho más que una cara bonita y una mandíbula prieta.

A mediados de los años 60, el actor empezó a aparecer en producciones de prestigio como 'La jauría humana', (1966) donde compartió cartel con Marlon Brando y Jane Fonda, con la que volvería a actuar en comedias simpáticas como la mencionada 'Descalzos por el parque'.

En los 70, cuando el viejo Hollywood languidecía, llegó para él una época de éxitos gracias a ese binomio con Newman en el western 'Dos hombres y un destino', película reflejo de la època en la que se estrenó (1969) y la oscarizada 'El Golpe', que barrió en los galardones en 1973 y también fue dirigida por George Roy Hill.

También brilló en joyas como 'Las aventuras de Jeremiah Johnson' (1972) o 'Tal como éramos' (1973), en las que fue dirigido por Sidney Pollack.

En los 80 se coronó como director gracias a 'Gente corriente', que llegó a arrebatarle el Oscar al 'Toro salvaje' de Scorsese y protagonizó grandes hitos del cine moderno como 'Memorias de África', donde enamoró a la mismísima Meryl Streep.

Gracias a su apoyo al cine independiente, en Sundance descubrió a directores como Quentin Tarantino o Steven Soderbergh.

En cuanto a su vida personal, era hijo de un lechero y perdió a su madre a los 18 años por una enfermedad de la sangre de la que no solía hablar en las entrevistas. Padre de cuatro hijos, se casó a los 21 años con una mormona de Utah, Lola van Wagenen, con la que estuvo hasta 1985. Con su segunda esposa, Sibylle Szaggars, subió al altar en 2009.

Hombre ordenado y demócrata convencido, de un activismo que contagió a muchos intérpretes, también mantuvo relaciones, por ejemplo, con la también actriz Sonia Braga.

Pese a que el comienzo de su carrera coincide con los últimos estertores del Hollywood dorado, con él se va una de las últimas grandes estrellas del cine y una figura popular de primera categoría.