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Aquella Suecia misógina y decadente
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Aquella Suecia misógina y decadente

Describe Stieg Larsson en la primera entrega de su afamada trilogía Millennium la Suecia decadente de otros tiempos y sus perniciosos efectos sobre la actual. Destilan las

Describe Stieg Larsson en la primera entrega de su afamada trilogía Millennium la Suecia decadente de otros tiempos y sus perniciosos efectos sobre la actual. Destilan las casi setecientas páginas de su obra una crítica furtiva, velada y profundamente inteligente a un país repleto de corruptos y misóginos. El fabuloso título de ese libro, Los hombres que no amaban a las mujeres, es toda una declaración de intenciones.

Si algo se le puede reprochar al director sueco Niels Arden Oplev es el desinterés que ha mostrado por este subtexto a la hora de trasladar la historia a la gran pantalla. No se percibe en la película el cinismo con el que a ratos escribe Larsson. La película es mucho menos 'negra' que la novela. Por lo demás, el director ha sido tan fiel al texto del que partía que ni un solo productor americano hubiese aprobado el proyecto.

La adaptación parece obviar a ratos las peculiaridades del lenguaje cinematográfico: la presentación de los personajes es lenta y excesiva; el primer encuentro entre los dos protagonistas se produce demasiado tarde; las pruebas que ayudan a resolver el misterio pierden credibilidad narradas en imágenes; la cinta cuenta con varios finales falsos; el desenlace se precipita demasiado…

Aun con todo, el film se deja ver. Funciona mejor, eso sí, como thriller underground, plagado de personajes extraños, que como ‘película denuncia’. Cuando la cinta hace hincapié en lo rocambolesco del conjunto gana muchos enteros. Aquí confluyen un periodista con ínfulas de Grissom y una hacker algo gótica con el rostro repleto de piercings (impagable personaje que nos regaló Larsson) dispuestos a resolver la desaparición de una joven aristócrata sueca. Magnetismo es la palabra que mejor define las bondades de Millennium 1. Impagables en este sentido las secuencias de sexo y sadismo entre la joven informática y su tutor legal.

LO MEJOR: que funciona mejor que El código da vinci y su secuela. Películas que, salvando las distancias, se le parecen un poco.

LO PEOR: que la obra de Larsson daba probablemente para más, pero eso pasa casi siempre con las adaptaciones.

'Millennium 1', foto a foto | Trailer

 

Describe Stieg Larsson en la primera entrega de su afamada trilogía Millennium la Suecia decadente de otros tiempos y sus perniciosos efectos sobre la actual. Destilan las casi setecientas páginas de su obra una crítica furtiva, velada y profundamente inteligente a un país repleto de corruptos y misóginos. El fabuloso título de ese libro, Los hombres que no amaban a las mujeres, es toda una declaración de intenciones.