¿Se aprovecha la tele de la crisis?

Acaba de anunciar Antena 3 un cambio de rostro en uno de sus gloriosos espacios: Ramón García, el tipo de la capa y la vaquilla, sustituirá a Javier Estrada al frente de 5354 Rico al instante, un programa que se las prometía muy felices los sábados por la noche, al que Antena 3 intentaba convertir en una especie de fenómeno sociológico, y que ha acabado estrellándose contra datos de audiencia muy flojos, que rondan siempre el 10% e incluso lo rebajan.

5354 Rico al instante es un espacio hecho por y para los tiempos de crisis. Uno debe enviar un mensaje al dichoso número del titulillo (5354) para participar en el sorteo de 500.000 euros cada sábado. Lo que no se dice en el programa es que en realidad no es un mensaje, sino tres los que se deben mandar para optar al premio. Cada uno de esos SMS tiene un coste de 1.5€ más I.V.A. Lo que quiere decir que nadie concursa en el programa por menos de 5€.

Hasta aquí, puede que nada diferencie este espacio de la Lotería Nacional, salvo porque, en este caso, la que reparte -y se queda con la mejor parte- es un empresa privada. Lo que ocurre además es que, a cambio de ese premio, el concursante tiene que vender sus miserias en el espacio televisivo de marras. Debe dejar entrar en su casa a todo un equipo de televisión y enseñar lo que hay en su nevera. Todo lo que haga falta para convencer al respetable de que se necesita el dinero. Llenar una hora y pico de televisión tiene un coste muy elevado. Bastante más, probablemente, del que se da a estas familias. Así que el programa parece bastante rentable.

Proliferan en la televisión actual los espacios del tipo. Hace unos días, en Telecinco anunciaban el sorteo de un Mercedes también a través de SMS. Vodafone presentó también una campaña a través de Cuatro llamada El forrado del día, en la que se podían ganar 50.000 euros. Los programas que otorgan premios a los espectadores vía móvil son innumerables: La Noria, Dónde estás corazón, los partidos de fútbol… No es éste un fenómeno nuevo, pero parece que últimamente se ha dilatado. Una pregunta en el aire: ¿Se aprovecha la tele de la gente en crisis?