Anatomía de un asesinato frustrado
Es un hecho. La Segunda Guerra Mundial sigue proporcionando buenas historias al cine. También en esta ocasión en la que tanto morbo ha dado ver a
Es un hecho. La Segunda Guerra Mundial sigue proporcionando buenas historias al cine. También en esta ocasión en la que tanto morbo ha dado ver a Tom Cruise vestido de oficial alemán.
Aunque el hecho de tener detrás del proyecto a Bryan Singer (Sospechosos habituales, X-Men) auguraba una película mejor, lo cierto es que se queda en un esforzado entretenimiento en el que ante todo se va al grano, pero se olvidan detalles: sobre todo humor y cierto magnetismo.
Es un hecho. La Segunda Guerra Mundial sigue proporcionando buenas historias al cine. También en esta ocasión en la que tanto morbo ha dado ver a Tom Cruise vestido de oficial alemán.