Es noticia
Menú
Del carro de Escobar a Bárcenas y Urdangarín
  1. Celebrities
  2. Malas Lenguas
Gema López

Malas Lenguas

Por
Gema López

Del carro de Escobar a Bárcenas y Urdangarín

Durante los últimos días no para de resonar el soniquete que marcó una época. La muerte de Manolo Escobar, ha provocado que todos tiremos de archivo

Foto:

Durante los últimos días no para de resonar el soniquete que marcó una época. La muerte de Manolo Escobarha provocado que todos tiremos de archivo y memoria colectiva para recordar una España que coreaba aquello del carro y del robo mientras dormía. Medio siglo después, no es necesaria una romeríani actuar con nocturnidadpara hacerse con lo ajeno. Hoy los timos los cometen los de arriba, los mismos que cantan “Que viva España”mientras llenan sus cuentas en paraísos fiscales y matan el tiempo libre, no paseando en carros de clavos relucientes, sino en yates de lujo, conseguidos a golpe de corruptelas y favores devueltos.

Y mientras media España llora la desaparición de un hombre que salió del pueblo para alcanzar la cimasin renunciar a su estilo y a sus principios, otros sin principios se llenan las arcas a base de bolos disfrazados de fundación sin ánimo de lucro. Tanto ha cambiado esta España que los imputados se refugian en países seguros, se lamentan, entre flores fandanguillos y alegrías, de ser objeto de noticia y se permiten el lujo de reclamar protección ante las fuerzas de seguridad cuando son ellos mismos los ladrones y no las víctimas del robo.

El carro de Manolo apareció, pero los miles de euros defraudados y camuflados, disfrazados de viaje solidario, fiesta de cumpleaños y sobres blancos, se han evaporado sin dejar huella en el camino, con la ayuda de unos cuantos benefactores que, desde la sombra, les han ayudado a sentirse inmunes y mirar con desprecio al españolito de a pie, que ya no tiene ni para toros ni para minifaldas.

Lástima que Escobar haya desaparecido antes de escribir una letra para esta nueva Españaen la que el ladrón de guante blanco ya no porta traje de bandolero, sino sastre a media y maletín de piel, y en vez de entonar el Porompompero, ha hecho realidad aquello de: “Si yo fuera rico”.

Durante los últimos días no para de resonar el soniquete que marcó una época. La muerte de Manolo Escobarha provocado que todos tiremos de archivo y memoria colectiva para recordar una España que coreaba aquello del carro y del robo mientras dormía. Medio siglo después, no es necesaria una romeríani actuar con nocturnidadpara hacerse con lo ajeno. Hoy los timos los cometen los de arriba, los mismos que cantan “Que viva España”mientras llenan sus cuentas en paraísos fiscales y matan el tiempo libre, no paseando en carros de clavos relucientes, sino en yates de lujo, conseguidos a golpe de corruptelas y favores devueltos.

Luis Bárcenas Iñaki Urdangarin