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Chiara Ferragni, en los juzgados por el ‘Pandoro Gate’: “Estoy pasando por un momento difícil”
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Chiara Ferragni, en los juzgados por el ‘Pandoro Gate’: “Estoy pasando por un momento difícil”

Está imputada por un presunto delito de fraude agravado, junto a otras dos personas. Vestida con un traje oscuro y tacones de aguja, la empresaria acudió al lugar acompañada por sus abogados

Foto: Chiara Ferragni en los juzgados de Milán para testificar por el caso 'Pandoro Gate'. (Gtres)
Chiara Ferragni en los juzgados de Milán para testificar por el caso 'Pandoro Gate'. (Gtres)

Casi un año después, la peor pesadilla de Chiara Ferragni sigue en curso. Esta mañana, la influencer acudió al juzgado de Milán para participar en la audiencia preliminar del caso Pandoro Pink Christmas, en el que está acusada presuntamente de fraude agravado junto a otras dos personas. Vestida con un traje oscuro y tacones de aguja, la empresaria llegó acompañada por sus abogados, Giuseppe Iannacone y Marcello Bana. “Gracias por su atención, gracias por estar aquí. Sin duda, estoy pasando por un momento difícil, y creo que comprenderán si no deseo hacer más declaraciones, pero gracias por estar aquí, y pasemos a otra cosa”, expresó a su salida, tal y como recoge el diario italiano Corriere della Sera.

El llamado 'Pandoro Gate' se remonta a finales de 2023, cuando Ferragni lanzó una edición especial de pandoro navideño junto a la marca Balocco. La influencer anunció entonces que parte de los beneficios se destinarían al hospital pediátrico Regina Margherita de Turín, lo que generó una enorme respuesta entre sus seguidores. Sin embargo, poco después se descubrió que las donaciones al hospital no provenían directamente de las ventas del producto, sino de una aportación previa y fija realizada por la empresa, sin relación con las unidades vendidas.

placeholder Chiara Ferragni llegó junto a sus abogados. (Gtres)
Chiara Ferragni llegó junto a sus abogados. (Gtres)

El escándalo derivó en un intenso debate en Italia sobre la transparencia de las campañas solidarias impulsadas por figuras públicas. La Autoridad de Defensa de la Competencia italiana sancionó tanto a Ferragni como a Balocco por publicidad engañosa. La empresaria asumió parte de la responsabilidad y, en un intento por reparar el daño causado, acordó el pago de 200.000 euros a una organización de apoyo a mujeres víctimas de violencia, además de una compensación de 150 euros para cada comprador del pandoro. Aun así, la polémica afectó gravemente su reputación y la llevó a alejarse temporalmente de las redes sociales.

Pero la multa administrativa no cerró el caso. Este año, la Fiscalía de Milán abrió un proceso penal contra Chiara Ferragni por presunto fraude agravado y continuado, no solo por la campaña del pandoro, sino también por otra colaboración relacionada con unos huevos de Pascua promocionados de manera similar. Los fiscales sostienen que ambas campañas indujeron a error a los consumidores al hacerles creer que sus compras tenían un fin benéfico directo, cuando en realidad no era así. Ferragni, por su parte, ha negado haber actuado con mala fe y solicitó un juicio sumario para acelerar la resolución del proceso.

placeholder Chiara declaró en los juzgados de Milán. (Gtres)
Chiara declaró en los juzgados de Milán. (Gtres)

Las audiencias comenzaron en septiembre de 2025 y la vista celebrada este 4 de noviembre fue una de las más esperadas. En ella, el tribunal deberá decidir si hubo o no estafa agravada, un delito que podría acarrear consecuencias económicas y penales importantes. El veredicto se considera clave, no solo para el futuro de Chiara Ferragni, sino también para el de las colaboraciones entre influencers y marcas en Italia, al poner en el centro del debate los límites éticos y legales de la publicidad digital.

Casi un año después, la peor pesadilla de Chiara Ferragni sigue en curso. Esta mañana, la influencer acudió al juzgado de Milán para participar en la audiencia preliminar del caso Pandoro Pink Christmas, en el que está acusada presuntamente de fraude agravado junto a otras dos personas. Vestida con un traje oscuro y tacones de aguja, la empresaria llegó acompañada por sus abogados, Giuseppe Iannacone y Marcello Bana. “Gracias por su atención, gracias por estar aquí. Sin duda, estoy pasando por un momento difícil, y creo que comprenderán si no deseo hacer más declaraciones, pero gracias por estar aquí, y pasemos a otra cosa”, expresó a su salida, tal y como recoge el diario italiano Corriere della Sera.

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