Heidi Klum, irreconocible, arrasa en Halloween: las fotos de su impactante disfraz de Medusa con serpientes en movimiento

Heidi Klum ha vuelto a superarse. Y eso que parecía complicado. La modelo alemana, 52 años y un título mundialmente aceptado como reina absoluta de Halloween, ha logrado dar un paso más y volar por encima de todas las expectativas con su nueva creación. Este 31 de octubre se ha presentado convertida en una Medusa mitológica, pero en versión hiperrealista, terrorífica, densa, viscosa, reptiliana, verde y con movimiento real en las serpientes que coronaban su cabeza.

Nadie en la alfombra del Hard Rock Hotel de Nueva York apartó la vista de ella. Literalmente, no se podía. Este año ha sido la Gorgona que transforma en piedra, y al lado, como siempre, su cómplice favorito: su marido Tom Kaulitz, esta vez vestido de guerrero medieval petrificado. Una escena viviente y cinematográfica.

Heidi lo había prometido, pues había definido su traje como "extradesagradable" y "miedo real". Su disfraz ha sido un híbrido entre escultura viviente y criatura mitológica salida directamente del Museo Met. De hecho, ella misma reflexionaba estos días sobre lo icónico del personaje y sobre la fascinación que ha generado desde hace siglos.

Lo suyo es leer el imaginario popular, absorberlo y llevarlo a un nivel de producción industrial. Y aunque cada año se dice que ya no puede ir más allá… va más allá. El de 2025 es uno más en la lista de sus grandes hits: después del gusano viscoso, el pavo real rodeada de bailarines del Circo del Sol, E.T., el chimpancé, Jessica Rabbit o su clon envejecida; ahora llega Medusa.

Pero antes de convertirse en mito griego, este disfraz ha pasado por nueve horas completas de transformación, que ella ha documentado paso a paso en Instagram. A partir de la una del mediodía, empezó a enseñar colmillos, lentillas, prótesis, cómo se ocultaba el pelo o cómo su piel se borraba y era reconstruida.

El experto Mike Marino —quien ha estado detrás de transformaciones de cine tan extremas como la del Pingüino para Colin Farrell— volvió a ser la mano responsable de convertirla en algo inhumano. La textura final: un cuerpo entero de escamas verdes pintadas a mano, con relieve realista, uñas negras afiladas, lengua bífida y serpientes emergiendo desde la cabeza.

Hay un matiz que solo se entiende viendo la imagen completa. Heidi desaparece. No se ve pierna, no se ve pie, apenas se intuye cintura. Ella se vuelve un animal mítico, con cola de serpiente que llega hasta el suelo, como si emergiera reptando del inframundo. Eso es lo que siempre la diferencia del resto de celebrities de Halloween: no busca un disfraz bonito, sexy o ingenioso. Busca una metamorfosis total y sin retorno.

Heidi organiza cada año su propia fiesta. Es uno de los eventos sociales más esperados de la noche de Halloween en Nueva York. Esta vez, además, ha ido de la mano de varias marcas que se han sumado a la celebración. El año que viene ha prometido algo feo. Algo inusual. Algo que vuelva a elevar el listón.