Lady Annabel Goldsmith, aristócrata y figura emblemática de la alta sociedad británica, falleció ayer a los 91 años. Madre de seis hijos y confidente de la princesa Diana, Annabel fue también la musa que inspiró el legendario club londinense Annabel’s, epicentro del glamour y la vida nocturna de la capital inglesa durante décadas.
Nacida en 1934 como Annabel Vane-Tempest-Stewart, provenía de una estirpe aristocrática, hija del octavo marqués de Londonderry, y su hermana, Lady Jane Rayne Lacey, fue dama de honor en la coronación de Isabel II.
Lady Annabel Goldsmith con su primer marido, Mark Birley, en 1954. (Getty)
Annabel inició su vida en los círculos más elitistas de Londres y con tan solo 19 años se casó con Mark Birley, empresario británico que había trabajado en publicidad y para la firma Hermès y que alcanzó la fama por crear locales más sofisticados y exclusivos de la capital, como el que bautizó en nombre de su esposa, el Annabel’s, abierto en 1963.
De este primer matrimonio nacieron tres hijos: Rupert, Robin e India. El segundo siguió los pasos de su padre y hoy en día es el director de Oswald’s, el club privado favorito de la realeza británica. En cambio, la relación con Birley terminó marcado por la tensión tras las infidelidades por parte del empresario.
Luego comenzó una relación con el magnate Sir James Goldsmith, a quien siempre describió como un hombre con un magnetismo irresistible. Con él tuvo otros tres hijos: Jemima, Zac y Ben. Zac, exministro de Estado en el último gabinete de Boris Johnson, tomó en 2020 el título de lord de Richmond Park jurando lealtad a la reina Isabel II. Este se casó por tercera vez el pasado mes de septiembre con Hum Fleming, sobrina nieta de Ian Fleming, el célebre creador de James Bond.
Lady Annabel Goldsmith con cuatro de sus hijos en 1981. (Getty)
En su papel como madre de seis hijos, su vida estuvo marcada por varios episodios muy complicados: su hijo mayor, Rupert, desapareció frente a la costa africana en 1986 y fue dado por perdido, y Robin sobrevivió a un brutal ataque de un tigre durante su niñez.
Lady Annabel supo redefinirse hasta ser en una figura cultural a la que ahora le sobrevive un gran legado en la capital británica, convirtiéndose en referente de la alta sociedad hasta su último día. Su nombre quedó para siempre en el célebre club Annabel’s, epicentro de la vida nocturna londinense de los años sesenta y setenta, donde se mezclaban aristócratas, políticos, artistas y estrellas de Hollywood.
La vida bajo tierra del 44 Berkeley Square era un universo que muchos londinenses no serían capaces de imaginarse. Por allí pasó Frank Sinatra, que le llamó “muñeca”; Diana de Gales y Sarah Ferguson bailaron desenfrenadas vestidas de policía; la reina Isabel II acudió por el 70 cumpleaños de la condesa de Airlie. Y no fueron los únicos. En su libro de visitas aparecen también Aristóteles Onassis, Jacqueline Kennedy, Elizabeth Taylor, Margaret Thatcher, Lord Lucan, Kate Moss, Jack Nicholson, Mick Jagger… y los a Beatles se les prohibió la entrada por no cumplir con el dress code.
Lady Annabel Goldsmith con la Princesa Michael de Kent en Wimbledon. (Getty)
Como recoge el documental ‘A String of Naked Lightbulbs (Una cadena de bombillas desnudas)’ estrenado en 2014: “La gente se siente segura. Sabe que va a estar cuidada”, dijo Anna Wintour: “Todos esos diferentes mundos se entremezclaban. Los peluqueros más famosos, con duquesas… todo el mundo quería ir a Annabel's”.
Tras dar nombre a uno de los lugares más emblemáticos de la capital, su matrimonio con Sir James Goldsmith también la situó en el epicentro del poder británico. Mientras él construía un imperio empresarial y político, ella se convirtió en el rostro más amable y sereno de una familia que combina la fortuna con un gran poder de influencia y, sobre todo, mucho glamour.
A pesar de todo esto, Annabel siempre se definió más como madre que como socialité, aunque su presencia marcó un estilo discreto, elegante y lleno de magnetismo. Tanto es así que figuras como Lady Di depositaron en ella toda su confianza. La princesa de Gales veía en ella “una figura materna”.
Lady Annabel Goldsmith, aristócrata y figura emblemática de la alta sociedad británica, falleció ayer a los 91 años. Madre de seis hijos y confidente de la princesa Diana, Annabel fue también la musa que inspiró el legendario club londinense Annabel’s, epicentro del glamour y la vida nocturna de la capital inglesa durante décadas.